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¿Nunca quieres jugar a 'Verdad o reto' porque no se te ocurren ideas? Te traemos las pruebas más temidas
Jugar a 'Verdad o reto' tiene que ser algo dinámico, porque si no acaba aburriendo. Para aquellas personas que nunca tienen ideas, aquí os presentamos los retos más divertidos.
23 Agosto 2019
|A todos nos gusta de vez en cuando reunirnos con nuestros amigos en una casa y tomar unas cervezas o unas copas para charlar, cantar, desinhibirte y disfrutar de un merecido descanso. Raro es que en estas situaciones no haya alguno que no proponga jugar a algún juego todos juntos. Más raro aún es que ese juego no sea de beber.
Hay muchos juegos de beber. La mayoría consisten exclusivamente en eso mismo, en beber y acelerar la diversión, como pueden ser 'El círculo de la muerte', 'Por encima o por debajo' o el 'Beer pong'; pero hay otros destinados a conocer las intimidades de los participantes o para forzar sutilmente alguna situación divertida, curiosa o un poco picante.
Quizás los dos más conocidos en este sentido sean el 'Yo nunca' y 'Verdad o reto'. Con el primero, además de beber podremos contar intimidades y enterarnos de las del resto. Pero es que con 'Verdad o reto', a todo lo comentado anteriormente se le añade la posibilidad de pensar en pruebas que bien podrían costarnos nuestra amistad, un riesgo que vale la pena asumir.
La dinámica de 'Verdad o reto' consiste en que, por turnos, cada uno del grupo va diciendo si prefiere hacer verdad o reto. Si elige la primera opción, se le hace una pregunta sobre un tema privado y vergonzoso. Si, por el contrario se queda con 'reto', el resto del grupo piensa una difícil prueba para que el pobre desafortunado la lleve a cabo.
Pero hay un pequeño problema. Hay muchos grupos que comienzan con ilusión el juego, pero al poco de empezar se dan cuenta de que apenas se les ocurren pruebas para poner a sus, en este caso, contrincantes. A veces, sucede simplemente por falta de imaginación. Pero también, en otros casos, depende de la confianza que tengas con los compañeros de juego poner unas pruebas u otras. Por suerte, te damos unas cuantas ideas para que nunca más te quedes sin saber que decir a la hora de intentar fastidiar a tu grupo de amigos:
Maquillar o dejarse maquillar
Una forma muy interesante es sacar el maquillaje. Tanto de forma individual como si hablamos de un castigo grupal, puede ser muy divertido que se maquillen unos a otros. Los chicos todavía no están acostumbrados a ser maquillados, a pesar de que cada vez sea más tendencia, y puede dar mucho juego (y hasta descubrir que les gusta más de lo que pensaban). En el caso femenino puede ser bastante traumático si se dejan maquillar por alguien que nunca lo ha hecho.
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¿Cómo te gustan los huevos?
Un castigo muy de programa de televisión barato es romperle un huevo en la cabeza a quien le toque hacer una prueba. Aunque parezca que puede ser doloroso, no lo es. Pero asqueroso sí. Esa persona, a no ser que no cuide demasiado su higiene personal, deberá ducharse después de semejante sanción. Eso sí, el huevo es una genial mascarilla capilar, y saldrá de la ducha un un pelo realmente sedoso y brillante.
La escayola
El jugador que tenga que hacer esta prueba, deberá elegir cuál es la extremidad de su cuerpo que va a dejarse pintar. Todos los demás cogerán rotuladores, si son permanentes mejor, y dejarán su rúbrica sobre ese brazo o pierna como si fuera una escayola de un lesionado. Todos nos podemos imaginar qué tipo de dibujos tendrá que frotar al día siguiente.
Al agua, patos
Si tenéis la suerte de estar en un lugar con piscina, siempre apetece dar un buen chapuzón a alguien. En el caso de que sea de noche y ya hayan caído un poco las temperaturas, esta idea no le hará ninguna gracia al que le toque hacerlo. Pero en el caso de que se vea un castigo demasiado sencillo, siempre se le puede obligar a tirarse con toda la ropa puesta, o intentar ser más originales.
Al buen bofetón
Al más puro estilo 'Como conocí a vuestra madre', se puede conceder un bofetón al jugador que no supere un reto. Este podrá darse de una forma preparada, forma en la cual el que recibe el golpe sufre porque mentaliza que le va a hacer daño, o en cualquier momento de la noche. Esta segunda opción es más cruel, porque mantiene esa mejilla con la incertidumbre constante de cuándo recibirá el bofetón.
El móvil puede dar mucho juego
Se pueden sacar muchas intimidades de un teléfono móvil. Una prueba bastante dañina sería que el retado lea (o le lean) en alto sus últimas conversaciones por WhatsApp, con la intención de encontrar algún trapo sucio, al más puro estilo 'Exponiendo infieles'. Aunque, si tienes pareja, y sobre todo se encuentra allí, no es lo más recomendable, porque puedes terminar metido en un lío. También se puede obligar al perdedor a llamar a su madre como si quisiera hacer un intercambio de droga y se hubiera equivocado de teléfono. Aunque en realidad las madres suelen ser mucho más listas de lo que nosotros pensamos, y nos cazan rápido.
Los guantes de queso
En todos los grupos de amigos hay ciertos patrones que se repiten, y uno de ellos, es que a, como mínimo, un miembro le huelen los pies de forma realmente horrible. Tanto, que en un sitio cerrado, la atmósfera puede volverse irrespirable. Pero esto a la hora de las pruebas se puede convertir en una interesante ventaja, pues los calcetines de vuestro maloliente amigo pueden servir de guantes para uno de los demás. Ese aroma a queso roquefort no se le va a ir de las manos en mucho tiempo.
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Retos de comer
Por supuesto, siempre se puede hacer el típico reto de la canela. Pero hay incluso otros que pueden ser más divertidos. Por ejemplo: buscar una especia realmente picante o una guindilla; dar de comer (lo que queráis) a alguien que tenga los ojos vendados o comer sin utilizar las manos pueden ser tres ideas interesantes.
Celebrar un gol
Si sois un grupo numeroso, puede ser interesante hacer como que el desafortunado tiene que hacer como que celebra un gol que acaba de marcar y tumbarse en el suelo, para que sus compañeros (todos) se le tiren encima formando un bollo durante unos segundos. Si estamos hablando de un grupo con muchas personas, y hay alguno con unos kilitos de más, se le puede hacer más duro de lo que a priori parece.
Castigo al gimnasta
Hay personas que, por sus capacidades atléticas, sus genes, o por los motivos que sean, son muy buenos realizando todo tipo de piruetas y acrobacias. Los demás, gente normal, o incluso rematadamente torpe tendrán una oportunidad de vengarse de todas esas clases de educación física, obligando al gimnasta a beber mientras hace el pino durante varios segundos. Es una sensación mareante, que se agudiza por el elevado nivel de alcohol en sangre previo.
Por último, la prueba ideal si sois rematadamente vagos
Normalmente, una de las cosas que molesta cuando estás en una casa o un jardín, es tener que levantarte continuamente a ponerte una copa. Sobre todo, porque te puedes perder lo más interesante del juego. Pero eso ya no es problema. Siempre puedes hacer que una de las pruebas sea rellenar las copas de todos los demás durante toda la noche. Pero cuidado, que las ganas de venganza pueden hacer que te eche copas 'de enemigo', es decir, con una proporción alcohol-mezcla muy dispar, que te haga acabar la velada en mal lugar.