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Gasolina y Fórmula 1: una alianza en la que el consumidor tiene más importancia de lo que parece
Los coches de Fórmula 1 emplean una gasolina sin plomo que mejora constantemente. ¿Qué ganan las compañías petrolíferas con esto? Visibilidad y probar un combustible que será utilizado después de forma masiva por los consumidores.
26 Diciembre 2018
|El fútbol sería absurdo e impracticable sin ese balón que circula por el césped. Sin la figura de la pelota sería imposible disfrutar con ese delantero que marca los goles o con el portero que se estira para evitarlos. Pasa lo mismo con la Fórmula 1 y la gasolina. Sin la presencia de esta última no podríamos ver a los coches rodando por la pista. Ambas han estado unidas desde siempre, y a pesar de la prohibición de los repostajes en 2010 su importancia sigue siendo sustancial en un deporte tan complejo como este.
La gasolina sin plomo que usan los equipos es prácticamente la misma que la presente en las estaciones de servicio. Sin embargo, la eficiencia y una constante innovación son fundamentales para encontrar el mejor rendimiento del monoplaza. Desde 2014, todas las escuderías están obligadas a ajustarse a un determinado consumo de combustible: 100 kilogramos por carrera (105 en 2018). Esto ha hecho que las carreras se conviertan en un incesante ahorro incomprensible para muchos aficionados.
Estos, cansados de esta regla, exigen el regreso de los repostajes para aportar una más que necesaria emoción. Las carreras son más lentas que nunca con los coches más rápidos de la historia. ¿Cómo es posible? Es, sin duda, una incoherencia contradictoria. A falta de los pit stops, fiamos toda la emoción a algún choque que provoque un Safety Car donde los pilotos se compacten para unas últimas vueltas de infarto.
En el GP de Azerbaiyán, un accidente de los dos Red Bull provocó la salida del Safety Car. Valtteri Bottas, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton ocupaban las tres primeras posiciones tras la marcha del coche de seguridad. Ninguno de ellos ocupó la misma plaza cuatro vueltas después. El finlandés reventó su neumático en plena recta, la precipitación del alemán hizo que cayera hasta la cuarta posición y el británico ganó una carrera apasionante. Y para completar esta locura, Sergio Pérez subió al podio con su modesto Force India.
Consciente de este problema, la FIA decidió ampliar el pasado mes de abril el límite de combustible, que pasará de 105 a 110 kilogramos en 2019. La mejora del combustible es constante a lo largo de todo el año, por lo que cada detalle cuenta en un deporte en el que todo se decide por milésimas. Las marcas utilizan la competición para probar y mejorar un combustible que poco después usarán millones de consumidores. Por otra parte, el objetivo de las marcas es exponerse en los medios y ser conocidas por los espectadores. Y, por supuesto, lo consiguen.
Acuerdos entre los equipos y las marcas de combustible
Cada equipo de la parrilla cuenta con un acuerdo propio con una marca de combustible. A diferencia de los neumáticos, donde Pirelli es el único suministrador, cada equipo debe elegir a un proveedor único. Salvo excepciones, como el caso de McLaren, los acuerdos suelen perdurar durante un largo período de tiempo. Como veremos, la innovación y la eficiencia son dos elementos claves para una relación de éxito.
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Mercedes: Petronas
Petronas es el patrocinador principal del equipo Mercedes. La alianza se firmó a finales de 2009, y un año después la compañía malasia ya aparecía en el alerón de los coches alemanes. Actualmente está presente en el casco de los pilotos, en el mono y en varias zonas del coche. No contentos con eso, Petronas se ha convertido en patrocinador regional de la Fórmula 1 desde esta temporada. La marca ha patrocinado los Grandes Premios de China, Italia y México como parte de su estrategia comercial.
