De los calzoncillos de Michael Jordan al pelo de Andre Agassi: los objetos de coleccionista más raros del deporte
Es una locura la cantidad de dinero que algunos están dispuestos a pagar por tener algún objeto de sus deportistas favoritos. Y hablamos de cosas como un chicle mascado o un palillo para dientes usado, no de una camiseta. Auténticas guarradas que costaron miles de dólares en reventa.
05 Octubre 2021
|- Los calzoncillos "muy usados" de Michael Jordan
- La coleta de Andre Agassi
- El suspensorio de Joe Frazier
- El chicle de Luis González (MLB)
- El palillo para los dientes de Tom Seaver
- La gasa ensangrentada de Adam Morrison
- La dentadura postiza de Ty Cobb
Aunque podemos imaginar hasta dónde puede llegar el fenómeno fan, este siempre es capaz de ir más allá. Por si no fuera suficiente con crear una fe basada en un jugador, con tatuarse a su ídolo en el cuerpo o con comprar todo su merchandising, hay quien paga auténticas burradas por productos algo escatológicos.
Y claro, los hay también muy listos que buscan aprovecharse de esto. En MercadoLibre, una web de compraventa, un anónimo puso a la venta el pañuelo con el que Messi se secó las lágrimas en su despedida del Barça. ¿Precio? Un millón de dólares. ¿Garantías de ser el pañuelo de Messi y no el de los mocos del vendedor? Ninguna. Pero oye, si cuela...
El mensaje que incluía la 'oferta' evidenciaba que se trataba de una broma. En él hablaba de la importancia de este pañuelo no solo por el momento histórico, sino por poseer "alto contenido de material genético" con el que poder "clonar" a Leo. Lo cierto es que la broma no deja de ser reflejo de la locura a la que se ha llegado con las subastas de productos... digamos extraños, pertenecientes a deportistas de élite. Hoy vamos a repasar algunos de ellos, así que prepárate para quedarte en shock.
Los calzoncillos "muy usados" de Michael Jordan
Empezamos fuerte. Resulta que Michael Jordan regaló a su guardia de seguridad John Michael Wozniak una serie de obsequios durante sus largos años de convivencia. Los hay lujosos, como un Rolex o un anillo de diamantes, pero también excéntricos, como unos calzoncillos usados (limpios, eso sí). Por lo que sea, tras el fallecimiento de Wozniak, su familia se quedó con el anillo y el reloj, pero subastó los calzoncillos en Lelands.
Pues bien, los calzoncillos "usados", como se encargan de poner en la descripción, de Michael Jordan, se vendieron en septiembre de 2021 por 3.340,80 dólares (unos 3.000 euros al cambio). Un nuevo logro en la carrera del mejor jugador de la historia del baloncesto.
La coleta de Andre Agassi
A pesar de ser uno de los tenistas más icónicos de toda la historia, seguro que ni el propio Agassi podría imaginarse que su mullet falso pasaría a ser un hito de la década de los 90. Cuando finalmente se lo quitó, se convirtió en un objeto de coleccionista y en el objetivo de cientos de compradores.
Lo más visto
Se llevó el gato al agua el director ejecutivo de Planet Hollywood, Robert Earl. Le costó miles de dólares la peluca (no se sabe la cantidad exactamente), y pasó a exhibirla en una pantalla giratoria en algunos de sus restaurantes.
El suspensorio de Joe Frazier
En concreto, el mismo que llevó en la icónica pelea que ganó a Muhammad Ali en 1971. Con motivo del 45 aniversario, en 2016 el suspensorio se subastó en Goldin Auctions. Se vendió por 10.200 dólares, casi 9.000 euros. Ya tienes que ser muy fan de Frazier para pagar 10.200 dólares no por un guante, sino por el suspensorio.
El chicle de Luis González (MLB)
Si os reíais del pañuelo de Messi, eso es porque no conocíais la historia del chicle de Luis González que se vendió por 10.000 dólares, unos 8.600 euros al cambio.
Resulta que en el año 2002, alguien decidió tener la maravillosa idea de pagar esta desmesurada cantidad de dinero por un chicle Bazooka mascado por Luis González, uno de los jugadores más populares de la MLB (béisbol, para los menos entendidos). La subasta iba destinada a ayudar a un instituto de Minnesota, y vaya si lo hizo. Esperemos que allí, al menos en consideración con el motivo de la inyección económica, dejen a los alumnos mascar chicle en clase.
El palillo para los dientes de Tom Seaver
Mientras que otros calman sus nervios con un chicle o un caramelo, el exlanzador de los New York Mets a finales de los 60 prefería masticar palillos. Y alguien decidió que tener saliva petrificada de Seaver en su casa merecía la pena, y se lanzó a por el palillo cuando salió a subasta.
¿Cómo se puso eso en venta? Parece ser que el jugador le dio una chaqueta de calentamiento a un amigo suyo, quien descubrió el palillo en uno de los bolsillos. Debió pensar que era una oportunidad de oro, porque no tardó en venderlo por 440 dólares de la época, una cifra bastante considerable.
Lo más nuevo
La gasa ensangrentada de Adam Morrison
Si la sangre normal de por sí ya tiene un olor particular, imaginaos con el paso del tiempo...
El paso de Adam Morrison por la NBA fue bastante fugaz. Seleccionado en el nº3 del draft por los Charlotte Bobcats, pronto se vio que estábamos ante uno de los errores más flagrantes de la historia del draft. Pudieron haber seleccionado a Kyle Lowry o a Rajon Rondo, pero se decantaron por un Morrison que destacó más por sus polémicas de higiene que por lo que hizo en la pista. De hecho, el episodio más interesante de su carrera no tiene que ver con un triple, un mate o un tapón, sino cuando empezó a sangrar por la nariz y se puso una gasa para frenar la hemorragia. 2.000 dólares se pagaron por la gasa. Puro Estados Unidos.
La dentadura postiza de Ty Cobb
Si ya generaba mal cuerpo tener como reliquia un palillo mordido o una gasa de sangre de 2005, ¿qué tal si terminamos con una dentadura postiza de hace un siglo?
Se trata de la de Ty Cobb, jugador de béisbol en las primeras dos décadas del siglo XX. La compradora, como era de esperar, era la hija de un dentista (quién si no querría comprar una dentadura) a la que le gustaban mucho los deportes. Vio en la pieza de Cobb algo diferente, así que pagó 7.475 dólares (unos 6.500 euros), cuando la estimación de la subasta era de 500 dólares.