De la fama al ostracismo: el caso de Delonte West y otros exjugadores de la NBA que terminaron arruinados
El exbase de Cleveland Cavaliers y Boston Celtics, entre otros, ha sido visto físicamente deteriorado y fumando marihuana en la calle. Su historia, marcada por problemas psicológicos y extradeportivos, no es la única. Y es que, según los últimos dato, hasta el 60% de los exjugadores de la NBA pierde su fortuna en, al menos, cinco años.
09 Octubre 2019
|En los últimos meses, la comunidad de la NBA ha asistido atónita a otro caso de un exjugador que ha terminado de la peor manera posible. Primero salieron unas imágenes en las que se veía a Delonte Maurice West, exjugador de la NBA, muy desmejorado físicamente y consumiendo marihuana en la calle. Más tarde, un desgarrador vídeo en el que se muestra que nada queda de aquel base compañero de LeBron James.
Slim doing bad NBA need to offer him some help pic.twitter.com/b7MtTj9JAt
— Maybe: Damani (@damani_givens) January 21, 2020
No es la primera vez que se encuentra a Delonte West en una situación así desde su retirada en 2015. En el año 2016, numerosos medios aseguraban que fue visto pidiendo dinero en la calle, algo que el propio West desmentía, afirmando que trataba de ayudar a un hombre cuya movilidad era reducida. Tiempo después, fueron tomadas unas fotografías junto a un seguidor en Houston (Texas) en las que aparecía visiblemente afectado tras ingerir una medicación contraria a la prescrita después de que le fueran diagnosticados problemas psicológicos, según fuentes cercanas al exjugador.
Una trayectoria marcada por sus problemas extradeportivos
West fue seleccionado por Boston Celtics en el puesto 24 del Draft de 2004, disputó ocho temporadas en la mejor liga de baloncesto del mundo en cuatro franquicias diferentes (Boston Celtics, Seattle Supersonics, Cleveland Cavaliers y Dallas Mavericks) para después dar el salto a China, donde militó en Fujian y Shangai Sharks; y Venezuela, en Guaros de Jara. Su último partido oficial fue en 2015, cuando militaba en las filas de Texas Legends, filial de los Mavericks en la D-League, la liga de desarrollo de la NBA.
Su paso por la liga tuvo más sombras que luces. Los primeros cuatro años de su carrera fueron los mejores, cuando se mostraba como un tirador fiable, de la escuela de bases zurdos con buena mano al estilo Derek Fisher, rápido de manos para robar balones y veloz para ganar ventajas en penetraciones a canasta. Desde 2008, su carrera estuvo marcada por elementos extradeportivos: desde un trastorno bipolar y un cuadrante de depresión, presuntamente diagnosticado en 2008, pasando por rumores que le vinculaban sentimentalmente con la madre de LeBron James mientras que fueron compañeros en Cleveland (ambos hechos, siempre negados por West), hasta la suspensión de 10 partidos que le interpuso la liga después de que fuera detenido por tenencia ilícita de armas. Al término de su trayectoria NBA, el base promedió 9,6 puntos y 3,6 asistencias por partido y llegó a cosechar una fortuna superior a los 16 millones de dólares, según datos de HoopsHype. Una fortuna ahora dilapidada.
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Pero el de West no ha sido el único caso de un exNBA que pasa de la élite deportiva y económica al ostracismo tras echar a perder todo lo cotizado en su carrera a la hora de gestionar su patrimonio. La lista es larga y reúne a figuras de un talento indudable (superior al del propio West). Algunos de ellos demostraron no tener la disciplina suficiente, dentro y fuera de las canchas, para que sus carreras y retiradas fueran de mayor calidad. En esta selección hay nombres conocidos por el gran público y otros que tuvieron menos reconocimiento social, pero que en su haber tienen excelentes temporadas.
1 Allen Iverson
Número 3 del Draft de 1996 procedente de la Universidad de Georgetown y uno de los mejores jugadores de las últimas dos décadas. Un año antes de llegar a la NBA, pasó por el correccional de Newport News, Virginia, tras verse envuelto en una pelea en una bolera por motivos raciales. Considerado por LeBron James el mejor jugador libra por libra de la historia de la liga, Iverson cosechó múltiples reconocimientos: Rookie del año 1997, MVP de la temporada 2001, 11 veces All-Star y miembro del Hall of Fame desde 2016.
