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Entornos tóxicos: cómo detectarlos, qué consecuencias tienen y cómo conseguir tu desarrollo personal a pesar de ellos
Lidiar con un entorno en el que el desarrollo personal no es sencillo, ya sea por toxicidad o por actitudes negativas. Te ayudamos a intentarlo y a no tirar la toalla.
| 04 Enero 2023
Sin necesidad de llegar a ser tóxico o abusivo, no siempre estamos en un entorno idóneo para nuestro desarrollo personal. El qué dirán, la sobreprotección o los propios problemas e inseguridades de los que nos rodean nos pueden coartar de vivir nuestra vida.
Para poder trabajar en la relación entre tu entorno y tu desarrollo como persona, lo primero es darse cuenta de qué persona y qué actitudes son las que no te gustan.
Lo fundamental es detectar que estás en un entorno así
Como en todo, nada es blanco o negro. Cada persona y cada relación es un mundo, por lo que no todo es extrapolable para todos los casos. Partiendo de este recordatorio, hay claros rasgos que definen a lo que se conoce como una persona tóxica.
Egocentrismo, falta de empatía y desconsideración son algunos de los más obvios, aunque también los hay que no solo traspasan tus límites, sino que además te hacen sentir mal por tenerlos. Hay quienes te manipulan emocionalmente con comentarios sutiles en momentos que deberían ser para la alegría y también existen personas que harán lo imposible por minimizar tus opiniones y tus logros.
Estos rasgos se pueden manifestar en mayor o menor medida y por separado o combinados entre sí. Según la psiquiatra Marian Rojas Estapé, es importante darse cuenta de lo que esa persona genera en mí y si es un sentimiento que solo se me despierta a mí o es una persona conflictiva en su entorno. A partir de ahí, cabe preguntarse por qué nos afecta tanto. ¿Es porque nos exige? ¿Porque nos cuestiona? ¿O es realmente porque su actitud es negativa?
Si se trata del último caso, comprender por qué esa persona es así, nos ayudará a sentirnos aliviados. No se trata de justificar sus acciones, sino ver que no siempre es algo personal hacia ti. Vivir en base a ti mismo no es un capricho sino una necesidad, pues la tensión que pueden generar este tipo de ambientes puede hacer que llegues a somatizar tu estrés en enfermedades físicas.
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Cómo te afecta este entorno
Cuando nos estresamos, la hormona del cortisol aumenta, y una subida excesiva y mantenida de esta sustancia en nuestro cuerpo puede llegar a causar problemas de salud tanto mentales como físicos. La ansiedad, la depresión o los problemas para conciliar el sueño son algunos de los más comunes, pero este estrés puede causar dolores de cabeza, problemas digestivos, deterioro de la memoria e incluso un aumento en la presión arterial que derive en problemas cardiovasculares.
Quienes viven en un entorno disfuncional, ya sea familiar o sentimental, es probable que desarrollen un estilo de apego no seguro (ansioso o evitativo), una mayor dependencia emocional y un sentimiento de hipervigilancia. ¿Y qué podemos hacer para lidiar con todo ello y avanzar como personas?
Cómo afrontar un entorno tóxico
A veces una labor didáctica y explicar cómo te sientes pueden sanar aquello que te hace daño de una persona. Pero en otras ocasiones, esto no es posible por mucho esfuerzo que pongas en ello. Y aceptarlo no significa resignarse, pero sí dejar de frustrarse por cosas que no tienen solución.
Tener claros cuáles son tus valores y principios será fundamental para construir un escudo que filtre los comentarios hirientes y otros malos gestos. Debes formarte y fortalecerte para que esto no te afecte en tu salud. Blindate de lo malo trabajando en tus aficiones.
Si la comunicación no sirve, establece límites y no tengas miedo de abandonar una conversación si esta alcanza tonos que no son respetuosos. Pero si nada de esto funciona, es posible que necesites alejarte de ese entorno tóxico, marcando distancia física y emocional con esas personas y acudiendo a terapia para sanar esas heridas emocionales.