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Te desmentimos todo aquello que el cine y las series dijeron que nos pasaría en verano... y nunca pasó
Desde pequeños hemos esperando con ansias el verano, y hemos soñado con los veranos espectaculares que nos muestran el cine y las series. Pero según hemos ido creciendo, nos hemos dado cuenta de que todo esto no era más que una utopía. Es hora de desengañarnos.
26 Agosto 2019
|El verano sigue siendo la estación más esperada del año por personas de todas las edades. Las expectativas están altas y deseamos que, de una vez por todas, este sea el verano de nuestras vidas.
Pero, ¿por qué esta obsesión por "el verano de nuestras vidas? ¿Por qué nadie se plantea como objetivo lograr el otoño de su vida? ¿Por qué enfocamos todas nuestras energías en buscar un verano irreal y que en buena parte nos termina decepcionando? Le debemos el 'honor' a las series, películas y libros que nos hemos tragado sin rechistar desde pequeños, y que nos han aportado una concepción equivocada de lo que es el verano, o al menos el verano de la gran mayoría.
Antes pensábamos que nuestro verano, cuando nos hiciéramos mayores, iba a ser una versión mejorada de 'High School Musical 2'. Pero ya hemos crecido, y ese verano no llega. Además, a medida que crecemos vamos sumando obligaciones y nuestras vidas cambian, por lo que el verano deja de ser tan verano, y las opciones de vivir un verano de película remotas.
Por eso, vamos a desenmascarar esos mitos y tópicos sobre el verano que el cine, las series y los libros nos hicieron creer que nosotros también viviríamos. Qué ilusos éramos (y somos).
1 Las vacaciones continuas
Pasar todo el verano de vacaciones en un hotel, casa rural, resort o similar es una de las cosas más imposibles hoy en día, al menos en nuestra sociedad. Podremos disfrutar de 15 días en un camping o una semanita en la playa o en la montaña, pero es muy difícil costearse tres meses de vacaciones continuas. Por supuesto, sí que hay excepciones. De niños o adolescentes, podíamos pasar dos meses en el pueblo o en la casa de la playa de nuestros tíos "con todo pagado", pero aun así tampoco se parecía demasiado a lo que veíamos en la ficción.
Por si fuera poco, cada vez es más difícil siquiera soñar con un verano modo 'Phineas y Ferb', con 100 días de apasionantes vacaciones. Tenemos que trabajar, ganarnos la vida. Al principio pueden ser los empleos de verano (de los que vamos a hablar ahora), pero también pueden ser empleos temporales o fijos (cada vez menos existentes) en los que tenemos que elegir cuándo coger vacaciones (si nos dan esa opción).
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Un camping, tu pueblo o tu casa se convertirán en las opciones más accesibles. No es lo que esperábamos para nuestros 20 cuando teníamos 10, pero qué le vamos a hacer...
2 El trabajo de verano
Cuando hablamos de trabajo de verano podemos pensar que será fácil sobrellevarlo. Que es un trabajo 'guay' que podemos complementar con nuestra vida normal y corriente sin que esta se perturbe, y que nos permitirá ganar dinero para tirar el resto del año. La realidad es mucho más diferente. Por lo general, los trabajos de verano suelen ser más precarios en las grandes empresas, ya que solamente se necesita personal para cubrir bajas, y es muy difícil que el contrato se alargue después de agosto o septiembre, aunque con eso ya contábamos.
Por otra parte, está el terrible sector de la hostelería. Recientemente salían unas declaraciones en las que se decía que, si se pagaran las horas extra en la hostelería, el sector no podría sostenerse. Las declaraciones son terribles, y reflejan la realidad del sector en verano: trabajo, trabajo y más trabajo. La presencia de cara al público en horas y fechas que para el resto son de ocio y tiempo libre se hace muy difícil, sobre todo para quienes tenemos poca paciencia.
Además, es necesario saber que si nos ponemos a trabajar en verano tendremos que sacrificar otras cosas que nos han gustado y hemos vivido veranos anteriores. Por tanto, nada de bailes como en 'High School Musical 2' en la cocina o de momentos tranquilos e íntimos como los de los protagonistas de 'Por trece razones' mientras trabajaban vendiendo palomitas.
3 El amor de verano
Otros de los grandes clichés del verano es encontrar un amor: pasajero e intenso que podría repetirse todos los años. Puede ser un amor del lugar donde veraneemos, del pueblo... etc. Sin embargo, no deja de estar rodeado de estereotipos románticos y muchas veces viene acompañado de situaciones inalcanzables.
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que cuando esta idea llegó por primera vez a nuestra cabeza, en la mayoría de los casos éramos adolescentes. Los amores de verano existen, pero no dejan de ser otra cosa que nuestras hormonas teenagers dando vueltas sin parar. Los cines de verano, los picnics en la playa o los besos en coches nos vienen inculcados por películas y suelen ser irreales. Y, por supuesto, nunca acaban igual de bien.
Las relaciones en verano, si bien es cierto que nos transmiten una mayor sensación de liberación, ya que nuestro entorno nos ayuda a ello, no son diferentes a cualquiera que tengamos un día de diario, solo cambia nuestra forma de vivirlo (que no es poco, en una vida tan rutinaria en general).
En definitiva, es verdad que el verano nos revoluciona y es una etapa maravillosa, pero también lo es que no tanto como nos han contado. Hay veranos brutales, veranos duros, veranos de trabajo y veranos sin vacaciones. Por tanto, lo mejor es ir con unas expectativas no tan altas, sin esperar que los meses de junio a agosto nuestra vida vaya a cambiar por completo. Y si finalmente es así, a disfrutar de tu suerte.