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Del abismo al cielo de Singapur: el afortunado giro en la vida de Vettel que puede ser un punto de inflexión en su carrera
La Fórmula 1 es un espectáculo en el que un día puedes estar defenestrado por todos, y al siguiente ser el ídolo. Eso le ha sucedido a Sebastian Vettel, que con esta victoria en Singapur, recupera las sensaciones perdidas.
| 23 Septiembre 2019
Esta vez las lágrimas del piloto alemán Sebastian Vettel han sido de alegría. Y es que, el que fuera tetracampeón del mundo entre los años 2010 y 2013, estaba viviendo uno de sus peores momentos desde que comenzó su carrera en el Gran Circo. Desde el Gran Premio de Alemania del año 2018, en el que un error propio arruinó sus opciones de luchar el campeonato de tú a tú con Lewis Hamilton, no había vuelto a ser el que era. Para colmo, la llegada a Ferrari de Charles Leclerc, el nuevo "niño maravilla", había terminado de dinamitar sus poco afortunados años subido en el mítico coche rojo.
Muchos aficionados empezaban a ver muy negro el futuro de Sebastian Vettel en la Fórmula 1. Porque relegar a un piloto otrora ganador a escudero de Leclerc es un castigo que se suponía muy difícil de asumir para el teutón, pero tampoco había sitio para él en Red Bull o Mercedes, las otras dos escuderías poderosas de la parrilla. En el equipo de la bebida energética sí hubiera podido tener asiento, pero pasaría a ser el segundo de a bordo de un Verstappen que hubiera puesto las cosas tanto o más difíciles que Leclerc. Además, el sueldo de Vettel no es una cantidad como para consentir ciertos errores.
Por ello, hace dos semanas, eran muchas las voces dentro y fuera del paddock que sugerían que la mejor solución era una retirada digna. Otros tuvieron que hacerlo antes que él (aunque no exactamente por los mismos motivos), como Fernando Alonso el pasado curso. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Sebastian Vettel ha pasado del abismo a tocar el cielo de Singapur.
El 'undercut' improvisado
Hay que reconocer que la fortuna le ha sonreído en el GP de Singapur. Al llegar el momento de las paradas en boxes, fue Vettel, tercero en ese momento, aunque bastante cerca de Leclerc y Hamilton, primero y segundo respectivamente, el primero en parar a cambiar los neumáticos. La intención de Ferrari era adelantar a Hamilton, pero no esperaban que Vettel se sacara una estratosférica vuelta de la chistera, que hizo que cuando sus dos rivales se pusieron gomas nuevas, quedaran detrás de él.
A partir de entonces, todo ha sido gestionar la ventaja para el piloto alemán. Y no cometer ningún error, claro, su talón de Aquiles en las últimas carreras. Pero esta vez pudimos ver a un Vettel muy sólido capaz de dar el do de pecho cuando la situación lo requería. El cabreo de Leclerc, que esperaba ganar por tercera carrera consecutiva, ha sido monumental, pero Ferrari ha conseguido un doblete después de mucho tiempo sin hacerlo.
El Mundial, salvo hecatombe, está prácticamente descartado para ambos pilotos, pues se encuentran a casi cien puntos de Hamilton, pero la batalla por el tercer puesto, e incluso por el segundo si Valtteri Bottas se descuida, se vislumbra encarnizada entre los pilotos de Ferrari y Max Verstappen. ¿Será el resurgir de Sebastian?
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Suerte dispar para los McLaren
La cara oscura del GP de Singapur la vivió el español Carlos Sainz, que tan solo consiguió llevar su Mclaren al decimosegundo lugar, pues en las primeras curvas, cuando rodaba en séptima posición, un toque con Nico Hulkemberg le hizo pinchar la rueda, arruinando así todas sus opciones. Casi al final, cuando se sucedieron los Safety Car, consiguió engancharse al pelotón y adelantar algunas posiciones. Pero el coche estaba dañado y quedó sin opciones de llegar a los puntos debido al monumental tapón que formó el francés de Haas Romain Grosjean.
Esta vez, la suerte sí sonrió a su compañero de equipo, Lando Norris, que consiguió ser el primero del resto del mundo, y por fin consiguió llevar un buen saco de puntos a Woking. Después de varias carreras en las cuales el resultado de Norris no se correspondía con su rendimiento sobre el asfalto, esta vez no todo fueron malas noticias para los coches naranjas.
En 7 días, Rusia
La próxima semana el Gran Circo se traslada al circuito de Sochi, en Rusia. Acostumbra a ser una de las carreras más tediosas del calendario, en un trazado que en los años que lleva, nunca ha sido atractivo para el espectador. No obstante, este año, según los partes meteorológicos, es muy probable que llueva durante todo el fin de semana, lo que abre un pequeño resquicio de esperanza para que sea una carrera con más alternativas de lo normal. Se supone que será un circuito más cercano a las características de los Ferrari, aunque Singapur era "territorio Mercedes", y a la vista de los resultados está que no ha sido así. Quedan tan solo seis carreras en las que, a falta de una lucha real por el Campeonato, decidido tanto para pilotos como para constructores, esperamos poder ver carreras emocionantes y con alternativas.