Acumuló más de 200 millones de dólares tras 15 años como jugador profesional, pero su adicción al juego (que le costaron tener prohibida la entrada en casinos de Atlantic City y Detroit), las salidas nocturnas, la separación de su mujer, Tawanna, en 2012, y la posterior pérdida de su mansión, valorada en 4,5 millones de dólares, por impagos de la hipoteca, hicieron que A.I. echara a perder gran parte de su patrimonio.
2 Scottie Pippen
Fue una de las caras principales de unos Chicago Bulls históricos que, capitaneados por Michael Jordan desde la cancha y Phil Jackson desde el banquillo, dominaron la liga durante la década de los 90. Pippen cosechó seis campeonatos, siete All Star y ocho inclusiones en el mejor quinteto defensivo.
Su caso estuvo marcado por la deslealtad de Robert Lunn, su asesor, que le originó un desfalco de 20 millones de dólares, por el cual fue condenado a tres meses de prisión. En materia de inversiones, ha corrido una suerte similar. Perdió 5 millones de dólares en la compra y reparación de un jet privado que nunca llegó a usar. Ahí la culpa sí fue más suya.
3 Derrick Coleman
Primera selección en el Draft de 1990 por New Jersey Nets, donde tuvo los mejores años de su carrera. Tras 15 temporadas, sus promedios se situaron cerca de las dobles figuras en puntos y rebotes: 16,5 puntos y 9,3 rebotes. En 2005, una vez retirado, invirtió 87 millones en su Detroit natal, acuciada por la crisis económica, fundando negocios locales e invirtiendo en ladrillo. Pese a su voluntad, el resultado fue nefasto. Las deudas alcanzadas por Coleman llegaron a los 5 millones.
4 Latrell Sprewell
Aterrizó de la Universidad de Alabama a la bahía de Oakland en 1992, tras ser reclutado por Golden State Warriors. Alero de gran talento anotador, defensivo, y fuerte carácter, llevó a New York Knicks a disputar su última final de la NBA. Figura en la lista negra de la liga por una agresión a P. J. Carlesimo, su entrenador en los Warriors, por la cual fue suspendido 68 partidos. En su historial fuera de las canchas también figuran detenciones por conducción temeraria en estado ebrio, una acusación por intento de homicidio a una de sus parejas y el embargo de su yate y su hogar, situado en Milwaukee. Vamos, un caramelito. Evidentemente, su fortuna expiró.
5 Antoine Walker
Protagonizó junto a Paul Pierce una de las grandes parejas exteriores del comienzo de siglo. Aquellos Celtics alcanzaron su techo en 2002, cuando New Jersey Nets evitó que se colaran en la gran final. Además, hizo carrera en Dallas Mavericks, Atlanta Hawks y Miami Heat, donde fue campeón. Walker derrochó 108 millones de dólares y quedó aislado de familiares amigos a causa de las deudas que le rodeaban. Para salir adelante, se vio obligado a vender su anillo de la NBA por 22.000 dólares. Ahora, da charlas a otros atletas empleando su caso como ejemplo de lo que no hay que hacer si quieres gestionar una gran fortuna.
Naturalmente, se quedan nombres fuera, casos como los de Shawn Kemp, Eddy Curry, Kenny Anderson, Jason Caffey o Vin Baker. Según el último informe de Sports Illustrated, el 60% de los exjugadores de la NBA caen en la bancarrota en un periodo de cinco años. La gravedad es mayor por lo peculiar del caso: se trata de jóvenes que de la noche a la mañana se tornan millonarios, pero cuyas carreras no duran mucho si las comparamos con otros ámbitos profesionales. Pese a esto, tienen derecho a una de las pensiones más generosas dentro del ámbito deportivo norteamericano. Su acceso queda restringido a aquellos que hayan jugado al menos tres temporadas, y las cantidades que perciben van desde los 50.000 a los 200.000 dólares anuales. Aun así, la lista de arruinados cada vez aumenta más.