Shutterstock
Se cumplen 85 años del descubrimiento del LSD, la droga empleada por la CIA, músicos y científicos
El LSD, la sustancia que la CIA trató de convertir en arma para el control mental cumple 85 años. Su mito, levantado durante el siglo XX principalmente por artistas y científicos, suele tapar la peligrosidad de una droga que fue ilegalizada en 1971 y cuya influencia se puede percibir incluso en nuestros días.
02 Marzo 2023
|"Tomar LSD fue una profunda experiencia, una de las cosas más importantes en mi vida". ¿Quién dijo esto? ni más ni menos que Steve Jobs. ¿Qué tiene esta droga que tanto pudo influir a uno de los últimos genios de nuestro tiempo? El descubrimiento del ácido lisérgico cumple 80 años, y vamos a intentar descubrirlo. Tranquilos, no vamos a tomar nada, simplemente haremos un repaso de su historia y su influencia.
De un paseo en bicicleta a los laboratorios de la CIA
En 1938, hace ya 85 años, Albert Hofmann desarrolló el LSD por primera vez. El químico, que trabajaba en los laboratorios de la farmacéutica suiza Sandoz en busca de una preparación que pudiera tonificar el corazón, centró sus investigaciones en la dietilamida del ácido lisérgico. Era la vigésimo quinta sustancia proveniente del hongo cornezuelo o argot (Claviceps purpúrea) que sintetizaba y, por tanto, se denominó LSD-25.
Sus estudios se interrumpieron, pero cinco años más tarde los retomó. El 16 de abril de 1943 sintió los efectos de esta sustancia por primera vez tras ingerirla de forma accidental. Hofmann aseguró que "fantásticas imágenes surgían en mí, alternando, variando, abriendo y cerrándose de nuevo" en un mundo que "parecía haber sido creado de nuevo". Tres días más tarde el científico decidió tomar una dosis mayor: un cuarto de miligramo. Aquel 19 de abril salió de casa y dio un paseo en bicicleta y, al contrario que en el 'viaje' accidental anterior, esta vez lo que experimentó fue "una experiencia dramática, un indecible mal viaje" en el que sentía su cuerpo "como muerto". Es este día, el 'Bicycle Day', el escogido por los consumidores del LSD para celebrar anualmente su descubrimiento.
El "niño problemático", tal y como llamó Hofmann al LSD en su novela, acababa de nacer. Todavía ajenos al peligro que podía causar, en 1947 Sandoz decidió distribuir esta sustancia en medicamentos futuros como el Delysid. Unos años después, impresionados por su enigmático poder, la CIA comenzó a realizar experimentos con ella.
Contra el bloque socialista, ácido
En 1953, la Agencia Central de Inteligencia creó el proyecto secreto MK-Ultra para estudiar los efectos del LSD y aplicarlos en la Guerra Fría como método de control mental. En estas investigaciones se experimentaba con voluntarios pero también con civiles inocentes que no estaban informados, como en la Operación Clímax de Medianoche. En ella, prostitutas contratadas por el gobierno seducían a hombres para llevarles a viviendas donde los sujetos ingerían, sin saberlo, LSD diluido en cocktails mientras los agentes observaban los efectos a través de un cristal-espejo.
Una droga contracultural
En aquellos años en los que la CIA experimentaba con el LSD, la población estadounidense también comenzó a hacerlo. Durante la década de los 60, esta sustancia empezó a consumirse como una droga recreativa, sobre todo en el movimiento hippie, llegando a ser uno de los elementos más importantes de la contracultura de aquellos años. De hecho, Ken Kesey, el autor de la 'Alguien voló sobre el nido del cuco', inició experimentos con el LSD después de haber sido voluntario en el proyecto MK-Ultra cuando estaba en la Universidad de Stanford. Kesey y sus compañeros conocidos como los 'buenos bromistas' viajaron en una furgoneta a lo largo de la bahía de San Francisco organizando fiestas en las que se consumía LSD. El resultado de estas fiestas se pudo leer en la obra del periodista Tom Wolfe titulada 'The Electric Kool-Aid Acid Test', publicada en 1968, año en el que una ley federal declaró ilegal en todo el país la posesión de LSD.
Lo más visto
Prohibición internacional
El 'ácido' comenzó a decaer en la década de los 70. En 1971 las Naciones Unidas clasificaron al LSD como un psicotrópico ilegal, y dos años más tarde el proyecto MK-Ultra finalizó. Sin embargo, no fue hasta 1975 cuando se hizo público que la CIA había experimentado con el LSD en seres humanos y un año después se aprobó la Orden Ejecutiva del presidente Gerald Ford que prohibía la "experimentación con drogas en sujetos humanos, exceptuando los casos que dieran su consentimiento escrito tras haber sido informados y siempre con la presencia de una tercera parte ajena a dicho sujeto".
Parecía que el entierro del LSD se llevaría a cabo pronto. Sin embargo, este 'niño problemático' consiguió sobrevivir bajo el auspicio de la ciencia. En 1989 las Naciones Unidas publicaron un documento titulado 'Métodos recomendados para la prueba del LSD. Manual para su uso por Laboratorios Narcóticos Nacionales'. Este manual que describía el ácido desarrollado por Hofmann como "la sustancia alucinógena más potente", sirvió de base para nuevas investigaciones médicas y psicoterapéuticas.
El LSD como medicina
En 2010, la científica suiza Franz Vollenweider informó de los buenos resultados que se habían obtenido tras emplear LSD, psilocibina y ketamina en tratamientos para pacientes con problemas neurológicos. Además señaló que "estos descubrimientos aumentan la posibilidad de que la investigación de psicodélicos pueda identificar nuevos mecanismos terapéuticos".
