La verdadera historia de 'Cocaine Bear', el "oso vicioso" que consumió 30 kilos de cocaína
La nueva película 'Cocaine Bear' muestra la historia real de un oso que consumió accidentalmente 40 bolsas de cocaína. ¿Qué pasó con él?
25 Octubre 2022
|El término guilty pleasure lo inventaron para películas como 'Cocaine Bear'. Traducida al castellano como 'Oso vicioso', en un alarde más de originalidad patria, esta película cuenta la historia de un oso que se encuentra 30 kg de cocaína en un parque natural estadounidense. El oso, al ingerir toda esa droga, se convierte en un despiadado asesino en serie que va dejando víctimas allá por donde pasa.
'Cocaine Bear' se trata de la cuarta película como directora de Elizabeth Banks, que buscará redimirse después del fracaso de su criticada versión de 'Los ángeles de Charlie'. Para ello cuenta con un excelente reparto, en el que destaca Ray Liotta ('Uno de los nuestros', 'Campo de sueños'), recientemente fallecido. Margo Martindale, ganadora de tres premios Emmy, o Jesse Tayler Ferguson, conocido por su papel de Mitchell en 'Modern Family', son otros de los actores que acompañan a Liotta en esta surrealista aventura.
Pero, ¿y si os dijéramos que 'Cocaine Bear' esta inspirada en hechos reales? ¿Y si os dijéramos que sí hubo un oso pardo que consumió esa cantidad de droga al encontrársela en una reserva natural? Vamos a repasar la verdadera historia de 'Cocaine Bear', cuyo final está 'ligeramente' alterado en la película.
La historia real de 'Cocaine Bear': no, no se puso a matar gente; murió de sobredosis
Quizás descubrir que la historia real del oso cocainómano no es tan sangrienta como la de la película será una decepción para muchos espectadores, pero es igualmente inverosímil. Los hechos discurrieron en el año 1985, cuando Andrew Carter, un expolicía paracaidista convertido en narcotraficante, volaba desde Colombia hacia Estados Unidos con un cargamento de más de 30 kg de cocaína, con un valor de 14 millones de dólares. Fue mientras sobrevolaba Knoxville, en Tennessee, cuando puso su avioneta en piloto automático para hacer la entrega de la mercancía en Kentucky. Algo debió fallar cuando tuvo que saltar de la avioneta en paracaídas y el aparato se estrelló en el inmenso Chattahoochee National Forest.
La suerte no sonrió esta vez a Carter, al que le falló y no se le abrió el paracaídas. Las autoridades localizaron en seguida su cuerpo, pero no así el de la avioneta, que apareció tres meses más tarde. En ella encontraron las 40 bolsas donde se transportaba la cocaína, pero prácticamente vacías. Lo que en un primer momento parecía un robo y poco después se tornó en una situación muchísimo más surrealista. Los agentes encontraron el cuerpo sin vida de un oso de 79 kg, unos 150 kg menos que el de la película.
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El animal no pudo soportar los 30 kg de cocaína y murió con el estómago y el organismo lleno del polvo blanco. Sufrió una hemorragia cerebral, fallo respiratorio, hipertermia, fallo renal y un ataque al corazón que finalmente acabaría con su vida. Según los médicos forenses que examinaron el cadáver, no existe un mamífero capaz de consumir tanta cantidad de cocaína en tan poco tiempo sin sufrir una muerte inmediata. De hecho, el torrente sanguíneo del pobre animal, apodado por los medios de la época como "Pablo Escobear", solo llegó a absorber entre tres y cuatro gramos de sustancia antes de que le diera el ataque.
¿Qué fue de 'Cocaine Bear'?
La historia no acaba aquí. En un último giro de guion de la vida real, y aprovechando que el exterior del oso estaba en perfectas condiciones, se procedió a disecar el cuerpo del animal. La idea principal era donarlo al propio Chattahoochee National Forest, pero el destino no quería que el oso más famoso desde Winnie The Pooh acabara ahuyentando a animales salvajes en la puerta de cualquier cabaña del bosque nacional.
'Cocaine Bear' desapareció un tiempo, sin saber quién lo había robado. No se volvió a tener constancia de él hasta tiempo después, en una casa de empeños de Nevada. Allí, Waylon Jennings, un famoso cantante de country, se hizo con él, y lo convirtió en toda una excéntrica atracción turística para millonarios en Las Vegas. Finalmente, en 2016 fue llevado a Kentucky, donde está al alcance de cualquiera en el Kentucky Fun Mall de Lexington. Seguro que allí se están frotando las manos ante la repercusión que generará la película, que se estrenará en abril de 2023.