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No convertirse en los Bulls postJordan, la obsesión del Barça tras la marcha de Leo Messi
Si tanto comparan a Jordan y a Messi... ¿qué fue de los Bulls cuando se desvinculó del '23'? Reemplazar al mejor jugador de la historia puede llevar décadas.
17 Octubre 2022
|El 6 de octubre de 1993, Michael Jordan anunciaba su retirada del baloncesto. Todavía no sabíamos que sería la primera de hasta dos retiradas más, por lo que la noticia conmocionó al mundo, y se convirtió en el anuncio más importante de la historia del deporte. Han tenido que pasar casi 28 años para sufrir un terremoto deportivo de la misma escala. El 5 de agosto de 2021, el F.C. Barcelona anunció la salida de Lionel Messi, y la locura global se desató como en 1993, esta vez de manera instantánea gracias a Google y las redes sociales.
Las carreras de ambas leyendas siempre han sido comparadas, y la verdad, cuentan con bastantes semejanzas. Las principales, ser el mejor jugador de la historia de su deporte y haberlo conseguido todo (o casi todo, a falta del Mundial de Leo) a lo largo de sus trayectorias. Pero también comparten la acusación de dirigir el vestuario con puño de hierro, de una actitud caciquil con quien no era de su agrado y de enfrentarse a la directiva para conseguir sus objetivos hasta el punto de poner fin a una inolvidable relación.
Conociendo las similitudes entre ambas historias de amor-odio, la de Messi con el Barça y la de Jordan con los Bulls, no resulta descabellado imaginar que la separación del '10' con el equipo catalán podría tener las mismas consecuencias que tuvo la salida del '23' para la franquicia de Chicago. Si es así, amigos culés, echaos a temblar, porque lo peor está lejos de terminar.
El Barça y el temor de convertirse en los Bulls postJordan
Tras anunciar Jordan su primera retirada en 1993, los Chicago Bulls venían de ganar tres anillos consecutivos. En sus primeros playoffs sin MJ, cayeron en semifinales de la Conferencia Este. Jordan regresó a la cancha de baloncesto en marzo de 1995, cuando los Bulls estaban sufriendo para entrar en la última plaza de la 'postseason'. Balance de 9-1 con él en pista y de nuevo a playoffs, aunque su esfuerzo no fue suficiente para evitar caer de nuevo en segunda ronda. A partir de ahí, con todo un verano poniéndose a tono, llegaron otros tres títulos seguidos.
En esta segunda etapa, Michael Jordan y Scottie Pippen echaron un pulso al general manager (GM) de Chicago Bulls, Jerry Krause. Todo estalló en 1998, cuando Krause decidió reconstruir la franquicia para la temporada siguiente y dejar salir a las vacas sagradas que tanto habían dado (y estaban dando, a diferencia del Barça) a los Bulls, pero que sobrepasaban la treintena en su mayoría. No importó que añadieran un anillo más a su mano. El equipo sufrió una revolución, y la salida del entrenador Phil Jackson terminó definitivamente con la gloriosa era de Jordan en los Bulls.
Desde 1999 a 2022, los 'toros' no ha vuelto a salir al ruedo de las finales de la NBA. Bien es cierto que solo la mala fortuna con las lesiones de Derrick Rose se lo impidió entre 2011 y 2014, pero la única realidad, con los datos en la mesa, es que la reconstrucción dura ya más de dos décadas, con la sensación de que puede durar otras dos más. Desde la salida de Michael Jordan, todavía en el siglo XX, los Bulls continúan en una deriva deportiva e institucional. Decir adiós al GOAT es lo que tiene.
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El proyecto para paliar la marcha de Michael Jordan fue, por tanto, un fracaso. Y eso que estuvo dirigido por Jerry Krause, el gran artífice de aquellos Bulls que ganaron seis anillos en la década de los 90. A lo que nos referimos es que, volver a ser competitivo cuando la estrella que ha cambiado la historia del deporte desaparece, es una misión casi imposible. Al menos no en un corto período de tiempo. Si Krause no pudo siendo uno de los mejores GM de la liga, ¿qué pasará con un Barça tirando de palancas y en proceso de reconstrucción constante tras varias debacles seguidas?
Por suerte para el Barcelona, en el fútbol las reconstrucciones suelen durar menos, sobre todo si formas parte del duopolio que domina la competición nacional. El Barça podrá (aunque no es seguro) ganar una liga sin Messi en los próximos tres años, porque en España solo compite en igualdad de condiciones con el Real Madrid, pero no por ello su caída a los infiernos será menos preocupante que la de otros históricos como el Manchester United, o hasta hace un año, el Milan. Esto se hará más evidente a nivel europeo, donde ya arrastraba grandes fracasos aun con el mejor jugador en sus filas.
De momento, en su primera temporada sin Messi, el Barça necesitó un cambio de entrenador y una revolución en el mercado de invierno para asegurar su puesto en la Liga de Campeones, a trece puntos del campeón y a ocho del quinto clasificado. En Europa, cayó en fase de grupos de la Champions por primera vez desde la temporada 2003-2004, casualmente la última temporada del Barça antes del debut de Messi. Tampoco fue capaz de ganar la Europa League tras una noche para olvidar en el Camp Nou contra el Eintracht Frankfurt.
En la segunda, el desembolso económico a cambio de vender buena parte de su patrimonio no ha mejorado demasiado la situación: el club está prácticamente eliminado de la Champions League en la fase de grupos otra vez, y ha perdido el primer Clásico de la temporada contra el Real Madrid.
En definitiva, son muchos los parecidos entre la trayectoria de Jordan con los Bulls y la de Messi con el Barça. El tiempo dirá si también la debacle deportiva es comparable.