Shutterstock
Las cinco mejores rutas de Interrail con los cinco mejores destinos en cada una
Desde Múnich, Berlín o Varsovia hasta Marsella, Florencia y Liubliana. Las rutas posibles de Interrail son innumerables y seducen a miles de viajeros cada año. Sin embargo, aquí hemos seleccionado cinco itinerarios muy especiales a través de Europa Central, la Costa Azul, la Península Balcánica y muchas más regiones interesantes.
12 Junio 2019
|Interrail se trata de una compañía de viajes asociada a las principales líneas europeas de trenes de alta velocidad. En su página web existen numerosas ofertas, sin embargo, nosotros nos centraremos en una en concreto: el Global Pass de 5 viajes en tren durante un mes.
Antes de comenzar a ver las rutas, es preciso señalar dos cuestiones.
- No se puede coger el tren en tu país de origen, por lo que la decisión más común es viajar en avión a un destino determinado para emprender la ruta y volar de nuevo a casa desde el lugar final de nuestro viaje.
- Con el pase podemos coger gratis cuantos trenes queramos en un mismo día.
Este método de viaje es una de las opciones más escogidas por numerosas personas año tras año. Os dejamos las mejores rutas.
1 Londres - Bruselas - Amsterdam - Colonia - Frankfurt
Hay que aprovechar que Gran Bretaña no ha efectuado todavía el Brexit (si es que se efectúa alguna vez) para viajar allí, antes de que los obstáculos fronterizos aumenten. En cualquier caso, desde Londres viajaremos, a través del Eurotúnel, a Bruselas, espléndida ciudad donde, además de una oferta cultural exquisita, nos pondremos finos con sus platos típicos y con las cervezas del Delirium.
Desde la capital belga nos desplazaremos a Amsterdam, donde disfrutaremos de sus canales, casas flotantes y geniales museos. Además, podremos descansar en los célebres coffee shops. Así 'repondremos fuerzas' para nuestro próximo destino, Colonia.
Lo más visto
Esta ciudad alemana posee la catedral católica más alta del mundo, junto a otras edificaciones como la Iglesia de San Martín, y la posibilidad de disfrutar de un agradable paseo por el Fischmarkt y la Ribera del Rin. Próxima estación: Frankfurt.
La ciudad natal de Goethe alberga numerosos lugares de interés, como la propia vivienda donde nació el literato, la Catedral de San Bartolomé y la Ópera Antigua. Por supuesto, antes de volver a casa, es imperativo probar el Franfurter Kranz, un delicioso pastel tradicional.
Múnich - Berna - Milan - Niza - Marsella
Empezar en Múnich y acabar en la Costa Azul es otra gran opción para realizar un Interrail. En la metrópoli bávara disfrutaremos de hermosos monumentos como la Marienplatz o la Odeonsplatz, así como de hermosos jardines como el Olympiapark o el Englischer Garten.
Desde la ciudad alemana, nuestro camino continuará hacia el sureste, con destino a la metrópoli suiza de Berna, donde admiraremos la catedral gótica más alta del país, el Castillo de Thun y la belleza de los numerosos miradores que rodean la ciudad.
Posteriormente, cruzaremos los Alpes en dirección a Milán, donde podremos visitar el Duomo, la Galería de Víctor Manuel II o la Pinacoteca de Brera. Tocará decir 'arrivederci' a la ciudad Lombarda, pues nuestra ruta pasará ahora por la Costa Azul.
Niza será nuestro siguiente destino. Allí podremos realizar deliciosos paseos por el Promenade du Paillon o el de des Anglais. Además, si estamos muy cansados, siempre tendremos la opción de pegarnos un buen chapuzón en la playa.
Lo más nuevo
El final de nuestra ruta concluirá en Marsella, donde podremos relajarnos paseando por el Puerto Viejo en el barrio de Le Panier. Antes de volver a casa, eso sí, es preciso admirar la belleza de la Catedral de Santa María la Mayor.
Berlín - Praga - Viena - Venecia - Florencia
Comenzaremos la ruta desde la capital alemana, donde seremos testigos de perentorio paso del tiempo a través de lugares como la Alexanderplatz, la puerta de Brandeburgo o el Muro de Berlín. Los lugares de interés que alberga esta ciudad, meca de la música electrónica en Europa, son muy diversos, por lo que habrá que seleccionar bien antes de movernos a Praga, nuestro próximo destino.
La Ciudad Dorada es un monumento en sí mismo. Sus calles, que parecen sacadas de un cuento, evocan un ambiente medieval culminado en lugares tan especiales como el Castillo de la Ciudad, la Torre de la Pólvora o el Puente de Carlos. Pero no podremos detenernos mucho: nuestra ruta no para, y esta vez nos lleva a Viena.
La capital austríaca posee hermosos monumentos como la Catedral y la Ópera de Viena, o el Ringstrasse. El Museo de Historia del Arte es una visita obligada, pero si no podemos más, siempre podremos descansar en el Stadpark o tomar un café en el Café Central, lugar de culto con más de 150 años de historia. Después, nos desplazaremos al norte de Italia.
