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K-Pop: el fenómeno fan que está cautivando a los jóvenes de todo el mundo
Hace diez años, nadie hubiera esperado que una de las modas musicales con más adeptos del mundo pudiera ser la música coreana. Un idioma distinto y complejo, una cultura opuesta en muchos aspectos. Pero primero llegó PSY, luego BTS y quién sabe hasta dónde pueden llegar.
02 Julio 2019
|Contra todo pronóstico, los últimos años han traído la irrupción de la música coreana en el panorama internacional. Corea del Sur es un país que está muy avanzado tecnológicamente, y dentro de lo que cabe, también cultural y políticamente. Desde luego, es de los países asiáticos más occidentalizados, y cuenta con una economía de las más poderosas del mundo, pese a su pequeño tamaño, con China y Estados Unidos como principales importadores de sus productos industriales.
Todo esto era razonablemente conocido por todos, pero nadie esperaba que la globalización acabara convirtiendo a Corea del Sur en una de las mayores potencias musicales del mundo. El público asiático sí que se encontraba razonablemente a su alcance, y con enormes mercados como pueden ser el chino o el japonés, no dejaba de ser un potencial económico para la cultura coreana brutal. Pero que llegara algún cantante coreano a las listas de éxitos musicales de cientos de países de los cinco continentes era una verdadera quimera hace unos años.
El primer éxito llegó con PSY. Un cantante y rapero de la capital del país que con su Gangnam Style consiguió en el año 2012 batir el récord de visualizaciones de la historia de Youtube, con más de tres mil millones.
Para entender las dimensiones de este éxito, ese galardón lo ostenta en la actualidad el 'Despacito' de Luis Fonsi, canción de la que todos y cada uno de nosotros acabamos hartos de escuchar el verano de 2017.
¿Por qué se hizo famoso el Gangnam Style?
Todos sabemos que el Gangnam Style, musicalmente, no era nada del otro jueves. Ni la voz de Park Jae-Sang (sí, así se llamaba el amigo), ni la instrumentación son como para encandilar a medio mundo. Pero pese a que la canción no es de matrícula de honor (ni de sobresaliente ni de notable), el gran mérito que consiguió es superar la barrera del idioma, y poner a niños y mayores a chapurrear un coreano macarrónico solo comparable con el inglés del Príncipe Gitano. No hay más que ver la imitación que hizo Santiago Segura en 'Tu Cara Me Suena', quien tras una semana de ensayos, fue suspendido por su profesora de coreano.
Probablemente fuera el increíblemente pegadizo estribillo, y la sencilla, divertida e imitable coreografía lo que llevó al éxito a PSY, como ya sucediera con uno de los himnos patrios más escuchados en todo el planeta, La Macarena. Ambas coinciden en la absoluta casualidad de su éxito. Si creéis en las casualidades, claro. También se puede pensar que teniendo Corea una economía tan boyante se movieron los hilos suficientes para que un personaje de la farándula del país de extremo Oriente abriera la veda a una industria musical con ganas de coger fuerza a nivel internacional. Aunque puede que sea demasiado retorcido, quién sabe.
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El ascenso de BTS
Seis años después, le llega el turno a BTS (qué tendrán los coreanos con las tres siglas), una 'boyband' formada por siete jóvenes autóctonos en el año 2013, cuya fama entre la Gen Z de todo el mundo se disparó, especialmente en los últimos años, hasta el punto de tener canciones con artistas como Nicki Minaj, Steve Aoki, Juice WRLD, Zara Larsson, Charli XCX o Halsey.
Es evidente que la música de BTS parece mucho más seria que el hit de PSY, pero si hay que buscar una razón para entender por qué BTS está teniendo mil veces más éxito que, por ejemplo, el que tuvo nuestra 'boyband' Auryn, la diferencia no es desde luego musical. Probablemente donde consigan los puntos extra que les han llevado a donde están sea el manejo de las redes sociales, tan esenciales, y tan difíciles de llevar (y si no, no hay más que preguntar a Cepeda y su 'estrecha' relación con el público de Twitter). Muestran sus vidas en vídeos, y consiguen de una forma muy atractiva captar nuevo público y mantener contento al que ya tienen, que es inmenso. Su cuenta oficial tiene más de 20 millones de seguidores, mientras que su club de fans casi 4. Unas cifras estratosféricas.
Embajadores de Unicef, su emotivo discurso en la ONU terminó por convencer a los más escépticos con el K-Pop y a darles una oportunidad a BTS. Desde luego, lo que sí lograron con sus palabras fue el respeto de todos. BTS demostró ser más que un producto comercial, tener identidad propia y unas ideas integradoras y libres.
Pero volviendo a lo que nos concierne, lo relativo a sus canciones, estas mezclan melodías pop con rap, todo ello en coreano con alguna frase en inglés. De hecho, podrían pasar por música comercial estadounidense sin ningún problema, e incluso ser algo así como los 'Panda a tope' coreanos. ¿Seguro que no hay mensajes subliminales del ejército coreano en sus temas?
Otro de los puntos clave de este grupo son sus videoclips. Hay dinero sobre la mesa y eso se nota. Destacan en todo momento los colores y la coreografía de estos chicos, con una vestimenta urbana totalmente occidental y muchos cambios de escenario. Su imagen también es interesante, cada uno con un color de pelo diferente, pero todos ellos con un peinado que de pequeños seguro hubiéramos llamado "los del pelo seta". Es cierto que, en general, no son el colmo de la expresividad facial, y su ausencia de vello facial les da un cierto aire andrógino.
En España, su éxito no ha sido tan grande como en otras partes del mundo en las que son la obsesión de todas las adolescentes, pero también están causando sensación. Y si echamos unas cuentas sin entrar en detalle, solo el rendimiento económico de sus redes sociales, los 500 millones de visitas que reciben por canción en Youtube, las marcas que les patrocinan y el merchandising que venden en todas partes, su poder económico es difícil de imaginar para la gente normal. La última que han sacado, una balada titulada 'Heartbeat', ha conseguido 15 millones de visualizaciones en tres días. No está nada mal.
¿Seguirán en la cima mucho tiempo?
Se puede decir que es justicia poética que alguien haya conseguido quitarle un poco del pastel del espectáculo a los Estados Unidos, Inglaterra y Latinoamérica que siempre lo han copado casi todo (hay excepciones, los suecos de ABBA, por ejemplo). Sin embargo, no dejan de ser una 'boyband' que vive del impulsivo amor de sus fans adolescentes, por lo que lo normal sería que tuvieran fecha de caducidad, como así la tuvieron los Backstreet Boys, Take That y tantos otros.
Pero la posible caída de BTS no simbolizaría en absoluto una desaparición del K-pop. No dejan de aparecer nuevas bandas y cantantes solistas que se están subiendo como la espuma. En España también tuvimos una época, larga ya, en la que eran los artistas italianos los que no dejaban de sonar en nuestras radios y aquella fiebre acabó pasando. Teniendo en cuenta que estamos en la era de internet en que las modas van y vienen a una velocidad vertiginosa, tal vez en un año haya desaparecido del mapa el pop coreano, o se consoliden como una marca musical y en unos años los 'centennials' recuerden a BTS y compañía como nosotros (MENzig incluido) recordamos a Queen, Michael Jackson o The Beatles. Suena a sacrilegio, pero vistos los gustos musicales actuales, no descartaríamos nada.