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El duro camino de Luka Doncic en su llegada a la NBA
Luka Doncic fue el jugador más joven del Real Madrid en debutar en la Liga ACB con poco más de 16 años. Ahora, el deportista esloveno ha dado el salto a la NBA. Repasamos los retos a los que se enfrenta en su aventura en la máxima categoría del basket.
25 Agosto 2018
|Haberlo ganado todo no sirve de nada cuando llegas a la mejor liga del mundo: la NBA. Un continente diferente; nuevas normas y criterios. La vida de Luka Doncic va a cambiar radicalmente cuando dé comienzo la nueva temporada. Un cambio que tendrá que ir asimilando de forma paulatina, ya que todavía tiene un largo trecho y mucho que aprender para ganarse el respeto de sus compañeros y rivales.
Comenzando de cero
De nada sirve lo logrado hasta ahora. No cuentan las tres ligas, las dos copas del Rey o la Euroliga obtenida con el Real Madrid. Tampoco que llevara a la selección de Eslovenia a vencer el pasado Eurobasket. Ni los numerosos premios individuales ganados con tan solo 19 años. Doncic debe partir de cero y demostrar, con hechos, que no es una promesa emergente europea, sino que es una estrella del deporte de la canasta.
No solo por las novatadas que tendrá que sufrir a lo largo del año. Doncic ya sabe que tendrá que portar una mochila de Hello Kitty durante todos los partidos de la temporada, como ya hizo en el curso anterior Dennis Smith Jr. Todos los jugadores, sean de la nacionalidad que sean, deben sufrir este tipo de lides durante su primer año, cumpliendo una tradición de lo más estadounidense.
Combatiendo contra la paciencia
Seleccionado por Atlanta Hawks en el número 3 del Draft, Doncic fue traspasado a los Dallas Mavericks. Tal hecho ya le ejerce presión, ya que en ese club manda el alemán Dirk Nowitzki, quien ha sido la estrella del equipo tejano en los últimos años, llegando a obtener el anillo de campeón de la NBA en la temporada 2010/2011. La alargada sombra de 'Robin Hood Nowitzki', quien a buen seguro ejercerá de Cicerón y ayudará al esloveno durante sus primeros pasos en la mejor liga del mundo, es un listón a superar. Las comparaciones son odiosas; pero ambos proceden de Europa, guardan ciertas similitudes y la versatilidad sobre el parqué les une.
Otro de los focos en los que debe acallar las dudas la estrella eslovena es sobre su decisión de partir tan pronto a jugar la NBA. El sueño de cualquier chaval es el de enfrentarse a los mejores jugadores del mundo y destacar entre ellos. Un caramelo difícil de dejar pasar, especialmente para un jugador europeo, que ve ese sueño –hace unos años especialmente- como algo inalcanzable. La carrera de un deportista de élite es efímera, y un día estás en lo más alto y al siguiente nadie se acuerda de ti. Doncic ha querido evitar eso y marcharse cuanto antes para mostrar su poderío a todo el mundo.
Por otro lado, también está el fantasma de las lesiones. Tocaremos madera para que eso no ocurra, pero hemos visto casos de jugadores cuyas carreras parecía que iban a ser estratosféricas y, la mala suerte de las lesiones ha estropeado futuros prometedores. Un caso reciente es el de Greg Oden, seleccionado número uno del draft de 2007 por los Portland Trail Blazers, al que una lesión de rodilla le privó de continuidad y tuvo que retirarse de forma prematura, a pesar de que lo volvió a intentar en 2014 con los Miami Heat.
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Encestando al ego 'yanqui'
Los norteamericanos, como sabemos, son muy orgullosos, y siempre miran hacia su interior antes que para el resto. Por desconocimiento, o por ese mismo ego, en las votaciones realizadas entre los jugadores de primer año, nadie ha elegido a Luka Doncic como el jugador que mejor carrera tendrá en la NBA. Wendell Carter (Bulls) obtuvo el 13% de los votos; Kevin Knox (Knicks) y Jerome Robinson (Clippers), el 10%. Nadie se acordó del esloveno, quien sí recibió un 9% de los votos para obtener el premio a Rookie del año. Datos significativos de que pocos en la liga confían en un foráneo, a pesar de haber demostrado al mundo bastante más que la mayoría de novatos americanos.
En este aspecto entra en juego una figura clave: la del entrenador. Rick Carlisle lleva desde 2008 liderando a los Dallas Mavericks y, desde entonces, ha visto pasar a innumerables talentos. No es al público más escéptico, si no a Carlisle a quien debe convencer para poder disponer del mayor número de minutos posibles en pista para que Doncic pueda destapar el tarro de las esencias y brillar como ya ha demostrado que sabe; anotando canastas decisivas en los momentos más importantes. La química y el feeling con el entrenador ha destruido a más de una estrella emergente. Doncic debe ser prudente y paciente hasta ganarse los minutos que le corresponden si lo equiparamos a su talento. También acertaría de lleno si establece buena relación con sus compañeros, entendiéndose tanto dentro como fuera de la cancha. En Dallas ya se frotan las manos ante los buenos ratos que pueden proporcionar tanto Doncic como Dennis Smith Jr trabajando juntos.
El esloveno debe sacar el máximo rendimiento a la multitud de cualidades que le sitúan como una de las grandes esperanzas del basket del viejo continente de los próximos años. Su visión de juego y su habilidad con las dos manos son quizás las armas de las que sacar partido en la NBA. Demostrando que su amplio palmarés en Europa, tanto en el Real Madrid como en su selección, a pesar de su corta edad, no ha sido casualidad. Si suma empeño y ambición a su indudable e innato don con el cuero naranja, tiene todos los mimbres para convertirse en uno de los mejores jugadores europeos de la NBA. El mencionado Nowitzki o Pau Gasol entre otros, son espejos a los que debe mirarse.
¿Será Luka Doncic la próxima estrella europea?
Por supuesto, no todo es talento. La NBA es una de las competiciones más duras y, en sus 82 encuentros de temporada regular se encontrará a portentos físicos a los que hacer frente. Doncic debe trabajar a fondo en su físico con el fin de amoldarse a la competición y poder plantar cara a sus rivales. Es uno de los aspectos que más trabajo cuesta a los europeos en sus primeros años en la liga.
Queda poco para ver a Luka Doncic bajo los focos de los pabellones americanos enfundado en la camiseta de los Dallas Mavericks. Desde el primer día tendrá que aprovechar los minutos en pista para incrementar su presencia en la rotación y poder demostrar que no se ha equivocado cruzando el charco tan pronto y que tiene el futuro en sus manos.