Todas las normas que deberán seguir los fans que vayan al Mundial de Qatar si no quieren tener problemas
Las polémicas normas sobre el consumo de alcohol, la homosexualidad, la vestimenta... que vuelven a convertir al Mundial de Qatar en el Mundial de la vergüenza.
27 Octubre 2022
|Menos de un mes queda para el partido inaugural del Mundial de Qatar 2022 que enfrentará al país anfitrión con la selección ecuatoriana. Iniciará así esa fecha que todo futbolero tiene marcada en el calendario durante cuatro años. Aunque esta cita mundialista será completamente diferente a las 21 que la preceden. Esto es así por diversos aspectos, entre los que se encuentran la asignación irregular de la sede, que se dispute en invierno, los horarios de los partidos y que se celebre por primera vez en un país árabe.
Pese a todo, sigue siendo un sueño para cualquier fan del deporte rey ir a algún estadio mundialista para apoyar a su selección. Pero desgraciadamente, y más en Qatar, solo unos pocos pueden permitírselo. En todo caso, las autoridades cataríes esperan la llegada de al menos un millón de personas de todo el mundo. Todos esos afortunados deben de conocer que las normas que rigen Qatar son muy diferentes a las de sus países de origen. Y deberán actuar en consecuencia si no quieren tener algún susto con las autoridades y leyes nacionales. Estas son las prohibiciones, normas y recomendaciones más polémicas:
El complicado (y costoso) procedimiento para tomarse una cerveza
Está totalmente prohibido llevar a Qatar cualquier tipo de bebida alcohólica. Además, su venta está restringida solo para algunos residentes extranjeros en dos tiendas controladas por el gobierno. Esto lógicamente dificulta el consumo de los visitantes, por lo que el gobierno ha habilitado un régimen especial para los días que dure en Mundial. Este plan autoriza la venta de alcohol a 30 hoteles y restaurantes, pero nunca en los estadios y sus alrededores, como han anunciado a solo dos días de comenzar el torneo. Esto compromete gravemente el acuerdo de patrocinio de Budweiser con la FIFA de 75 millones de dólares y la libertad de los aficionados que acudan a los partidos, que tendrán que conformarse con las cervezas sin alcohol.
Nada de enseñar hombros ni rodillas
En Qatar hace calor, mucho calor. Por eso se ha decidido que el Mundial se dispute en pleno diciembre, porque las condiciones climatológicas son más favorables tanto para los jugadores como para los aficionados. Aun así, la temperatura máxima del país durante este periodo es de 26ºC y puede llegar a los 30ºC. Por ello, los asistentes tendrán que revisar qué ropa se llevan para su estancia. Pero cuidado, para visitar muchos de los espacios públicos es necesario tener cubiertos los hombros y las rodillas. No hablemos ya de minifaldas, camisetas escotadas o pantalones cortos. Al menos el velo no es obligatorio. Por supuesto, quitarse la camiseta dentro de los estadios está totalmente prohibido.
Por último, Qatar es un una península rodeada de mar, pero llevar bañador está solo reservado para las playas y piscinas de los hoteles.
Cuidado con el sexo y las muestras de afecto
Normalmente las leyes del país prohíben las relaciones sexuales entre personas fuera del matrimonio y se castigan hasta con 7 años de cárcel. Una forma de evitar que los extranjeros cometan este dudoso delito es prohibir que los no casados compartan habitación. Para suerte de los asistentes, las autoridades han anunciado que como medida excepcional en el tiempo que dure el torneo será legal que los extranjeros compartan habitación (más que nada, porque es bastante inverosímil poder costearse una solo). En cuanto a las muestras de afecto entre heterosexuales, estas son completamente legales, pero se recomienda evitarlas al ser consideradas como ofensivas. Es decir, que cuanto menos celebres un gol o una clasificación con otros, mejor. Y, ¿qué pasa con las relaciones homosexuales?
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La situación de los asistentes LGTBQ al Mundial
Las leyes locales criminalizan las relaciones homosexuales en su territorio. Entonces, ¿es seguro viajar a Qatar en estos casos? Pues los mensajes del gobierno catarí son contradictorios, ya que las autoridades han declarado que "todas las personas son bienvenidas", pero también piden al mundo que "respeten sus costumbres". Es cierto que, como hemos expuesto en el apartado anterior, existe la posibilidad de compartir habitación con cualquier persona, lo que puede indicar que la comunidad estará segura en su estancia en el país. Pero hacer muestras de afecto entre homosexuales sí que puede causar grandes conflictos entre los locales y, probablemente, con la ley. Por su parte, la FIFA ha comunicado que se podrán portar banderas LGTBQ dentro de los estadios, pero ha recomendado ser cauteloso con ellas fuera de dichos recintos, donde termina su legislación.
Otras normas y recomendaciones que hay que tener en cuenta
Es importante dejarse los símbolos religiosos en casa porque en Qatar no existe la libertad de culto. Tampoco se puede llevar nada de carne de cerdo ni derivados desde el país de origen. Además, recomiendan no mirar a los ojos de los ciudadanos locales, ya que se considera inapropiado, así como evitar saludar a las mujeres cataríes con cualquier tipo de contacto o incluso moviendo la mano. En lo que se refiere a la normativa Covid-19, para entrar al país es necesario el resultado negativo de una prueba PCR realizada en las 48 horas previas a la llegada o una prueba oficial dentro de las últimas 24 horas, independientemente del estado de vacunación. En cuanto a las mascarillas, estas serán obligatorias en lugares públicos, transportes y establecimientos sanitarios. Y en caso de que un asistente dé positivo durante su estancia, deberá aislarse durante cinco días.
Como hemos visto, la normativa es dura y estricta, aunque el gobierno catarí haya hecho algunas concesiones para facilitar la vida de ese millón de personas que van a acudir al país anfitrión. Es una lástima que los avances sociales que impregnarán las calles de Qatar previsiblemente serán tan efímeros como el Mundial, y lo más probable es que pronto vuelvan a penalizar derechos sociales básicos y a atentar contra los derechos humanos, como la libertad sexual o la libertad de culto.