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10 títulos clave del cine para instruirse en el mundo del BDSM
Reconozcamoslo. Christian Grey ha puesto de moda el género BDSM en el cine. Pero si las aventuras del Sr. Grey te han sabido a poco, no te pierdas esta recopilación con los mejores filmes BDSM de la historia del cine.
26 Agosto 2018
|En la era del Antiguo Régimen, el Marqués de Sade ya dejó por escrito aquello del triunfo del vicio por encima de la virtud. El placer de infligir dolor a través de las prácticas sexuales acabó por conocerse como sadismo (pese a que el término psiquiátrico no esté únicamente asociado al del placer sexual), y de él y muchas de las teorías que el filósofo (irónicamente, muerto a causa de gonorrea en 1814) escribió acerca de la dominación y las diferentes parafilias, acabó apareciendo lo que conocemos como BDSM.
Dichas siglas, no son más que la unión de otras que corresponden a las siglas Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Así es como se entiende al conjunto de prácticas sexuales que pueden englobarse dentro de dicho término, y que, como no podía ser de otra forma, el cine ha sabido tratar desde tiempos inmemoriales.
Pese a que muchos puedan englobar gran parte de las películas eróticas de todos los tiempos dentro de dicha etiqueta, en realidad no han sido tantas las propuestas que han tratado este tipo de relaciones en pantalla, las cuales han visto en los últimos años como se convertían en algo puramente mainstream por obra (y desgracia) de la trilogía '50 sombras', protagonizada por Dakota Johnson y Jamie Dornan.
A continuación, seleccionamos diez títulos que harían enrojecer a la buena de Johnson y que posicionan al sosainas del señor Grey como un mero principiante en lo que a las relaciones BDSM de la ficción se refiere.
10 'El portero de noche' (Liliana Cavani, 1974)
Viena, 1957. Lucia (Charlotte Rampling) es una mujer judía felizmente casada con un afamado director de orquesta. Su vida dará un tumbo cuando una noche se reencuentre con un fantasma de su pasado: el portero del hotel en el que se alberga junto a su esposo. La casualidad ha querido que este no sea otro que Max (Dirk Bogarde), el oficial de las SS que, durante la estancia de ella en un campo de concentración nazi, la convirtió en su amante a la fuerza.
El sentimiento de culpa de Lucia y el masoquismo, derivado de su experiencia en la etapa más oscura de su vida, hará que se entregue por completo a una relación marcada por el dolor, la sumisión, los celos y, por descontado, su autodestrucción personal.
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A mediados de los setenta, el mundo no solo se escandalizaba con 'Saló, o los 120 días de Sodoma' de Pasolini, sino que el film de Cavani no consiguió burlar a la censura de muchos países (entre ellos, España, donde 'El portero de noche' fue estrenada un año después de la muerte del dictador Franco), siendo prohibida y adquiriendo cierto status de culto.
9 'Historia de O' (Just Jaeckin, 1975)
Al igual que el título anterior, 'Historia de O' también llegó envuelto en la polémica, siendo prohibida en muchos países en los que no tuvo estreno comercial hasta pocos años después. Basada en la novela de Pauline Réage (pseudónimo de Dominique Aury) publicada en 1954, la cual nació como un método para reconquistar a su amante.
Jaeckin, quien un año antes había escandalizado al mundo con 'Emmanuelle', retomaba lo erótico como temática para una historia protagonizada por Corinne Clery en el papel de O, una fotógrafa parisina que, encaminada por un amante al que adora, René, interpretado por un jovencísimo Udo Kier, se adentrará en el mundo del sadomasoquismo cuando sea llevada por él al castillo de Roissy, lugar que se le descubrirá cual templo de la sumisión en el que entregarse por completo a los placeres de la carne.
8 'Maîtresse' (Barbet Schroeder, 1976)
Conocida también por el sutil título de 'Amante, querida, puta', 'Maîtresse' escandalizaba al público de mediados de los setenta por la carga erótica que contenía. Una vez más, era un título francés el que se convertía en el punto de mira de los censores, esta vez estando dirigido por Barbet Schroeder, quien en los noventa daría el salto a Hollywood con 'Mujer blanca soltera busca...'.
Escrita junto a Paul Voujargol, la película presentaba a Gérard Depardieu como Olivier, un joven ladrón que se adentra a robar en un piso en el corazón de París. Allí, será sorprendido por su dueña, Ariane (Bulle Ogier), la cual resultará ser una prostituta y experta dominatrix. Evidentemente, entre ambos se iniciará una relación puramente carnal en la que Olivier acabará perdidamente enamorado de su maestra sexual.
7 'El imperio de los sentidos' (Nagisa Oshida, 1976)
Seguramente, el film de Oshida sea el título erótico de culto más famoso de todos los tiempos, el cual (y como no podía ser de otra forma) levantó ampollas en el momento de su estreno. Presentada en Berlín y Cannes en el año 1976, 'El imperio de los sentidos' se convirtió por derecho propio en una de las películas clave del erotismo.
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En ella, se nos presenta a Tatsuya Fuji y Eiko Matsuda como Kichizo Ishida y Sada Abe, una pareja de enamorados dominada por la pasión y la lujuria, quienes se han entregado por completo a un mundo de orgasmos en el que el dolor ha empezado a ganarle terreno al placer, si que les importe nada más de cuanto les rodea.
