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Violencia, tradición y masculinidad mal entendida: las peleas de la NHL, a examen
La mayoría de los deportes prohíben y sancionan severamente cualquier comportamiento violento. Sin embargo, en la NHL, la liga nacional de hockey donde participan equipos estadounidenses y canadienses, se establecen reglas para cuando dos jugadores quieran liarse a puñetazos. Todo ello con la complicidad y el apoyo de gran parte de su afición.
07 Febrero 2019
|La violencia siempre ha sido un elemento de diversión a lo largo de la historia del ser humano. Desde la Antigüedad, con las peleas de gladiadores en el Imperio Romano, hasta el presente con determinadas películas, videojuegos bélicos y, también, algunos deportes.
Si bien numerosas disciplinas deportivas, como el fútbol o el baloncesto, aplican severas sanciones a cualquier jugador que tenga un comportamiento violento, hay otras en las que la violencia no solo no está prohibida, sino permitida y regulada. Un ejemplo de ello es la NHL, la liga de hockey sobre hielo más importante del mundo.
Orgullo ¿mal entendido?
Un vídeo ha dado la vuelta al mundo. Corresponde al choque entre los Boston Bruins y los Winnipeg Jets. Más allá del resultado, victoria por 3-4 para los Jets, una de las acciones más destacadas del partido fue la pelea entre el debutante local Trent Frederic y el jugador visitante Brandon Tanev. Este combate no dejó indiferente a nadie: los fans de la NHL se sorprendieron por la superioridad del novato sobre Tanev, y el público ajeno al hockey sobre hielo quedó boquiabierto, no sólo por la pelea en sí, sino por la reacción de los padres, celebrando lo ocurrido con alegría y claro sentimiento de orgullo.
Un enfrentamiento físico de estas características sería sancionado duramente en La Liga o la Premier, la NBA o en el Torneo 6 Naciones de rugby. Sin embargo, la NHL tolera estas refriegas y hasta establece unas normas para ellas.
Puñetazos legales
El artículo 46 del libro de reglas oficial para la temporada 2018-19 de la NHL señala que una pelea surge cuando "uno de los jugadores golpea o intenta golpear con el puño a un oponente o cuando dos jugadores se enzarzan y el juez de línea no puede separarlos". Además, explica cuál debe de ser el procedimiento de la misma: "Los jugadores no involucrados deben abandonar el área de la pelea e ir a sus respectivos banquillos, y si la pelea ocurre en la zona de los banquillos, los jugadores deberán desplazarse hasta sus respectivas zonas defensivas de la pista de hielo".
Asimismo, establece las distintas infracciones que pueden ocurrir durante un combate y sus correspondientes sanciones. Por ejemplo, cualquier jugador involucrado en él pasará, al menos, 5 minutos en el banquillo. El tiempo puede variar, e incluso alguno de los jugadores puede ser expulsado del partido y multado con 200 dólares. Todo depende del criterio de los árbitros, que han ganado mayor margen de maniobra respecto a décadas pasadas. Ello parece reflejarse en las estadísticas: en la temporada 1987-88 hubo una media de 1,31 peleas por partido frente al 0,25 de la temporada 2017-18.
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En aquella temporada 87-88 se produjeron el mayor número de peleas de la historia de la NHL, lo cual hizo que la Academia Canadiense de Medicina Deportiva pidiera la eliminación de estos enfrentamientos físicos.
Pero no se prohibieron. ¿Por qué? Hay que acudir a la historia para entenderlo, o por lo menos intentarlo.
Cultura de golpes
La realidad es que las peleas están fuertemente arraigadas en la NHL. En 1922 se incluyó por primera vez la regla 'fisticuffs' (pelea a puñetazos) que establecía las normas a seguir en caso de que se diera una refriega entre dos jugadores. Por otra parte, estos enfrentamientos físicos forman parte del 'Código' de los jugadores.
