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Repasamos las derrotas más humillantes de la historia del deporte
En el deporte hay vencedores y vencidos, pero nosotros queremos resaltar a ese tercer grupo, el de los humillados. ¿La única forma de entrar en el salón de la fama del deporte es con victorias épicas? Os aseguramos que no. Aquí tenéis 6 grandes derrotas que catapultaron a sus protagonistas, aunque no lo quisieran, hacia la historia del deporte.
30 Enero 2019
|Se dice en la jerga deportiva nadie recuerda al subcampeón, solo queda en la posteridad el ganador. Pero en muchas ocasiones esto no es cierto, hay cientos de casos en los que el derrotado pasó a la historia. Por ser humillado, eso sí, pero pasó a la historia al fin y al cabo. A continuación, te mostramos cuáles han sido las derrotas más dolorosas y humillantes de la historia del deporte.
1 El Maracanazo versión 2.0
Era 1950. Brasil organizaba el Mundial e inauguraba el campo más grande del mundo, Maracaná. Todo parecía indicar que se llevarían la copa, pero Uruguay dio la sorpresa y ganó la final 2-1. Esta derrota pasó a la historia como 'el Maracanazo', y pasó de generación a generación. 64 años después, la selección carioca volvía a tener una oportunidad para resarcirse de aquel golpe.
Como si de una copia se tratara, los brasileños siguieron el mismo guion que en 1950: propaganda de apoyo cargada de arrogancia, población demasiado emocionada y un buen recorrido por el campeonato pero sin brillar.
Llegaron a la semifinal contra una selección alemana que influía respeto a todos sus rivales. Brasil, se plantó en el campo minusvalorando el potencial de su rival y lo que sucedió escribió una de las páginas doradas de la historia del fútbol mundial. En el minuto 30 el marcador reflejaba un brutal 0-5. La grada lloraba y hasta Sami Khedira marcaba. El marcador final fue 1-7 cerrando así un día histórico que todos los futboleros recordarán.
2 No ganaron la Guerra Fría, pero sí un partido de basket
En este caso hubo más dolor que humillación, pero dada la trascendencia del choque, la diferencia de nivel y el apoteósico final, podemos meterla sin problemas en la lista. Nunca se ha vivido más tensión en una pista de baloncesto que en aquella finalísima por el oro olímpico de baloncesto en los JJOO de Múnich 1972. No era para menos viendo los rivales que se enfrentaban: la Unión Soviética contra los Estados Unidos. Las dos potencias mundiales, los dos contendientes en la Guerra Fría, el capitalismo contra el comunismo, el baloncesto genuino contra los aprendices rusos.
El partido se desarrolló con normalidad. Eso sí, con un marcador muy ajustado para lo que se pronosticaba, en parte por la relajación de los estadounidenses, algo que terminó pasándoles factura. La URSS iba un punto por delante y con posesión cuando quedaban 10 segundos para el final, pero en la jugada definitiva perdieron la bola y la internada de Doug Collins tuvo que ser frenada con una falta descarada. A pesar de recibir un golpe en la cabeza, Collins consiguió encestar los dos tiros libres situando el marcador en un casi definitivo 49-50 (eran otros tiempos y otros marcadores). Pero aún quedaban 3 segundos.
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La URSS puso en movimiento el juego pero no fue capaz de encestar en tan poco tiempo. Los jugadores estadounidenses celebraban la victoria. Pero, tras unos minutos de éxtasis, los árbitros confirman que el cronómetro estaba mal en el momento que la URSS puso en juego su última bola. Nadie se lo podía creer, pero la decisión estaba tomada y había que repetir la jugada decisiva. Entre tanto caos, el seleccionador soviético puso a todas sus torres en la pista, el jugador que sacó la bola tenía la habilidad de dar buenos pases largos. Y así fue. Lanzó un balón que recorrió toda la pista hasta llegar a las manos de Alexander Belov, que se encontraba cerca del aro. El soviético aprovechó la oportunidad y consiguió encestar. Es la victoria más polémica de la historia, y tal y como estaban los ánimos, podría haber estallado una guerra. Los jugadores de Estados Unidos nunca recogieron las medallas de plata. Mientras, la delegación olímpica americana presentaba una queja oficial empapada en lágrimas.