Esta alianza de éxito ha llevado a Mercedes a conquistar cinco campeonatos del mundo desde 2014. Lewis Hamilton (4) y Nico Rosberg (1) han convertido al equipo alemán en uno de los mejores de la historia a pesar de su corta trayectoria. Esto ha provocado que la marca malasia haya incrementado su notoriedad y su exposición en los medios. Según un estudio presentado en 2016, Petronas aumentó en un 40 % su presencia en los medios entre 2012 y 2015. Como vemos, la rentabilidad es mayúscula. Es lo que tiene hacer las cosas bien.
Ferrari: Shell
Ferrari y Shell forman una de las asociaciones más exitosas de la historia de la Fórmula 1. Su vinculación se remonta a 1929, cuando Enzo Ferrari fundó su equipo de carreras en la ciudad italiana de Módena. Juntos han conseguido doce campeonatos de pilotos y diez de constructores, unos números al alcance de muy pocos en los casi 70 años de historia de la Fórmula 1. Según informa Ferrari en su página web, el carburante utilizado por el equipo contiene el 99 % de los compuestos que se encuentran en los carburantes de carretera. Shell tiene una presencia menor que Petronas, aunque su logo aparezca en diversas zonas del coche.
Además, Sebastian Vettel fue protagonista de un anuncio de la marca para vincular la competición con los coches de calle y lograr así que la gente los reconociera mejor.
En el apartado de la evolución, el combustible ha supuesto una notable mejora para el rendimiento del Ferrari en las últimas temporadas. Guy Lovett, director de tecnología de competición de Shell, lo explicaba así a Motorsport. "Durante los últimos tres años, con el desarrollo de nuestro combustible y lubricantes, hemos contribuido en más del 20% de la mejora de rendimiento del motor Ferrari". Por tanto, Shell ha contribuido en parte a la notoria evolución del Ferrari. En 2016, el equipo no consiguió ninguna victoria y fue tercero en el Mundial de Constructores. En 2018, Ferrari ha conseguido seis victorias y ha acabado segundo en el Mundial. Sin duda, la mejora de rendimiento es evidente.
Red Bull: ExxonMobil
La compañía francesa Total compartió todos los éxitos con Red Bull desde 2010 hasta 2013. Pero en 2017, el equipo austriaco puso fin a su acuerdo con Total y comenzó a trabajar con la estadounidense ExxonMobil. Sin embargo, ambos han tenido dificultades para desarrollar el carburante. Mientras que Mercedes y Ferrari fabrican su propio motor, Red Bull depende de Renault. Por ello, las actualizaciones recibidas en materia de combustible son menores. Además, Renault no comparte suministrador con los austríacos (utilizan BP/Castrol, al igual que McLaren), lo que complica aún más la situación.
Un mercado en el que reina la heterogeneidad
Respecto al resto de los equipos, Haas utiliza el mismo carburante que Ferrari (Shell) y Force India tiene un acuerdo con la mexicana Pemex. Por su parte, McLaren ha cambiado tres veces su proveedor en los últimos cuatro años. En 2016, su acuerdo con ExxonMobil finalizó tras dos décadas de relación. El equipo británico empezó a trabajar con BP/Castrol en 2017, pero su acuerdo solo ha durado dos temporadas. En 2019, sin Fernando Alonso, su suministrador será la brasileña Petrobras. Una muestra más de la deriva en la que está sumergida la escudería británica.
El consumidor, el gran beneficiado indirectamente
Hugo Repsold, director de producción, desarrollo y tecnología de Petrobras, confirmó la importancia de la Fórmula 1 como "banco de pruebas" por las "condiciones extremas a las que se someten los motores". Además, Repsold dejó clara su intención para el futuro. "Los nuevos combustibles y lubricantes se aplicarán en los coches de calle que usan nuestros usuarios en su día a día", concluyó.
Los mensajes de las marcas inciden en la sostenibilidad, la búsqueda de la excelencia y en una evolución constante pensando en los consumidores y en el futuro. Utilizan a la Fórmula 1 como banco de pruebas para probar y mejorar sus combustibles y aumentar su presencia en los medios de comunicación. Marcas como Petronas y Shell saben que su inversión tiene su recompensa en un deporte en el que la gasolina es imprescindible. Como el fútbol y ese balón en el que están puestas las miradas de los espectadores.