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Los estadounidenses dicen que el fútbol es un deporte aburrido: ¿y si tienen razón?
¿El fútbol es aburrido? Los estadounidenses llevan años diciéndolo, y quizás tengamos que darles la razón, por mucho que nos duela.
07 Julio 2021
|No, esto no va de equipos o selecciones concretas, ni es un alegato a la aberración de la Superliga. Nos da igual un Elche-Eibar que un Italia-España o un Argentina-Colombia. Y precisamente estos partidos, los de la semifinal de la Eurocopa y la Copa América, nos dejaron espectaculares audiencias (en España, más del 65% de share durante todo el partido de su selección, y más de 100.000 personas en el canal de Ibai a las 5 de la mañana) que demuestran que el fútbol no va a morir ni dentro de cinco años ni de cincuenta, pero también nos dejan una amarga sensación de la que, una vez te das cuenta, no te quitas de la cabeza: el fútbol, como siempre han repetido los estadounidenses, es un deporte aburrido.
Decir eso para un europeo o un sudamericano es igual de duro que aceptar que el amor de tu vida no te quiere como tú le quieres. Y es que no hay deporte más pasional que el fútbol. Tampoco, y eso es justo señalarlo, hay un deporte más inverosímil en el que sucedan tantas cosas inesperadas y donde una sola jugada pueda cambiar tu destino. Sin embargo, quitándole todo el envoltorio a un partido, el caramelo en sí es soso, y no pasa nada por admitirlo.
Volviendo al Italia-España y al Argentina-Colombia, ambos empates estuvieron sobrados de emoción y faltos de acción. Según datos de Sofascore, en el duelo mediterráneo apenas se registraron cinco 'big chances', ocasiones de gol claras, en 120 minutos. Eso sale a ocasión clara cada 24 minutos. En el caso del choque sudamericano, apenas se registraron cuatro 'big chances' y dos ocasiones al palo desde una situación que no se considera clara para las estadísticas. Sumando ambas, tenemos seis "¡uy!" en 90 minutos (allí no hay prórroga). Es decir, uno cada 15. Mientras tanto, acercamientos, tiros que no van a ninguna parte, o simplemente, la nada.
Por qué el 'soccer' nunca triunfará en Estados Unidos ni entre los aficionados casuales
No hay Mundial o Eurocopa en la que los estadounidenses no renieguen del 'soccer' con la tan manida frase "not a real sport". Más allá de la exageración, lo cierto es que en el país de las oportunidades ya le han dado muchas sin éxito al fútbol. Y con todas, mantienen la idea de que siempre hay empates, teniendo que decantarse las eliminatorias por una cosa ajena a lo que se ve durante los 120 minutos, como son los penaltis. Ellos dicen: "si lo más entretenido del fútbol es lo que sucede cuando terminan los 90 o 120 minutos de fútbol, mal vamos". Podremos tirar de 'ad hominem' y rebatir sus argumentos criticando la lentitud del fútbol americano o del béisbol, pero solo hay que echar un vistazo a lo que hemos visto en las últimas semanas en la Eurocopa y en la Copa América para comprobar que no están tan desencaminados como nos gustaría creer.
No es un pensamiento exclusivamente 'yankee'. Ya sea para cualquier persona cuyo país no tenga una tradición futbolera arraigada, o para los espectadores ocasionales de quienes sí la tienen —como esos millones de españoles que llevaban sin ver un partido de fútbol desde ¿la Eurocopa 2012? ¿alguna de las Champions del Madrid?—, el fútbol es un deporte bastante plano con picos de emoción. Vale que esos picos te llevan a un subidón importante (una frase muy ochentera), pero el resto puede llegar a ser totalmente desesperante. A esos millones que enchufaron Telecinco para ver a España y no lo harán hasta que la selección vuelva a unas semifinales no les gusta el fútbol, simplemente quieren ser partícipes de un momento de comunión nacional. De nuevo, el envoltorio como fundamento para comerse el caramelo. De nuevo, un caramelo que cansa a los que no están acostumbrados a su sabor, que lo volverán a dejar de lado porque sigue siendo igual de poco atractivo que antes. Y este problema, regresando a lo que opinan los forofos de Florentino Pérez, que no de la Superliga, va mucho más allá de que se enfrenten el Real Madrid y el Manchester City todas las semanas.
Encontrar una solución parece imposible, y tampoco creo que interese buscarla. Los futboleros seguirán viviendo con pasión lo que consideran el mejor deporte del mundo, y los estadounidenses y los aficionados ocasionales seguirán apuntándose a verlo de vez en cuando, no sin la sensación de estar perdiendo el tiempo ante algo tedioso. Y ambos tendrán razón.