Pese al paso de los años, y debido a lo explícito de muchas de sus secuencias, en Japón todavía no se han repuesto del escándalo de 'El imperio de los sentidos', pues todavía siguen censuradas varias de sus escenas, las cuales Oshida tuvo que acabar de montar en Francia.
6 'Crash' (David Cronenberg, 1996)
El padre de la Nueva Carne adaptaba a mediados de los noventa una de las novelas más destacadas de la obra de J.G. Ballard, 'Crash', y lo hacía presentando a modo de thriller erótico todas las parafilias sexuales que el escritor había dejado patentes en su texto.
Protagonizada por James Spader, Holly Hunter, Patricia Arquette, Elias Koteas, la película no se adentraba en el mundo de las relaciones BDSM, pero sí que se convertía un referente de lo erótico por atreverse a reflejar cómo una serie de individuos se relacionan entre ellos siendo lo que les une una filia que dejó en shock a más de uno en el momento de su estreno. Esta, no era más que una derivación de la sinforofilia, la cual se representa en la película como aquella excitación sexual al ver o recrear accidentes de coche. Los personajes, absorbidos por su extraña forma de hallar el placer, se entregarán por completo a este y otros placeres, sin importar tabús y dejando a un lado los roles sexuales típicos.
5 'La pianista' (Michael Haneke, 2001)
El tándem compuesto por Haneke e Isabelle Huppert ponía a Cannes a sus pies en el 2001, haciendo que 'La pianista' se alzase con el Gran Premio del Jurado y los galardones a Mejor Actriz para ella y Mejor Actor para Benoît Magimel.
Basada en la novela de Elfriede Jelinek, la historia nos presenta a una profesora de piano que, harta del control al que se ve sometida por culpa de su dominante madre, se ha entregado por completo a una doble vida que lleva en secreto: cuando deja el conservatorio, acude a salas de cine X y se pasea sin rumbo por diferentes sex shops de la ciudad. Cuando uno de sus alumnos se proponga el reto de seducirla, se iniciará una tumultuosa relación en la que el masoquismo y la sumisión hará acto de presencia desde el primer momento.
4 'Secretary' (Steven Shainberg, 2002)
Convertida en una de las sensaciones del cine indie de principios de siglo, Shainberg hacía que 'Secretary' acabase por ser una de las obras referenciales en cuanto hablamos de la representación del BDSM en pantalla.
Maggie Gyllenhaal encarna a Lee Holloway, una joven recién salida de un centro psiquiátrico que es contratada como secretaria por el Sr. Grey, aquí con el rostro de James Spader y que nada tiene que ver con el personaje de la trilogía '50 sombras'. La aparentemente normal relación entre jefe y empleada pronto irá derivando a algo que va más allá de la erótica del poder, asumiendo unos roles de sumisión donde el fetichismo y el placer se darán la mano en esta comedia (negra) que muchos podrían considerar dentro de los cánones de las comedias románticas.
3 'Un año sin amor' (Anahí Berneri, 2004)
Ganadora del premio Teddy (el galardón que premia a la mejor película de temática queer) en la Berlinale de 2005, 'Un año sin amor' era la película que servía como carta de presentación para la cineasta argentina Anahí Berneri.
Basada en la novela autobiográfica de Pablo Pérez (autor del guion junto a Berneri), en ella conoceremos las vivencias de este (interpretado por Juan Minujin), un joven enfermo de SIDA que afrontará su enfermedad dejándose llevar por los placeres ocultos que de la sumisión. A medida que sigue en su lucha por mantenerse sano, compaginará las visitas a hospitales con locales nocturnos de Buenos Aires donde aprenderá que en el placer también puede encontrarse a través del dolor.
2 'My Mistress' (Stephen Lance, 2014)
Desde Australia, llegaba en 2014 'My Mistress', ópera prima de Stephen Lance, quien también escribía el guion de una película que pasó un tanto desapercibida pero que bien merecería todas las reivindicaciones posibles.
En ella, Emmanuelle Béart se convierte en Maggie, una mujer rica francesa que se convierte en el objeto del deseo de un joven de dieciséis años llamado Charlie Boyd (Harrison Gilbertson). Lo que comienza como fascinación por parte del adolescente hacia la mujer madura, acabará arrastrando a ambos a una espiral de pasión y rotura de tabúes en las que ella acabará ejerciendo cual dominatrix que acabará de pervertir la supuesta inocencia del joven.
1 'The Duke of Burgundy' (Peter Strickland, 2014)
Después de que en 2012 firmase su carta de amor al giallo y al cine de género de los setenta ('Berberian Sound Studio'), el inglés Strickland nos presentaba en 'The Duke of Burgundy' una de las historias sobre sadomasoquismo lésbico más sugerentes de todos los tiempos.
De modo casi costumbrista, el realizador se adentra en el día a día de la relación entre Cythia (Sidse Babett Knudsen) y Evelyn (Chiara D'Anna), a quienes une la fascinación por el estudio científico de las mariposas y las polillas. Cuando una de ellas sea consciente de que la humillación y el dolor se han convertido en un acto rutinario de su día a día, el querer convertir su relación de pareja en una acotada bajo unos términos más "convencionales", no será la única opción a tratar, pues será cuando las preferencias sexuales se desvelen cual adicción incontrolable por los castigos que incluyen desde azotes a la obligación de tragarse la orina de su partenaire.