Rugby X / Facebook
Rugby X, la apuesta por el dinamismo que no convence a los aficionados tradicionales del rugby
Ben Ryan, entrenador de la Selección de Rugby de Fiji, ha ideado un nuevo formato, mucho más dinámico y veloz, que cuenta con el beneplácito de numerosas federaciones de rugby importantes, pero que ha generado polémica entre los seguidores que ven este movimiento como una mera estrategia comercial.
10 Junio 2019
|Son tiempos de cambio en el mundo del deporte. En el fútbol, más allá del VAR, la FIFA anunció modificaciones en determinadas reglas del juego para el próximo año. Además, la dirección de la NBA también introdujo cambios en las reglas de la competición, mientras que en el tenis, la World Tennis Association ha modificado algunas normas, incluyendo pautas que redujeran la desigualdad entre el tenis masculino y femenino.
Sin embargo, una de las disciplinas que más cambios ha vivido en los últimos años ha sido el rugby. No solo en cuanto a las reglas se refiere, sino en términos de diseño y organización de modalidades alternativas: a la tradicional modalidad del XV y de su variación histórica, el Seven, se le añadirá otra más, el 'rugby X'.
La disputa del balón, elemento esencial
Para quienes no estén familiarizados con este deporte, es importante señalar algunas cuestiones. El 'rugby XV' es la modalidad principal, en la que juegan dos equipos compuestos de quince jugadores cada uno. Las reglas son amplias, y todas ellas están enfocadas con un objetivo: conseguir un juego limpio en el que el balón se ponga permanentemente en disputa.
Esta es la gran diferencia con otros deportes. Un ejemplo: en el fútbol si un equipo envía la pelota fuera de la línea lateral, el rival debe realizar un saque de banda para continuar el partido. En el rugby, este saque se realiza en una zona específica del campo llamada 'touch', y la disposición de los jugadores en el mismo permite al equipo que ha sacado previamente el oval fuera hacerse de nuevo con él: es decir, el balón siempre se pone en disputa.
Otro ejemplo es la melé. Esta acción del juego, icónica del rugby, se produce cuando un jugador realiza un pase adelantado pues solo se pueden hacer pases hacia atrás. En lugar de darle la pelota al equipo que no ha infringido la norma, como sería lógico en otros deportes, en el rugby, el oval se pone otra vez en disputa mediante la melé.
Aumento del ritmo
Esta forma de juego, sin embargo, genera muchas pausas. Por otra parte, la amplia cantidad de elementos necesarios para jugar al XV puede no constituir el mejor reclamo popular para practicarlo. Esto se advirtió hace mucho tiempo, y por ello, se creó el 'rugby 7', una modalidad que reduce el número de jugadores a siete, y que sintetiza muchas reglas.
Lo más visto
Sin embargo, Ben Ryan, entrenador de la selección de rugby de Fiji, campeona olímpica en los 'Sevens' de Río 2016, ideó una nueva modalidad más rápida y acelerada, cuyo nacimiento tendrá lugar en el estadio O2 londinense el próximo mes de octubre: el 'rugby X'.
En qué consiste el 'rugby X'
El 'rugby X' se trata de una modalidad que simplifica al máximo algunos conceptos esenciales del rugby, así como sus reglas, como vamos a ver a continuación:
- Dos equipos conformados por 5 jugadores cada uno
- Sustituciones rotativas.
- Melés de tres jugadores.
- Desaparición del saque de touch.
- Partidos de 10 minutos sin periodo de descanso.
- Torneos organizados en un solo día: los partidos se jugarán por la tarde y por la noche. Las secciones masculinas y femeninas participarán a la vez.
Además de estas normas, hay un cambio fundamental: los encuentros se celebrarán en un campo de césped artificial, en el interior de un recinto cubierto. Este hecho, unido al número de jugadores, ha hecho que numerosas personas consideren el 'rugby X' como una respuesta del deporte ovalado al fútbol sala.
