10 años de 'Malditos Bastardos': estos son los héroes de guerra que inspiraron la película

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10 años de 'Malditos Bastardos': estos son los héroes de guerra que inspiraron la película de Tarantino

Durante la II Guerra Mundial, los ejércitos británico y norteamericano supieron aprovecharse del sentido de la justicia de algunos refugiados de origen judío que huyeron a sus países, escapando del horror nazi: les entrenaron duramente para misiones muy peligrosas y vitales para la victoria aliada. No obstante, la cinta de Tarantino no tiene nada que ver con lo que sucedió en realidad...

Por Javier Fernández  |  29 Julio 2019

El género bélico cuenta con algunas de las películas más impactantes y emocionantes de la historia del cine. Además, habitualmente se pasa por alto que no pocas de estas cintas o están basadas en hechos reales o parten de circunstancias reales.

Tales son los casos de 'Doce del Patíbulo', 'Salvar al Soldado Ryan' o 'Malditos Bastardos'. La película de Tarantino, de la que se cumplen 10 años ya, si bien contiene un argumento de ficción ucrónica -modificación de acontecimientos históricos reales-, toma de referencia los grupos militares de élite que formaron los ejércitos británico y norteamericano, integrados por refugiados judíos de diversos países europeos ocupados por los nazis.

Y hasta ahí las comparaciones. Porque la diferencia fundamental de aquellos batallones con el liderado por Aldo Raine (Brad Pitt) en la película, es que su deber no era masacrar a los nazis, ni cortarles las cabelleras, sino recopilar información tras las líneas enemigas, en misiones casi suicidas. Todo mucho más serio, peligroso y real.

Tropa X británica

Durante la II Guerra Mundial, el Ejército Británico creó una unidad militar denominada Comando Número 10, conformada por grupos integrados por soldados extranjeros. Dichos grupos recibían el nombre de los países de origen de sus combatientes: franceses, holandeses, polacos, belgas, noruegos...

Sin embargo, el número 3 no tenía nombre. Estaba formado por refugiados judíos que, tras haber escapado de los nazis, querían volver a Europa para derrotarles. A todos ellos se les informó de que llevarían a cabo "deberes especiales y peligrosos".

La crueldad de los 'Bastardos' de Tarantino contrasta con la cautela que mostró la Tropa X para realizar sus misiones en las líneas enemigas.
La crueldad de los 'Bastardos' de Tarantino contrasta con la cautela que mostró la Tropa X para realizar sus misiones en las líneas enemigas. IMDb

Y vaya si lo fueron. De los 88 hombres que formaron parte de aquel escuadrón, 21 fallecieron en combate y 22 fueron heridos. Es decir, un 50% de bajas, más que ninguna otra unidad militar británica. Debido a la dificultad de las misiones, el proceso de selección y de instrucción fueron considerablemente estrictos.

Dura selección

En un inicio, el Ejército Británico consideró la opción de que estos soldados realizasen labores fuera del campo de batalla. Sin embargo, los conocimientos de éstos, tanto en idiomas como sobre el territorio europeo, les convertían un activo que las fuerzas aliadas tenían que aprovechar.

Por lo tanto, se estableció que sus labores se realizarían tras las líneas enemigas, e irían desde la recopilación de información hasta el sabotaje. Naturalmente, había que estar muy preparado para llevar a cabo esas misiones satisfactoriamente.

'Serán guerreros desconocidos (...) Así que, como el signo algebraico para algo desconocido es 'X', llamémosles Tropa X'.
"Serán guerreros desconocidos (...) Así que, como el signo algebraico para algo desconocido es 'X', llamémosles Tropa X". Shutterstock

De los 1.000 candidatos que pasaron la primera criba, solo 88 consiguieron ser seleccionados para el escuadrón. Después se les informó que debían de cambiar de identidad: su verdadero origen no solo les aseguraba la muerte en la retaguardia nazi si eran capturados, sino que ponían el riesgo a los familiares que aún estuvieran viviendo en territorio ocupado por los alemanes.

Así pues, y como ejemplos, Alfred Samson pasó a ser Percy Shelley (en tributo al poeta inglés), Ernst Freytag se convirtió en Tommy Farr (como un campeón galés de boxeo) y Djury Lanyi, quien llegaría a ser teniente, se cambió el nombre a George Lane.