Sin embargo, la relación entre el LSD y un posible uso terapéutico empezó a sugerirse mucho antes. En 1951, el psiquiatra Humphry Osmond y el bioquímico Abran Hoffer decidieron trabajar en un experimento, financiado por el gobierno de Canadá y la fundación Rockefeller, para probar los efectos alucinógenos del LSD en pacientes del Hospital Mental de Weyburn, situado en la provincia canadiense de Saskatchewan.
La mayoría de los enfermos sufrían alcoholismo. Esto era un factor importante, ya que Osmond consideraba que las drogas alucinógenas producían unos síntomas parecidos al 'delirium tremens' provocado por el síndrome de abstinencia del alcohol. Entre 1954 y 1960, los científicos trataron alrededor de 2.000 pacientes, bajo unas condiciones de control exhaustivas, y el resultado fue bastante impactante.
Los dos doctores confirmaron que el porcentaje de enfermos de alcoholismo tratados con LSD que no había vuelto a beber pasado un año después de la prueba se encontraba entre el 40% y el 45%.
Lo más nuevo
A pesar de que el proyecto de Osmond dejó de financiarse, debido al aumento de las restricciones del consumo de drogas relacionadas con movimientos sociales y contraculturales, como el LSD o la marihuana, el ácido lisérgico fue prescrito a alrededor de 40.000 pacientes enfermos de alcoholismo, esquizofrenia o estrés postraumático entre 1950 y 1965.
En aquella época parecía claro que el LSD tenía efectos terapéuticos. De hecho, el afamado actor Cary Grant consumió hasta 100 veces el alucinógeno. Mark Kidel, el director del documental 'Becoming Cary Grant' que narra las experiencias que tuvo la estrella hollywoodiense con el ácido lisérgico, afirmó que el actor juraba haber sido "salvado por el LSD". Se desconoce si realmente el ácido pudo ayudarle de alguna manera, pero lo cierto es que el protagonista de 'Arsénico por compasión' calificó el resultado de sus viajes psicodélicos como de un "renacimiento" que le llevó "adonde quería ir". Y no fue el único artista de la época que consumió esta droga con ese mismo fin.
Arte psicodélico
El LSD está ligada al término psicodelia, una palabra creada por el anteriormente mencionado Humphry Osmond y el escritor Aldous Huxley un día de 1953 en el que ambos habían ingerido mescalina. El autor de 'Un mundo feliz' es uno de los literatos que más alucinógenos consumía, de hecho escribió 'Las Puertas de la Percepción', una obra sobre los efectos de la mescalina y su influencia en el modo de ver de las personas, la religión y el arte. El título de este ensayo fue escogido como nombre de la que llegaría a ser una de las mejores bandas de rock de la historia: The Doors.
El teclista de la banda formada en Los Ángeles, Ray Manzarek, explicó el porqué del nombre en una entrevista: "Habíamos tomado LSD y habíamos abierto las puertas de la percepción. Y vimos que éramos iguales, tal vez mejor, a cualquier otra generación que hubiera existido, que podíamos hacer lo que fuera (...) Estábamos llenos de vida".
The Doors no fueron los únicos que abrazaron la psicodelia. Muchos grupos de la década de los sesenta probaron el LSD con el objetivo de experimentar sus efectos y aplicarlos en su música, como The Beatles. Dos de los mejores álbumes de la banda de Liverpool están impregnados por el alucinógeno: 'Revolver' y 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', situados en la lista de los 500 mejores álbumes de la Historia elaborada por la revista Rolling Stone en el tercer y primer puesto, respectivamente. Todavía se recuerda ese viaje espiritual de la banda a la India lleno de meditación y psicotrópicos, según cuenta la leyenda.
De hecho, en el 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' se encuentra la canción 'Lucy in the Sky with Diamonds'. La leyenda dice que iba dirigida al LSD (solo hay que unir las iniciales más importantes de la canción). No obstante, la banda lo negó repetidas veces. Sea cierto o un bulo, la lista de grupos que tomaron LSD e hicieron referencia a los efectos psicodélicos es larga: The Beach Boys con 'Good Vibrations', Grateful Dead con 'Viola Lee Blues', The Who con 'Magic Bus', Jefferson Airplane con 'White Rabbit', Jimi Hendrix con 'Purple Haze', Pink Floyd con 'Shine on you Crazy Diamond', The Ramones con Journey to the center of the mind'... Por eso no es de extrañar que otros músicos contemporáneos decidieran seguir su ejemplo, como A$AP Rocky. El rapero lanzó en 2015 el tema 'L$D (LOVE x $EX x DREAMS)' acompañado de un videoclip con una clara influencia de elementos psicodélicos.
El ácido lisérgico, el 'niño problemático' descubierto accidentalmente hace 80 años por Albert Hofmann dejó su impronta en la historia del siglo XX. La música, la literatura e incluso la Guerra Fría fueron elementos influenciados por esta droga. La leyenda de sus capacidades psicodélicas es tal, que incluso hoy en día algunos científicos de Silicon Valley la toman en microdosis para mejorar su rendimiento.
Su mito ha sido construido, principalmente, por los consumidores con un estatus socioeconómico alto y su aplicación científica. Fuera de esto, lo que hay es una droga ilegalizada por las Naciones Unidas cuyos efectos son impredecibles, pudiendo cambiar rápidamente las emociones en pocos momentos o experimentar dos o más de ellas de forma simultánea. Sus síntomas contrastados varían desde el aumento en la presión sanguínea y el ritmo cardiaco hasta el entumecimiento corporal. Así que, a no ser que alguien sea un neurólogo de Silicon Valley, una estrella de la música o un exitoso literato, lo mejor será pensarse dos veces el acercarse al niño más problemático de todos.