Hydrofoil y eFoil surfing, o cómo surfear y tener la sensación de volar al mismo tiempo
El mundo del surf lleva años viviendo una revolución en EEUU. Una revolución llamada hydrofoil (o eFoil en su variante eléctrica), una tecnología que te permite volar literalmente por encima de las olas con total libertad. Descubre en qué consiste y cómo se practica.
14 Junio 2021
|El mundo está constantemente actualizándose e innovando en todas las disciplinas de la vida, también las deportivas. La tecnología ha revolucionado la mayoría de los deportes, y por supuesto, el surf no se queda atrás. Las tablas de surf tradicionales están condenadas a desaparecer a medio plazo, al margen de los nostálgicos que añoren el producto original. Vivimos en la era inicial del hydrofoil o eFoil surfing, una forma alternativa de disfrutar del surf que nos llevará a otra dimensión (y a otro nivel de dificultad, también hay que decirlo).
Qué es el hydrofoil: esta es la historia de su aplicación al surf
El hydrofoil surfing consiste en mezclar el surf tradicional con la innovación del hydrofoil. Se trata, por tanto, de aumentar considerablemente el tamaño de la quilla submarina de las tablas de surf. Con esta nueva quilla hidrodinámica, la tabla no tiene contacto con el agua, sino que se eleva sobre ella, aumentando sobremanera la velocidad y las posibilidades de hacer auténticas maravillas sobre la tabla. Pero sin duda, nada como esa sensación inicial de estar volando sobre el mar, cumpliendo un sueño milenario de nuestra especie.
Hablábamos antes de innovación a la hora de referirnos al hydrofoil, pero esta tecnología como tal surge en la primera década del siglo XX, como una forma de dar más velocidad a los barcos sin tener la necesidad que gastar mucho más combustible al evitar el efecto de las olas. El hidroala original corrió a cargo del ingeniero italiano Enrico Forlianini, cuyo trabajo fue estudiado por los grandes inventores de la época.
A mediados del siglo XX, los hidroplaneadores desembarcaron, y nunca mejor dicho, en el mundo del deporte marítimo, por el interés de muchos deportistas en perfeccionar su experiencia. No obstante, el surf tardó unas décadas más en relacionarse con el hydrofoil, a través del windsurf o el kitesurf, hasta que finalmente el hidroala llegó al surf a finales de la primera década de los 2000.
e-Foil: la versión eléctrica que nos muestra la tabla de surf del futuro
En poco más de una década, el hydrofoil surfing ha evolucionado a tal ritmo que ya tenemos una nueva tabla de surf con hidroala y motor eléctrico, el e-Foil o efoiling, la hidroala con motor eléctrico que se conecta y controla a través de mandos inalámbricos vía Bluetooth.
El primer modelo oficial nace en 2016 con la empresa Lift Foils, creada por Nick y Michael Leason. La clave está en que la tabla sigue tus órdenes y ajusta la potencia del motor a través del mando, que se engancha a tu muñeca. Tanto la batería de litio como todos los componentes eléctricos se sitúan debajo de la primera capa de la tabla de surf, protegidos por una caja con resistencia IP68. El material del foil y la velocidad del hidroala eléctrico dependerá de los muchos fabricantes que han aprovechado la idea de los Leason, pero suelen ser de metal y fibra de carbono y alcanzar hasta los 50 km/h.
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Ventajas y desventajas del hydrofoil surfing o del e-Foil
Ya sea con el hidroala de siempre o en su versión eléctrica, esta modalidad de surf cuenta con grandes pros y contras. Con el foil, sobre todo si es eléctrico, no dependerás de las condiciones meteorológicas para poder surcar los mares. En el surf de toda la vida, como no vayas a determinadas playas y tengas suerte, ya puedes olvidarte de divertirte sobre la tabla. Con el hydrofoil, cualquier ola pequeña, o incluso la tranquilidad del mar, no te privarán de vivir la experiencia. Además, la mayor velocidad y movilidad que adquiere la tabla con el hidroala da pie a mayores experimentos y cabriolas otrora imposibles.
Y entonces, si tan espectacular es, ¿por qué sigue siendo minúsculo en comparación al surf de siempre? Hay dos motivos principales. El primero, su desorbitado precio. Tanto el alquiler como, sobre todo, la compra de estas tablas son inalcanzables para el presupuesto de la mayoría. Olvídate de conseguir una por menos de 5.000 euros. Luego está su dificultad. Si pensabas que aprender a hacer surf era complicado, es porque no has montado en una tabla de surf con hydrofoil. Conducir por encima del agua cambia tu centro de gravedad, rediseñando los estándares y posturas de equilibrio. Incluso el más experto tendrá que pasar por un largo proceso de aprendizaje, con muchas caídas al agua. Unas caídas que pueden llegar a ser peligrosas dada la longitud del foil, la velocidad que coge y los materiales de los que están hechos. Si no tienes cuidado, puedes terminar cortándote o haciéndote daño.
Eso sí, una vez superado el mal trago, te espera un universo por descubrir.