En referencia a los soldados de este escuadrón, algunas fuentes aseguran que Churchill dijo "Serán guerreros desconocidos (...) Así que, como el signo algebraico para algo desconocido es 'X', llamémosles Tropa X ".

Una instrucción muy completa

Para preparar a los soldados se llevaron a cabo duros entrenamientos en las montañas galesas. Se les instruyó, entre muchas otras áreas, en el combate cuerpo a cuerpo, uso de diversas armas, sabotaje, apertura de cerraduras con ganzúas y manipulación de explosivos.

Desconocemos el entrenamiento de los 'Bastardos', pero sí sabemos que la instrucción de la Tropa X fue durísima...
Desconocemos el entrenamiento de los 'Bastardos', pero sí sabemos que la instrucción de la Tropa X fue durísima... IMDb

Todos aquellos conocimientos les permitirían pasar desapercibidos y cumplir las misiones asignadas. Aquí está la principal diferencia con los 'bastardos' de Tarantino: cualquier confrontación directa con los nazis hubiera desbaratado todos los planes. Lo que habría sido un absoluto desastre, teniendo en cuenta la importancia de la Tropa X en los preparativos del desembarco de Normandía.

Nervios antes del Día D

Semanas antes de la invasión de la costa francesa, los planificadores comenzaron a temer que los nazis hubieran ocultado un nuevo tipo de mina altamente sensible en la arena de las playas. Para disipar las dudas, enviaron a la Tropa X a que confirmase si los temores eran infundados o no. Fue una de las misiones más importantes que llevó a cabo el escuadrón.

Semanas antes del Desembarco de Normandía, la Tropa X tuvo que verificar la existencia de minas hipersensibles en las playas.
Semanas antes del Desembarco de Normandía, la Tropa X tuvo que verificar la existencia de minas hipersensibles en las playas. Shutterstock

Los soldados cruzaron el Canal de la Mancha en botes hinchables de goma. Una vez en tierra, constataron que solo había minas convencionales atadas a las estacas. Al volver, informaron a sus superiores del hallazgo, pero éstos, debido a la tensión, les ordenaron que volvieran a confirmar su descubrimiento hasta dos veces más.

Fue en este último viaje cuando el teniente George Lane y un ingeniero, que se habían quedado rezagados, fueron capturados e interrogados posteriormente por el mariscal Erwin Rommel, en su propio castillo, quien les envió finalmente a un campo de prisioneros. Un trato que habría sido diferente si el militar alemán hubiera conocido la verdadera identidad de Lane.

La mayoría de los soldados que consiguieron llegar a casa volvieron a las playas el día 6 de junio, fecha del desembarco. Muchos de ellos cayeron en combate, fueron heridos o capturados como prisioneros.

La realidad supera a la ficción

La película de Tarantino es una cinta de ficción ucrónica bélica con los típicos elementos violentos del director. Sin embargo, la realidad que vivieron aquellos 'bastardos', los reales, los soldados que lucharon en las líneas enemigas, dista mucho de lo que podemos ver en el filme.

La película es una ficción ucrónica. Se basa en eventos históricos pero modifica algunos acontecimientos.
La película es una ficción ucrónica. Se basa en eventos históricos pero modifica algunos acontecimientos. IMDb

El Sargento Colin Edward Sanson (Claus Ascher de nacimiento), afirmó lo siguiente: "Sentía que era mi lucha más que la de cualquier otro. Pero aquello no era una venganza personal. Era la oposición a un asqueroso y agresivo sistema que amenazaba al mundo entero y que había que derrotar".

La realidad, al final, se parece más a Fred Mayer que al Oso Judío que batea las cabezas de soldados nazis hechos prisioneros en el filme. Mayer fue un refugiado alemán, de origen judío, que consiguió infiltrarse como espía del ejército norteamericano entre las tropas enemigas ubicadas en Innsbruck, disfrazado de oficial nazi, en el marco de la peligrosa Operación Greenup.

A pesar de que fue descubierto y torturado por la Gestapo, dada la situación de la guerra, consiguió negociar la rendición del aquel destacamento militar. Sin embargo, años después del conflicto, los norteamericanos capturaron al soldado alemán que le había infligido las torturas, e invitaron a Mayer a presenciar su interrogatorio.

Una vez dentro de la celda, el espía estadounidense escuchó al prisionero pedir piedad para su familia. Cuando el antiguo agente de la Gestapo concluyó sus súplicas, Mayer respondió "¿Qué crees que somos? ¿Nazis?".

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