La canasta amenaza al oval
Este afán por sintetizar el rugby para hacerlo más dinámico, sin embargo, responde a otra cuestión muy importante. Las pausas generadas en el 'rugby XV', e incluso en el 'Seven', pueden no resultar atractivas para un público que esté acostumbrado a deportes más eléctricos.
En relación con este hecho, Ben Ryan cree que el público joven no se acerca al rugby porque les persuade ver y jugar disciplinas más veloces, como el baloncesto: "(...) Todos estos niños saben lo que ocurre en la NBA; lo adoran, no solo eso, sino que compran su merchandising y quieren jugar al baloncesto".
Lo más nuevo
Con el objetivo de cambiar esta situación, el 'rugby X' ha tomado a la NBA como punto de referencia. De hecho, Ryan comentó en la BBC que este nuevo formato "será como un partido de NBA, donde en cada pausa, los aficionados estarán entretenidos".
Pero la verdadera meta de Ryan es hacer del rugby un deporte interesante para los más jóvenes. El entrenador inglés cree que el público 'rugbier' se hace cada vez más mayor, al igual que los sponsors, por lo que es esencial atraer a los jóvenes para que practiquen y se aficionen a este deporte.
En busca del público joven
Ben Ryan presenta a los jóvenes como el 'target' principal del esta nueva modalidad. Considera que el rugby apenas se enseña en muchas escuelas de Inglaterra, que hay muy pocos profesores de educación física que hayan practicado el deporte y, que la carencia de instalaciones para jugarlo provoca que los jóvenes crezcan sin ningún interés por él.
El 'rugby X' sería la respuesta a este problema, no solo como una forma de potenciar el deporte, sino para ayudar a muchos jóvenes con problemas. El seleccionador de Fiji, cree que muchos de estos chavales necesitan un elemento de distracción, algo que dé sentido a sus vidas.
El deporte, y en concreto el rugby, puede ser dicho elemento de apoyo. "Un deporte de contacto como el rugby, que tiene todos los valores que amamos sobre el juego, podría ser atractivo, y ayudar en nuestro objetivo". El 'rugby X' sería, según su criterio, la introducción perfecta.
¿Introducción al rugby o marketing?
Las motivaciones de Ben Ryan y la estrategia de las grandes marcas del rugby se han unido, y el resultado es el 'rugby X'. Tan cierto es que el 'rugby X' puede ser un elemento de introducción al plano dinámico del deporte, como que constituye una oportunidad para las multinacionales de ampliar la audiencia mediante un producto sencillo y simplificado, algo similar a lo que ocurrió con el críquet y que ya analizamos en su momento.
Sin embargo, la eliminación de reglas esenciales como el saque de 'touch' o la reducción casi a la nada de la melé, evidencia el peso del elemento comercial en la balanza. No se puede iniciar a nadie en el fútbol eliminando los saques de esquina o los penaltis, por ejemplo. Una decisión así solo se explica para adaptar el deporte a un público (desde la audiencia televisiva hasta posibles jugadores) acostumbrado a disciplinas más dinámicas.
Por otra parte, está claro que los valores del rugby son un elemento enriquecedor para la juventud, sin embargo, habría que contabilizar cuántos institutos o colegios poseen un campo de césped artificial para poder practicarlo. El problema de la carencia de instalaciones continuaría.
El negocio del deporte
Promover el deporte siempre es una buena noticia. El rugby, además, constituye una disciplina excelente que goza actualmente de gran seguimiento a nivel mundial. Lejos de estar de capa caída, su popularidad internacional se ha incrementado considerablemente en los últimos años: la celebración del Mundial de este año en Japón así lo atestigua.
Finalmente, sobre los defensores y detractores de la creación de Ben Ryan sobrevuela un hecho innegable: la voluntad de las grandes compañías de expandir el negocio del rugby, sea como sea.