Dicho 'código' reúne una serie de normas no escritas que los jugadores han de respetar y seguir. Ross Bernstein, autor de 'The Code: The Unwritten Rules of Fighting and Retaliation in the NHL', señaló que la pelea ha formado siempre parte de la cultura de dicho deporte y que es una manera de regularse a sí mismo. En sus palabras "si haces algo mal, sufrirás las consecuencias; si pegas a un tío por la espalda, perderás algún diente".
Esa es la tesis de Gary Bettman, el presidente de la NHL, quien afirmó que las peleas servían como "termostato" del partido. También aseguró que estos enfrentamientos podrían "ayudar a evitar otras lesiones".
A pesar de que este último razonamiento parezca contradictorio, algunos estudios han señalado que se producen más lesiones durante el desarrollo normal del partido que en las peleas. Más allá de la fiabilidad de estas investigaciones, puesta en duda por muchas personas, los motivos principales que impiden la prohibición de las refriegas son otros.
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Afición y dinero
"No te confundas, cuando hay una pelea en un partido de hockey, nadie se mueve de su sitio. Son los 60 segundos más emocionantes de cualquier deporte", dijo el escritor de contenido deportivo Ross Bernstein. Lo cierto es que no faltan cuentas en Twitter o páginas web dedicadas exclusivamente a las peleas durante los partidos. Cuando se accede a este contenido en internet, se puede ver de todo: encuestas sobre quién ha ganado realmente la pelea, votaciones sobre las peleas que los fans quieren ver, rankings de las mejores refriegas por jugadores y por temporadas...
De hecho, un estudio determinó que estos enfrentamientos no sólo no persuadían a la gente de no acudir al estadio, sino que formaban parte de los planes económicos de algunas franquicias de la liga. Vamos, que si da dinero, que no se toque.
Más juego y menos peleas
No obstante, es posible que en unos años las cuentas de los clubes se resientan. Según un estudio realizado en la Universidad de Lethbridge, los aficionados a la NHL prefieren ver hockey normal (sin peleas) a presenciar golpes a discreción entre dos jugadores. Además, como decíamos antes, el propio deporte está evolucionando, pues el número de peleas se ha reducido en los últimos años. En la temporada 2008-09 hubo un 41,38% de partidos con enfrentamientos físicos en toda la temporada, mientras que en la 2017-18 hubo un 17,86%.
Pésima imagen
Sin embargo, casi un 18% de peleas en la temporada no deja de ser una barbaridad, aunque el arraigo de las peleas en la NHL haga poco probable su prohibición. Esa es la razón más importante de su existencia, y ese fue el motivo por el que los padres de Trent Frederick celebraron que su hijo se viera involucrado en una refriega contra un rival. Su hijo no marcó ningún gol aquel día, solo se lió a puñetazos contra Tanev. Pero se fueron contentos por ello.
El escritor Ross Berstein utilizó la palabra 'gladiadores' para nombrar a los dos jugadores que se liaban a puñetazos en pleno partido de la NHL. Esta glorificación de la violencia, fuertemente vinculada a la concepción arcaica de la masculinidad, pretende disfrazar un comportamiento extremadamente violento que muchos aficionados justifican por su carácter 'tradicional'. Las peleas de gladiadores también eran tradicionales en la Antigua Roma, y ello no sirvió de excusa para que terminaran erradicándose.
El periodista Steve Rushin dijo irónicamente una vez que "para los 18 años, un gran numero de americanos ha sido testigo de 200.000 actos de violencia en la televisión, la mayoría de ellos ocurridos en el Game One de los playoffs de la NHL". Si se normaliza la violencia, si se tolera y se regula ese tipo de conducta en un deporte, al final se terminan permitiendo aberraciones como las peleas en los torneos de hockey sobre hielo disputados entre jugadores de 16 a 20 años.
Que lo más conocido de un deporte entre el público no aficionado a él sean las peleas entre jugadores cuando estas ni siquiera aportan nada al desarrollo del juego, no es muy halagador. En el Comité Olímpico Internacional lo saben y por ello prohiben los enfrentamientos físicos en sus torneos de hockey. Habrá que ver si la NHL lo entiende algún día. Po cierto, el equipo de Trent Frederic perdió aquel partido, a pesar de la alegría de su familia.