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¿Está de moda ser infiel? Guía y consejos sobre cómo afrontar y superar una infidelidad
Ahora que parece que las infidelidades están a la orden del día, te traemos una guía sobre cómo afrontarlas e intentar salir adelante.
13 Febrero 2020
|"¡Esta sociedad va a peor!". Eso es lo que muchos piensan recientemente, o lo pensamos cada vez que aparece un reality nuevo. La mayoría de estas veces, estos realities tienen el amor o las relaciones sexuales como núcleo principal alrededor del que se desarrolla las tramas. Y la imagen que proyectan puede ser peligrosa, sirviendo la receta para que las relaciones interpersonales vayan a peor.
De hecho, diversos estudios señalan que las relaciones de pareja en la generación Z son más nocivas y dañinas que en la generación anterior. Comportamientos tóxicos, falsas liberaciones sexuales... y, sobre todo, tener menos en cuenta los sentimientos, deseos y necesidades de las otras personas.
Pero no hemos venido a salvar al mundo de las relaciones tóxicas, sino a hablar de infidelidades, un tema candente últimamente entre tantas tentaciones. Vamos a comprobar si hay varios tipos, qué consecuencias traen y por qué se producen. Y, sobre todo, cómo salir adelante después de una de ellas, ya que una infidelidad no solo supone la pérdida de confianza en una pareja, sino que mella tremendamente la seguridad de la persona a la que no se ha respetado. Lo vemos a continuación.
¿A qué consideramos infidelidad?
Cuando pensamos en infidelidades nos imaginamos, directamente, que nos han puesto los cuernos. Pero, ¿hasta qué punto? Algunas personas no considerarían infidelidad un rollo de una noche en una discoteca (un morreo de 20 segundos y ya), otras sí; algunas no considerarían infidelidad tontear o tratar de ligar con otra persona, otras sí... En lo que parece que, definitivamente, sí hay consenso, es en el tema del sexo. Acostarse o tener relaciones sexuales (sean del tipo que sean) con otra persona (u otras) personas está considerado, para casi el 100% de la población, infidelidad. A lo que vamos es que no hay una línea clara y objetiva que delimite lo que es o no infidelidad, sino que lo que significa ese concepto se ha ido imponiendo poco a poco.
Y tampoco debería ser así: lo que es o no infidelidad radica en lo que la pareja consensúe como tal. Si sabemos que algo va a dañar o hacer sufrir y es irrespetuoso para nuestra pareja, puede ser infidelidad. Ponemos varios ejemplos: puede pasar que una pareja apueste por una relación abierta en la que, siempre y cuando hubiera comunicación y sinceridad entre ellos, el sexo con otra persona no estuviera vetado. En ese caso, el mismo acto no sería infidelidad.
También lo vemos con las relaciones de poliamor. Muchos piensan que poliamor es poder acostarse con quien sea sin ningún tipo de compromiso o respeto por las otras personas, pero nada más lejos de la realidad. Así que, en resumen, infidelidad es lo que las dos partes acuerden que lo es. Está muy ligado al concepto de lealtad, en el que se deberían basar todas las parejas. Para algunos, ver cómo nuestra pareja intenta seducir a otra persona, aunque luego no pase nada, es un ejemplo de deslealtad, mientras que para otros no. De nuevo, todo es consenso.
Lo más visto
¿Qué trae consigo la infidelidad?
Aunque también puede tener consecuencias para la persona que ha tomado parte activa en esa infidelidad, vamos a centrarnos en quienes se han visto directamente afectados.
Desconfianza, inseguridad, culpa, inestabilidad... son algunas de las reacciones más comunes cuando sufrimos una infidelidad. Y si estas se dieran solo contra una pareja, sería fácil: se rompe y ya está. Pero por desgracia, no lo es. Estos pequeños traumas quedan grabados por completo en nuestras cabecitas (y corazones) y desde entonces marcarán, de un modo u otro, nuestro sentir con el resto de relaciones que tengamos.
La inseguridad que te crea que te engañen una vez determinará todas las futuras relaciones. Y es que, lo más seguro, es que tengamos la autoestima baja y necesitemos saber qué hace nuestra pareja en todo momento, lo que fomenta otro tipo de comportamientos que podrían considerarse abusivos. Entonces, una infidelidad no es un momento concreto, no es superarla y ya; en la mayoría de los casos es algo importante que te impide durante un tiempo tener la confianza necesaria para estar en una relación estable y sana.
Lo que para una persona son 30 segundos o 2 horas de lío o de polvo, para otra puede costarle mucho más caro. Así que tened cuidado.
Consejos prácticos para superar una infidelidad
- El perdonar o no depende única y exclusivamente de cada persona. Por supuesto, la gente crece, cambia y se da cuenta de las cosas, pero muchas veces hay que tener también muy presente la mella que ha hecho en nosotros esa infidelidad y de qué manera vamos a poder gestionar, a partir de ahora, otro tipo de situaciones.
- Intentar, por encima de todos los medios, no culpabilizarse. Que nos hayan sido infieles no significa que no valgamos nada.
- Es importante que, en caso de ruptura, seamos capaces de detectar cuándo nos sentimos inseguros con otras parejas por esa situación que vivimos en su momento y comunicarlo, para hacer más fácil que se creen lazos de confianza.
- No vengarse. No podemos vengarnos de una infidelidad. A nadie le gusta que le engañen, pero no podemos liarnos con otra persona y entrar en un bucle de dinámicas dañinas en la pareja.
- Pedir ayuda. A quién sea, amigos, familia, profesionales... pero no podemos guardarnos todo por el "qué pensará la gente". Pedir ayuda es necesario para superarlo.