La familia Gucci, la dinastía más polémica del mundo de la moda
La esperada película 'The House of Gucci' mostrará un episodio tormentoso de la familia Gucci. Pero, conociendo la historia de la dinastía, más que una película podrían hacer una saga.
10 Marzo 2021
|Ridley Scott. no sabes dónde te has metido. El afamado director lleva 15 años intentando hacer una película sobre una de las familias más polémicas, excéntricas e interesantes del siglo XX, la familia Gucci. Y por fin, el 24 de noviembre de 2021, cuando se cumple un siglo desde que Guccio Gucci abriera la primera tienda en Florencia, colmará sus deseos con 'House of Gucci', basado en el libro del 2000 de Sara Gay Forden cuyo título es algo más largo: 'The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed'.
Un título tan extenso como la historia de la dinastía italiana. De hecho, Scott se centrará únicamente en las décadas de los 80 y 90, cuando todos los conflictos de la familia explotaron por los aires. Para ello, el director se ha rodeado de un impresionante elenco de actores:
- Lady Gaga como Patrizia Reggiani
- Adam Driver como Maurizio Gucci
- Jeremy Irons como Rodolfo Gucci
- Al Pacino como Aldo Gucci
- Jared Leto como Paolo Gucci
Pero hoy no hablaremos de los actores, ni de que Leonardo DiCaprio y Angelina Jolie iban a ocupar el puesto de Adam Driver y Lady Gaga en 2006, cuando Ridley Scott intentó llevar a cabo por primera vez la película sin éxito, por la negativa de la familia. Tampoco hablaremos de todos los nombres que surgieron entonces para el papel femenino (Penélope Cruz, Margot Robbie...), ni de que Robert de Niro estuvo a punto de repetir como familiar de Al Pacino en una película, al igual que en aquella que los catapultó en los 70.
Hoy vamos a hablar de los verdaderos protagonistas, los Gucci, Patrizia Reggiani y tantos otros nombres que revolucionaron para siempre la moda y el concepto de 'familia desestructurada'. Prestad atención primero al árbol genealógico de aquí abajo, y después preparaos para una montaña rusa de emociones al más puro estilo italiano.
De Guccio Gucci a Aldo: 30 años de esplendor
Guccio Gucci nació en Florencia en 1881, y desde muy pronto mostró un interés por los artículos de cuero y la moda. En 1906 fundó Gucci, todavía como una talabartería (fábrica de cuero) alejada de lo sería finalmente. Poco después se mudó a Londres, donde trabajaría como botones en el prestigioso Hotel Savoy. Allí fue testigo de todas las tendencias de la moda y del lujo que envolvía a la alta sociedad. Al regresar a Florencia, aprovechó sus conocimientos previos y su experiencia en Londres para levantar su primera tienda Gucci en 1921. Rodeado de artesanos especializados en cuero florentino, sus creaciones destacaron por su calidad, y pronto despertaron el interés de la clase pudiente. Gucci acababa de despegar.
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Tres de sus seis hijos, Aldo, Vasco y Rodolfo, ayudaron a su padre a la hora de crear un sello personal y expandirse más allá de Florencia: primero Milán y Roma, más tarde París, y por último Nueva York en 1953, tan solo dos semanas antes de la muerte de Guccio.
El patriarca no era partidario de salir de Italia, o como mucho, de Europa, al contrario que sus hijos, especialmente Aldo (interpretado por Al Pacino en 'House of Gucci'), con una visión mucho más global y moderna. A pesar de sus diferencias, la destreza de Aldo con los negocios hizo que Guccio le nombrara sucesor, mientras Vasco y Rodolfo se encargarían de la producción y el diseño, respectivamente.
Gucci cayó de pie en Estados Unidos. Las estrellas de Gucci se enamoraron de la insignia 'GG' y la lucían siempre que podían. No eras una verdadera estrella de Hollywood en los 50 si no lucías Gucci.
De Aldo a Paolo: 30 años en los que la familia empieza a romperse
Guccio Gucci falleció en 1953, año en el que Gucci se consolidaba como la marca de lujo más importante tras aterrizar en NY. Era el turno de Aldo, el hijo mayor de Guccio y un personaje que arrasaba... en todos los sentidos. Firme cumplidor del estereotipo de hombre italiano, se le atribuyeron numerosos romances a lo largo de su vida, incluido un affaire con una monja en un tren. Al poco de cumplir 50 años, mantuvo una relación fuera del matrimonio con su secretaria de 18, con la que tuvo una hija, Patrizia Gucci, a la que presentó en sociedad el propio Aldo dos décadas después de su nacimiento de la mejor manera posible: otorgándole un asiento en el comité ejecutivo, siendo la primera mujer en llegar tan alto en el imperio Gucci.
Mientras, Aldo Gucci seguía casado con Olwen Price desde los 22 años, un matrimonio que dejó tres hijos, entre ellos Paolo Gucci (Jared Leto en la película), con un papel fundamental en la caída de la dinastía, como veremos a partir del siguiente párrafo.
Párrafo que comienza con un suceso más importante de lo que pudiera parecer. Vasco Gucci, hermano de Aldo y Rodolfo y bisagra entre ambos, fallecía en 1974. Sus dos consanguíneos se repartieron la empresa al 50% para evitar disputas, pero la paz duró poco. Paolo Gucci, tan creativo como problemático, convenció a su padre de que el papel de este en la empresa familiar había sido mucho más importante que el de Rodolfo, su tío. Aldo decidió crear una subsidiaria de perfumes Gucci, que controlaría mayoritariamente junto a sus hijos, sin contar con Rodolfo, lo que abrió la primera brecha familiar.
