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Infancia, depresión y el anhelo por volver a casa: las claves de René, el éxito autobiográfico de Residente
El pasado 27 de febrero, Residente lanzó su canción más personal: René. El rapero ofrece un sincero testimonio de superación al contar su historia sobre un campo de béisbol, donde relata los baches por los que ha pasado su vida y su anhelo de volver a casa. Analizamos todas las claves.
13 Marzo 2020
|"Escribir tu propia música cuando eres rapero es fundamental". Habla René, habla Residente. Habla, claro, de la música, su música, su sello propio, ese amuleto que le ha acompañado desde que era un niño, cuando su padrastro tocaba en bodas y cumpleaños. O cuando su padre tocaba el saxofón alto. Él, que creció en una familia musical, vivía rodeado de ese arte. "Bajaba a ver la televisión y en casa había varios instrumentos como la guitarra, la batería o un piano", cuenta en 'Mi Historia', un documental de Amazon Music que vio la luz a principios de marzo.
Pasado un tiempo, cuando vivía en Georgia (Estados Unidos), Residente empezó a escribir rap. Ese fue el origen de su carrera, primero con Calle 13 y desde hace un lustro como solista. "Intento que todo lo que hago tenga un concepto, una idea que sea creativa, que tenga varias lecturas", explica con su peculiar acento. Sus discos, dice, son sobre todo lo que tiene la cabeza. Y ahí el rap, prosigue, "es una cuestión espiritual, de alma y de sentimiento". Porque él, como René, como Residente, tiene que ser reflejo de todo lo que le afecta. Esa es su primera regla.
El rapero se toma su tiempo para cada cosa. Para cada canción, para cada vídeo y para cada disco. Nacido hace 42 años en Puerto Rico, sabe que en el detalle está la excelencia, aunque conoce lo que es librar una batalla diaria por la vida. Su historia está repleta de momentos difíciles. Una infancia complicada o la mala relación con su padre firman un prólogo que, con el paso del tiempo, suma más capítulos como el asesinato de varios amigos. Y, cuando se junta todo, aparece el deseo de volver a su barrio, a su casa, con su familia. Y es ahí donde surge su última canción.
Una noche me sentía muy mal, estaba en Mexico, el estadio esperándome, y yo no quería salir del hotel. Llamé a mami porque quería tirarme del balcón y no sabía porqué. Esa noche llegaba un amigo y se quedó conmigo. Al otro día comencé a escribir este tema.https://t.co/dxyckDAoBx
— Residente (@Residente) February 27, 2020
Presentada el 27 de febrero, René es la canción autobiográfica de Residente. Sin anestesia, ese día lanzó un mensaje claro y sincero a través de sus redes sociales. Un mensaje pensado en una noche de concierto en la que, por diversos motivos, buscaba acabar con su sufrimiento. Un mensaje de alarma, "una estupidez" como ahora califica él mismo, ante una decisión definitiva e irreversible. Una canción nacida del alma, que nos recordó que ser famoso no significa ser feliz.
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En una entrevista con The Associated Press, Residente relata que hace dos años se encontraba en México para dar un concierto. "Estaba en el hotel, en el piso 25, y quería tirarme del balcón", cuenta. Con una sensación rara, sin querer salir a tocar ni estar allí, llamó a su madre. "Me despegaba el teléfono porque empecé a llorar. Y yo nunca lloro", continúa. Tranquilizado por su madre y el equipo de la gira, salió para dar el concierto y durmió acompañado por un amigo de la universidad. Fue en ese momento cuando, para desahogarse a través de la palabra, apareció la semilla de la canción.
"Necesitaba reconectar con todo de nuevo", explica. Grabada en su barrio, Trujillo, con un protagonismo absoluto del campo de béisbol, la canción hace un repaso de su vida. Arranca con la voz de su madre, que introduce un pasaje de su infancia cuando René tenía que estudiar. Una alusión clara a una figura fundamental en su vida, en el pasado y en el presente, con la que vivió primero en la calle 11 y después en la mítica y siempre recordada calle 13. Suena la voz de su madre.
