La Super Bowl y las Finales de la NBA registran las peores audiencias en más de una década: ¿se ha cansado EEUU del deporte tradicional?
La Super Bowl LV y las NBA Finals 2020 han batido récords negativos de audiencia por cuatro motivos diferentes. Alguno de ellos puede poner en peligro la estabilidad del deporte tradicional.
| 10 Febrero 2021
LeBron James y Tom Brady han hecho historia en los últimos meses en la NBA y la NFL, pero "nadie" en Estados Unidos lo está viendo. Entended las comillas, hablamos de audiencias millonarias, pero con un mismo patrón en ambos deportes: el número de espectadores ha caído en picado en los dos eventos deportivos de EEUU más importantes de 2020 y 2021.
La Super Bowl LV, que corona a Brady como el GOAT del fútbol americano, fue seguida por 96,4 millones de estadounidenses, la cifra más baja desde 2007. Y eso que era el duelo soñado, ese Brady vs Mahomes por el que todos suspiraban. A la hora de medir los índices de audiencia de la Super Bowl, la barrera de los 100 millones de espectadores determina si el evento ha sido un éxito o un pequeño fracaso. La Super Bowl LIV (2020) ya la superó por poco, pero es que la de 2021 se ha quedado lejos.
Peor, mucho peor, le fueron las cosas a las Finales de la NBA. El triunfo de Lakers sobre Heat en octubre de 2020 cosechó la peor audiencia de su historia, con una media de 7,5 millones de espectadores entre los seis partidos de la serie, un 51% menos que en 2019. Aún hay más. Los tres primeros partidos del Lakers-Heat tienen el "honor" de ser los tres menos vistos de unas Finales desde que se registran estos datos. El récord negativo absoluto lo tiene el Game 3, con solo 5,94 millones de personas.
Un último dato para ahondar en la herida. Hasta el descalabro de las Finales de 2020, el partido menos visto en la ronda definitiva del campeonato era el Game 3 de 2003 (San Antonio Spurs vs New Jersey Nets), con 8,06 millones. Ese partido, el que menos audiencia tuvo desde 1974 a 2019, habría sido el tercero más seguido de las Finales de 2020.
Las cifras preocupantes en la Super Bowl, y dramáticas en las NBA Finals, no son hechos aislados. Las Finales de la Stanley Cup de la NHL (hockey) de 2020 se desplomaron en un 61% con respecto a la audiencia de 2019, mientras que los playoffs de la MLB (béisbol) de 2020 cayeron un 39% comparados con las cifras de espectadores del curso anterior.
¿Qué está pasando? ¿Por qué los cuatro deportes mayoritarios de Estados Unidos han implosionado a la vez? La debacle en audiencia, principalmente en clave NFL y NBA, se explica por cuatro motivos. Los dos primeros son fácilmente solucionables. Los dos últimos podrían hundir el negocio de cara al futuro.
Lo más visto
1 No han sido los partidos más emocionantes
Ni las NBA Finals 2020 ni la Super Bowl LV se recordarán con el paso del tiempo, más allá de las hazañas de los dúos LeBron-Davis y Brady-Gronkowksi. Aun así, nada tiene que ver el poco interés de la audiencia hacia el Lakers-Heat que hacia el Buccaneers-Chiefs. En el primer caso, la ausencia de un rival fuerte en el Este y el claro favoritismo de los angelinos vaticinaban una final sin mucho que contar, lo que afectó al número de espectadores en los tres primeros partidos. A partir del cuarto, cuando la serie estaba más igualada de lo que parecía en un principio, el rating mejoró, aunque sin grandes alardes.
Todo lo contrario sucedió con el Bucs-Chiefs. Si bien es cierto que no arrancó siendo la SB más vista, que el partido estuviera decantado a mediados del tercer cuarto provocó que mucha gente no viera el final, y que tampoco enganchara a nuevos espectadores al último tramo del choque.
2 La pandemia ha hecho estragos
Esta es la razón de más peso en el hundimiento a corto plazo de NFL, NBA, MLB y NHL. No es casualidad que las finales de los cuatro deportes hayan perdido espectadores en el año de pandemia. A pesar de que se esperaba que la ausencia de ocio alternativo provocara un aumento de los ratings en las grandes finales, se ha demostrado que la sociedad estadounidense no tiene la cabeza puesta en el deporte ahora mismo.
Y esto no lo decimos nosotros, lo admiten ellos mismos. En todos los medios de comunicación y foros de EEUU que están tratando los bajos niveles de audiencia del deporte, la mayoría de personas que afirman no haber visto la Super Bowl o cualquier otra final, admiten que el coronavirus ha tenido mucho que ver, bien por tener a familiares en el hospital o por dejar de priorizar el deporte sobre otros aspectos de la vida.
La caída de la TV
La vacuna debería reenganchar de cara a 2022 a todas esas personas que han dejado en 2020 y 2021 el deporte en un segundo plano. Más complicado será devolver a la televisión el predominio que tenía hasta hace muy poco tiempo. Antes, o veías la Super Bowl en la tele, o la escuchabas por la radio. Nada más. Ahora tenemos múltiples alternativas alejadas de la TV tradicional y basadas en el streaming.
Sin ir más lejos, la Super Bowl LV fue seguida por 5,7 millones en el canal de streaming de CBS, un 65% más que en 2019 y récord absoluto en una retransmisión online de la Super Bowl. Si a esto le sumamos el amplio catálogo de canales en Twitch con reacciones y comentarios en directo al partido, vemos imposible que la tendencia descendente en las audiencias de TV se revierta. De hecho, la caída puede ser todavía más pronunciada en un futuro.
Lo más nuevo
¿Y si a las nuevas generaciones no les interesa el deporte tradicional?
Los números no mienten. Este fue el rating (índice de audiencia contando televisores encendidos y apagados en todo EEUU) entre personas de 18 a 49 años de las NBA Finals 2020 y de la Super Bowl LV comparado con los tres años anteriores:
Evolución rating Game 1 NBA Finals 2017-2020
Evolución rating Super Bowl 2017-2020
El sistema de audiencias de EEUU incluye en un único grupo a los de 18 y a los de 49 años, pero sus gustos son muy diferentes. De hecho, la clara curva descendente en el rating 18-49 sería con toda seguridad todavía más pronunciada si se delimitara de los 18 a los 30 años, por poner un ejemplo. La Gen Z y los últimos millennials no ven la televisión, y utilizan otro tipo de plataformas para seguir el deporte. Eso si es que el deporte de toda la vida les sigue interesando.
Hay tanto donde elegir para divertirse y crear vínculos sociales en la actualidad, que las modalidades deportivas han perdido el abrumador seguimiento y admiración entre la gente joven, que monopolizaba desde principios del siglo XX. Cada vez son menos los chicos que quieren ser deportistas tradicionales, y más los interesados en ver y practicar eSports, cuyas audiencias millonarias, aunque hoy en día pasen desapercibidas, se asemejan a las de muchos de los grandes deportes. Cuando se quieran dar cuenta será demasiado tarde, y el fandom del deporte clásico estará demasiado envejecido. De momento, la sangría de espectadores jóvenes continúa.