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Paolo, no contento con el liderazgo de los perfumes de Gucci y la vicepresidencia de Gucci Shops que le había dado su padre, quiso lanzar su propio negocio usando el nombre de la marca, circunstancia que volvió a unir a Aldo y a Rodolfo a fin de impedir que Paolo se saliera con la suya. Padre y tío llevaron a su hijo y sobrino, respectivamente, a juicio. Era 1983, Paolo abandonaba Gucci y la guerra había estallado.
De Paolo a Patrizia Reggiani: 15 años de cárcel y crímenes
Habíamos dejado el anterior capítulo con Paolo abandonando Gucci. No penséis que cogió su abrigo, se despidió de sus trabajadores con una caja de mantecados y salió con una sonrisa. La ira por no haber desarrollado su proyecto le hizo delatar a su padre ante un juez acusándole de evasión de impuestos, delito por el que Aldo entraría en prisión un año y un día en 1986, con 81 años de edad.
La traición de Paolo sería el primer golpe que recibiría su padre en 1983. El segundo, la muerte de su hermano Rodolfo, que llevó al hijo único de este, Maurizio Gucci (Adam Driver en la película), a heredar el 50% de las acciones de la compañía. El objetivo de Maurizio estaba claro: eliminar a su tío Aldo de la empresa. La batalla que los enfrentó finalizó en 1986, con el ingreso de Aldo en prisión que le terminaría costando el puesto como director. El nuevo 'Padrino' era Maurizio.
Sin embargo, no le salieron demasiado bien las cosas. La firma se había devaluado por las rencillas familiares y por un cambio de tendencia en la moda, donde el street style empezaba a coger fuerza en las pasarelas. En 1988, Maurizio vendió el 47,8% de Gucci al fondo de inversión de Baréin Investcorp, pero no logró frenar la caída. A principios de la década de los 90, la empresa de su abuelo se encontraba en números rojos por la Guerra del Golfo, que había disminuido los ingresos en el mercado pérsico de lujo, así como por los dos proyectos faraónicos que Maurizio mandó construir en Florencia y Milán. Su único momento de lucidez por aquel entonces fue contratar en 1990 a Tom Ford, quien restablecería más adelante el poder y la relevancia de la firma, ya sin su familia al poder. Y es que, en 1993, Maurizio decidió vender el resto de sus acciones a Investcorp, dimitiendo como CEO de Gucci. 72 años después de aquella primera tienda en Florencia, Gucci dejaba de pertenecer a los Gucci.
La historia no termina ahí, ni mucho menos. Es ahora cuando entra en escena el personaje maquiavélico de la familia, la conocida como 'Lady Gucci' (que, coincidencias del destino, interpretará Lady Gaga): Patrizia Reggiani.
Patrizia Reggiani, esposa de Maurizio Gucci, conoció al 'nietísimo' a principios de los 70, y se casó con él en 1973 a pesar del rechazo de Rodolfo Gucci, padre de Maurizio. Tras 20 años de relación y lujos, la pareja se divorció oficialmente en 1991, aunque llevaban separados desde 1985, cuando Maurizio comenzó otra relación con una mujer más joven. Tras el divorcio, Patrizia estaba sin blanca, y lo más importante, había perdido su estatus social. La desesperación la llevó, con la inestimable ayuda de su vidente, a contratar a un sicario de poca monta para asesinar a su exmarido. Así, el 27 de marzo de 1995, Maurizio Gucci recibía cuatro disparos a plena luz del día en el hall de sus oficinas en la Vía Palestro, Milán, que le costaron la vida.
Tras una ardua investigación, en 1998 Patrizia Reggiani, conocida desde entonces como 'la viuda negra', fue condenada a 29 años de cárcel, de los cuales acabó cumpliendo 18 por buen comportamiento. Y pudieron ser 16 con libertad condicional, a lo que Patrizia se negó, alegando que tendría que buscarse un trabajo al salir de prisión, por lo que prefería mantenerse encerrada: "Nunca he trabajado en mi vida, y desde luego no lo voy a hacer ahora". Una Working Class Hero de manual.
De Patrizia a Alessandra: las sombras de la familia Gucci no han terminado
Finalmente, Patrizia salió de prisión. Lo hizo con un plan en mente: el acuerdo de divorcio con Maurizio incluía una cláusula por la cual 'Lady Gucci' recibiría un millón de euros anuales en caso de morir su exmarido. Que fuera ella quien le hubiera ordenado matar no pareció importarle ni a ella ni al juez, que dio por bueno el acuerdo. Sus propias hijas, Alessandra y Allegra Gucci, recurrieron e iniciaron una batalla legal contra su madre, negándose a darle el dinero a la persona que había puesto fin a la vida de su padre.
A este enfrentamiento se le suma la demanda interpuesta en 2020 por Alessandra contra Joseph Ruffalo, el segundo marido de Patrizia y padrastro de Alessandra, por abusos sexuales continuados durante toda su infancia y adolescencia, con el silencio cómplice de Patrizia y de la madre de esta, la abuela de Alessandra.
La marca Gucci ha sobrevivido. Su familia, no. Ridley Scott, no sabes dónde te has metido.