[Intro]
René, ven, vamos a estudiar
Sí, te voy a hacer una pregunta, tú me la contesta'
¿Con qué parte del cuerpo jugaban pelota' lo' indio' taíno'?
Lo más nuevo
René, contéstame, sí e' fácil
Atiéndeme, atiéndeme, mírame
¿Con qué parte del cuerpo, piensa, jugaban pelota los indio' taíno'?
Ya sé, te la canto y entonce' así tú te la vas aprendiendo
[Refrán]
Cabeza, rodilla, muslos y cadera
Cabeza, rodilla, muslos y cadera
Cabeza, rodilla, muslos y cadera
Cabeza, rodilla, muslos y—
Verso a verso, Residente muestra un anhelo creciente por volver a casa, a Puerto Rico, con su familia. Recuerda su ilusión de ser jugador de béisbol, sus problemas con el alcohol o el asesinato en 2007 de Christopher Rojas, un hermano para él. Lo define, con dolor, con este verso. "Eramo' inseparable' hasta que un día lo mataron entre cuatro policía'. Mi alegría sigue rota, se apagaron la' luce' en el parque de pelota'". Esa angustia, aumentada por la muerte de otros amigos, desemboca en la parte clave de la canción: el estribillo.
Ya no queda casi nadie aquí
A veces ya no quiero estar aquí
Me siento solo aquí en el medio de la fiesta
Quiero estar en donde nadie me molesta
Quemar mi libreta, soltar mis maleta'
Quiero llamar al 755-0822, a ver quién contesta
La vida está hecha de recuerdos. Uno de ellos es el número de nuestra casa, ese que aprendíamos por si, quizá, algún día, nos perdíamos. Después venía el número de nuestros padres, otro recuerdo más memorizado. El número señalado por René, ese 755-0822, hace referencia a su casa de la calle 13. En esencia, a la voz de su madre, que sonaba cuando alguien quería dejar un recado. Escuchamos.
Paso a paso, verso a verso, Residente evoca recuerdos a pesar de la dificultad de grabar su propia autobiografía. "Necesitaba llegar a ese mismo día en el que escribí el primer verso", relata. Completa el vídeo con estampas familiares que le recuerdan a su niñez, como la mesa redonda, el Honda Civic o la fiesta de cumpleaños. Momentos guardados en la memoria a los que quiere, necesita volver. Incluso, presenta por primera vez la cara de su hijo Milo, que ataviado con la misma ropa que su progenitor aparece al final del vídeo. En definitiva, Residente define su obra en una necesidad: la que ha hecho que lo que estaba diciendo se sintiera real. Y nada más real que esto.
Quiero quedarme allí, no quiero salir de allí
Quiero volver a cuando no me dejaban entrar porque me vestía mal
Quiero volver a sentir, a cuando no tenía que fingír
Yo quiero volver a ser yo
En definitiva, René Pérez Joglar se abre en canal para contar su historia, esa que ha pasado por muchos baches y que ahora intenta encauzar con una tierna mirada hacia su tierra. La música, esa palabra indescriptible, permite que sintamos como nuestro algo cantado a kilómetros de distancia. Una simple letra, un verso, hace que en nuestra cabeza aparezca un recuerdo, quién sabe si positivo o negativo. René, porque es más René que Residente, ofrece un testimonio de superación que le ha permitido conectar con el corazón de millones de personas de todo el mundo.
Un testimonio que refleja que de la depresión se puede salir. Que siempre, siempre, hay una alternativa. Que siempre habrá una persona que tienda la mano para evitar que la idea de René, aquella que dio origen a la canción antes que a tirarse del balcón, se lleve a la práctica. Residente ha sido el último famoso que ha abierto su corazón para demostrar que cualquier persona, se llame Andrés Iniesta o Álex Abrines, puede ser víctima de una enfermedad sumida en el silencio como es la depresión. Y que, por supuesto, cualquier persona puede salir de ese agujero.
Gracias, René.