Te invitamos a ver este video-documental de 5 minutos porque no tiene ningún tipo de desperdicio.
3 Nunca nadie se hizo tan famoso por quedar noqueado
Este es 'Uzzy' Usman Ahmed, boxeador peso pluma cuyas principales pasiones son el ring y los videoclips de trap. 'Uzzy' se enfrentaba a Ashley Sexton y parecía sentirse muy bien, tanto que desde que salió de vestuarios se marcó un baile tan eterno como patético. Parece que a Ashley no le sentó del todo bien el espectáculo de su rival y se lanzó a por él una vez comenzó el combate. Tras dos largos minutos (para Ahmed) consiguió propinar el golpe fatídico. El KO es tan visual que parece sacado de una película de Terence Hill y Bud Spencer. Imposible no reírse con este individuo.
4 Esto es lo que pasa por creerse Usain Bolt
Sucedió en 2015, durante la competición nacional de atletismo de los Estados Unidos. La prueba de 3000 metros lisos requiere resistencia, manejo de la energía y constancia, sobre todo constancia. Tanguy Pepiot enfilaba la recta final con una ventaja considerable respecto a sus rivales. Llegó a pasar a los 50 últimos metros como líder cuándo se le ocurrió una fatal idea que en su cabeza se presentaría como genial. Comenzó a pedir el ánimo del público mientras caminaba con toda la parsimonia del mundo hacia la línea de meta. Meron Simon, que iba detrás de él, aprovechó la distracción y consiguió adelantar a su contrincante un metro antes del final de la prueba. Este es el mejor consejo que le pueden dar a un deportista: Nunca te creas más de lo que eres.
5 Mira quién baila, mira quién duerme
Las Artes Marciales Mixtas (MMA), y su competición, la UFC, tiene millones de adeptos alrededor del mundo. Combates como el Johan Segas vs Joe Harding ayudan, sin duda, a que tenga más seguidores. Parecía que iba a ser un combate largo y sin noqueo, hasta que Harding decidió ponerle un poco de emoción y presentar en sociedad su otra pasión (la danza), momento en el que se comió una pedazo de patada en toda la cara. Y es que ¿a quién se le ocurre ponerse a bailar delante de tu rival? Segas no dudó en dejar dormido a Harding tras incontables provocaciones. (¡Atención! Video que puede herir la sensibilidad de ciertos bailarines.)
Si piensas que las hostilidades en la MMA continuan tras salir del ring, no hay más que ver el reencuentro entre ambos para quitarse esa idea de la cabeza:
6 Australia 31-0 Samoa Americana (y es fútbol, no hockey)
El resultado lo dice todo. Australia no es que sea precisamente una superpotencia futbolística, pero el 21 de diciembre de 2001 se convirtió en una selección de leyenda tras ganar con el resultado más abultado que se recuerda en el futbol profesional a Samoa Americana. Los padres del portero australiano pudieron ver por primera vez a su hijo en el minuto 80, cuando Samoa tuvo el primer acercamiento a la portería. A esas alturas del partido el marcador ya reflejaba un histórico 30-0.
Como anécdota queda la actitud del equipo samoano, el cual no se rindió en ningún momento del partido. Hay que reconocer el mérito de la selección de Samoa, proveniente de una isla de 40.000 habitantes, pues sufrió grandes problemas para poder disputar el partido, ya que hasta 19 futbolistas del combinado nacional no pudieron jugar, y los cracks menores de 20 años tampoco pudieron participar por razones académicas.
Varios jugadores admitieron tras el partido que para ellos fue un golpe duro pero que no había mejor sensación que la de representar a tu país, aunque fuera de rebote y con la derrota más extravagante de la historia del fútbol. Ellos se quedan con ese bonito sentimiento, y a nosotros nos sirve para cerrar el artículo, todos salimos ganando.