Concretamente llegaremos a Venecia, donde pasearemos en góndola por el Gran Canal, visitaremos lugares icónicos como el Palacio Ducal, la Plaza de San Marcos y su Basílica. Además de perdernos por sus mágicas calles, es imperativo visitar museos como la Galería de la Academia o el Museo Correr.
El atracón cultural no cesa, pues de postre nos queda Florencia. Desde la Plaza del Duomo, donde visitaremos la Catedral de Santa María del Fiore, callejearemos por la hermosa ciudad Toscana: el Ponte Vechio, el Palazzo Vecchio la Piazzale Michelangelo... Y, por supuesto, habrá que ver las Galerías Uffizi y de la Academia antes de volver a casa.
Varsovia - Cracovia - Bratislava - Budapest - Liubliana
Otra buena opción para conocer Europa Central es iniciar la ruta desde Varsovia. El casco antiguo de la capital polaca tuvo que ser reconstruido tras la II Guerra Mundial, por lo que el recorrido desde la Plaza del Mercado a través de las calles aledañas es como un viaje a través del tiempo que culmina con la famosa barbacana y el Castillo real de la ciudad.
Nuestra ruta continúa en dirección sur, hacia Cracovia. En esta ciudad, la hermosa arquitectura de la barbacana, el Castillo de Wawel, la Plaza del Mercado con la Basílica de Santa María y la imponente Torre del Antiguo Ayuntamiento contrastan con el recuerdo del Holocausto. En el antiguo judío, cercano a la Fábrica de Oskar Schindler podremos dar cuenta de ello. Además, a menos de dos horas se encuentra el campo de exterminio de Auschwitz, el cual se puede visitar reservando previamente la entrada.
El siguiente destino es Bratislava. La capital eslovaca, atravesada por el Danubio, posee numerosos lugares de interés, a pesar de ser relativamente pequeña. El paseo por el casco antiguo es precioso, y visitar la Catedral de San Martín y el castillo de la ciudad es algo imprescindible.
Siguiendo el curso del Danubio, y a menos de tres horas de Bratislava, llegaremos a Budapest. Allí habrá que decidir si visitar la ciudad incluyendo los célebres balnearios o no, pues son muchas las cosas que hay que ver en la capital húngara: el Parlamento, el Castillo de Buda, el bastión de los Pescadores, la Plaza de los Héroes, la Basílica de San Esteban... Afortunadamente, el 'goulash' típico nos repondrá todas las energías depositadas en nuestro recorrido turístico.
Finalmente llegaremos a Liubliana, capital de Eslovenia, donde nos esperará otro castillo, el de la ciudad, erigido en el siglo XII. Desde la Plaza Preseren, la más célebre de la metrópoli, accederemos a los famosos puentes de Liubliana, como el Triple Puente o el Puente de los Dragones. Sin duda, un gran destino para finalizar nuestro viaje.
Bucarest - Sofia - Skopje - Salónica - Atenas
Recorrer los Balcanes es algo que se debe de hacer por lo menos una vez en la vida. Iniciar la ruta desde 'La Pequeña París', donde podremos visitar el Castillo de Bran (no, no es el de 'Juego de Tronos') o el de Peles, así como la Plaza de la Revolución tras recorrer la Avenida de la Victoria es una opción excelente.
Posteriormente, viajaremos hacia Sofía. La capital búlgara posee una arquitectura típica de los antiguos países socialistas, además de importantes lugares turísticos como la Catedral ortodoxa de Alejandro Nevski y el Museo Nacional de Historia.
Continuando hacia el sur llegaremos a Skopje, capital de Macedonia del Norte. Allí visitaremos lugares como el Antiguo Bazar o la Fortaleza de la ciudad. Además, nos sumergiremos en la leyenda de Alejandro Magno, y entenderemos el debate que suscita su figura entre los historiadores de este país y los griegos.
Porque nuestra siguiente parada es Salónica, la segunda ciudad más grande de toda Grecia. La metrópoli alberga una historia tan extensa como el propio país heleno, y podremos dar cuenta de ello a través de la Torre Blanca o el Museo Arqueológico.
Finalmente, culminaremos nuestra ruta en Atenas, cuna de la civilización occidental. Allí podremos pasear desde Monastiraki hasta el Acrópolis, cenar en el barrio de Plaka, ascender al Monte Licabeto... Sin olvidar, naturalmente, visitar el Museo Arqueológico y comer un 'gyros' en la Plaza Syntagma, al lado del Templo de Zeus, antes de regresar a casa.
Decía el emperador romano Adriano que los viajes constituían una "conmoción de todos los prejuicios". Y es cierto: al viajar no solo conoces personas y lugares nuevos, sino que se te presentan múltiples realidades que, de otro modo, jamás te hubieras planteado. Así que, no lo dudes: coge tu mochila y atrévete a recorrer Europa.