Netflix
A Netflix le preocupa que te canses de buscar entre su interminable catálogo, y ya tiene la solución
Netflix quiere terminar con el verdadero problema de la plataforma: la fatiga de decisión que provoca elegir una serie entre tantas disponibles, lo que lleva a muchos usuarios a buscar otras opciones más sencillas.
05 Febrero 2021
|Netflix permanece intratable en 2021. Lanza infinidad de series y programas cada semana, suma nominaciones y premios como churros, su competencia queda lejos en repercusión y suscriptores... pero tiene un gran problema que podría desmoronar el castillo que ha construido. Y todo por su manera de entender la industria del entretenimiento y el streaming: hay tanto contenido disponible que los usuarios sufren fatiga de decisión a la hora de decantarse por algo y terminan por no ver nada.
Según un dicho francés, "demasiada elección mata la decisión". Es una buena forma de definir la fatiga de decisión, un concepto antiguo pero vigente en toda sociedad moderna. Todo en esta vida son decisiones. Y cuando decimos "todo", no exageramos. Muchos estudios han llegado a la misma conclusión: cada día, nuestro cerebro toma unas 35.000 decisiones. La mayoría las tomamos sin ni siquiera darnos cuenta, y hay otras que pueden cambiarnos la vida.
Independientemente de la trascendencia vital de la decisión, 35.000 caminos que elegimos, y otros 35.000 (y muchos más) que dejamos atrás por no haberlos escogido, suponen una carga mental que nos absorbe la energía hasta límites insospechados. El agotamiento que nos produce tomar decisiones provoca la fatiga de decisión, en la que el cerebro no da más de sí y necesita recargar fuerzas. Cuando hemos alcanzado este punto, en el que notamos cómo nuestro cerebro deja de tirar de nosotros porque está sin batería, es cuando perdemos la capacidad de elegir correctamente. Buscamos entonces aplazar las decisiones, apostar por la elección más sencilla para no pensar más de la cuenta o, simplemente, decidimos mal.
Cuando el agotamiento mental nos puede, hay que descansar. Una buena solución parece tirarse en el sofá y poner Netflix. Lástima que sea lo peor que puedes hacer. Sufrir de fatiga de decisión y querer solucionarlo con Netflix es como tener sueño y querer despertarte con un Getafe-Alavés. El catálogo es tan amplio, estamos tan cebados de contenido, que nuestro agotado cerebro no tiene la fuerza suficiente como para tomar la última y más difícil de las decisiones: qué ver en Netflix.
Y es que al abrir una plataforma de streaming nos convertimos instantáneamente en unos exquisitos: no solo nos tiene que atraer la serie, sino que debe ajustarse al tiempo del que disponemos, al mood en el que nos encontremos, a la pereza que nos dé empezar algo con muchas temporadas...
De este modo, pasan los minutos y tú sigues haciendo scroll sin encontrar una sola serie que se adapte a la larga lista de condiciones. Tu cerebro hace mucho que se bajó del barco, y eres un zombie que solo lee las sinopsis y le da a "siguiente". En un momento dado, tu cuerpo se da cuenta de que tu cerebro se rindió hace mucho y opta por la misma solución: cambiar de plataforma, abrir Instagram o poner la televisión convencional, que al menos te lo da todo hecho. Ese día se ha perdido una visualización. Si el problema persiste, se terminará perdiendo una suscripción. La fatiga de decisión se ha convertido en el principal enemigo de Netflix, este ya lo sabe y ha empezado a tomar medidas.
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¿Copiar el modelo de la TV, o perfeccionar la interfaz?
En todas las plataformas el problema de la fatiga de decisión está presente, pero en algunas afecta más que en otras. Y aquí, como en todo, Netflix está en cabeza. Al margen del debate sobre cantidad y calidad, lo cierto es que Netflix presenta tanta oferta que termina siendo mareante y contraproducente. Si a esto le sumas que el ser humano no está hecho para tomar decisiones y sí para delegarlas, la cosa se complica.
Cuando existían los videoclubs, entrar en ese paraíso de carátulas de películas pasaba a transformarse en un infierno a la hora de decantarse por una. ¿Qué hacíamos? Pedir al dueño que eligiera por nosotros. Es por eso que la televisión convencional nunca morirá, por muchas herramientas que parezcan hundirla en el olvido. Al final, la TV tiene algo que quizás solo Twitch pueda igualar: elimina la fatiga de decisión y te lo da todo mascado, más allá de un zapping rutinario. La pereza de entrar a Netflix y tirarte 40 minutos decidiendo qué ver un sábado noche terminará en la mayoría de casos contigo viendo 'Sálvame Deluxe' solo por no pensar.
A Netflix, como comprenderás, no le hace mucha gracia que tú veas a Kiko Rivera en vez de 'Bridgerton', y en los próximos meses tratará de cortar la hemorragia de aquellos mentalmente fatigados. Una buena alternativa sería producir menos contenido y de más calidad, pero entonces no sería Netflix. Categorizar mejor sus films, como hace Filmin o Disney Plus con sus colecciones, sería otra solución interesante, pero ninguna cuenta con el interminable catálogo de la plataforma líder.
Netflix tiene otra idea. Una idea que implantó hace tiempo en fase beta, y que ahora ya es definitiva. Acabar con la fatiga de decisión no pasa tanto por imitar lo que funciona en otras plataforma como por fijarse en el modelo que lleva décadas triunfando: el de la televisión tradicional. Con el modo aleatorio de reproducción de contenido, Netflix pasa a decidir por ti. Eso sí, no es tan random como la programación de TV. Elige el contenido en función de los hábitos de consumo del usuario. Y si no te gusta, puedes regresar a la odisea de buscar algo por tu cuenta manualmente... Mejor te quedas con lo que te ha puesto Netflix, ¿verdad?
Aunque ya comenzó a probarlo en muchas Smart TV desde mediados de 2020, es en 2021 donde el modo aleatorio de Netflix dará el salto a todos los sistemas de reproducción. ¿Estamos ante la decisión que deja atrás la fatiga de decisión, o ante una mala decisión fruto de la fatiga? El tiempo lo dirá.