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Así sí, Conor: un McGregor enchufado, con ganas y sin ser devorado por el personaje es todo lo que necesitamos
La madurez puede llegar al cumplir la treintena. El regreso triunfal de Conor McGregor a la UFC es una gran noticia, sobre todo por el cambio radical que parece haber dado el irlandés en su comportamiento.
20 Enero 2020
|Conor McGregor se jugaba mucho más de lo que podemos pensar la madrugada del sábado 18 al domingo 19 de enero en el T-Mobile Arena de Las Vegas, en su regreso al octágono de la UFC tras 15 meses de parón. Vayamos al grano: de haber perdido, la carrera de McGregor habría terminado, así como su repercusión y su reputación en la industria. Era un todo o nada, un 'match ball'.
No podemos decir que no lo haya superado con creces. Apenas 40 segundos necesitó 'The Notorious' para ganar por TKO a Donald Cerrone. El irlandés se sacó de la manga unos golpes con el hombro directos a la cara de su oponente que empezaron a allanar el camino de la victoria. Una patada y un rodillazo hicieron el resto, en su primera victoria en UFC desde noviembre de 2016. Conor ha vuelto a lo grande, pero no solo a la hora de combatir.
Fue el hombro de @TheNotoriousMMA lo que inicia el final!!! #UFC246 pic.twitter.com/92UGunt6Ad
— UFC Español (@UFCEspanol) January 19, 2020
Una madurez necesaria que llega en el momento justo
Durante las semanas previas al trascendental choque, hemos visto a un McGregor totalmente cambiado al de 2018, sus últimas apariciones en la empresa de Dana White. Centrado en su objetivo, con un entrenamiento intenso, más maduro y menos fanfarrón (dentro de lo que es él), reconociendo errores del pasado (en especial su forma de encarar el duelo contra Khabib, bebiendo whisky y sin una preparación a la altura) y con el serio propósito de encarrilar su carrera.
Sabemos cómo es McGregor, y nadie pretende cambiarlo. Su personalidad y carisma son arrolladores, y han hecho posible que la UFC haya vivido una década dorada entre 2010 y 2019, con un salto hacia otra dimensión en cuestión de seguimiento y rentabilidad. Sin embargo, daba la sensación en su última etapa en la UFC que el personaje le había devorado. Que su discurso se había vuelto demasiado extremo, y empezaba a traspasar las líneas rojas de una competición como la MMA, basada en la nobleza y el respeto.
Lo más visto
Lo comprobamos en el pesaje, donde dejó de lado todo tipo de excentricidades y se mostró apaciguado y muy respetuoso con su rival. Es verdad que Cerrone es uno de esos tipos queridos en la industria, un hombre sin enemigos al que todos respetan, pero, aun así, sorprendió ver a un Conor tan calmado y centrado en el combate, no en todo el show que lo rodea.
Un show en el que se dejó enredar desde que se consagrara como uno de los mejores luchadores de artes marciales mixtas de la historia. No sabemos si por falta de motivación o por la búsqueda de otros retos, McGregor se empeñó en dejar la UFC en un segundo plano. Lanzó su marca de whisky, se convirtió en una celebridad y se sacó una millonada por un combate contra Mayweather que nadie quiere recordar.
Él mismo se creyó intocable, hasta que Khabib Nurmagomédov le pasó por encima. Todos conocemos el bochornoso final de ese combate y las duras consecuencias que tuvo para la UFC, tras unas semanas de escalada de tensión entre los dos combatientes. La sanción de Dana White a Conor propició el anuncio de retirada del irlandés, que no duraría mucho. Vivía 'The Notorious' los peores meses desde que se convirtiera en estrella de la UFC, con más noticias sobre su polémica vida y su dificultad por controlar la ira que por futuro profesional.
En apenas cinco meses, McGregor fue arrestado por destrozar el móvil de un fan y por pegar a un cliente en un bar que no quería beberse su licor, Proper No Twelve. La carrera de Conor parecía acabada, pero ha sabido rectificar a tiempo.
Tras machacar a Cerrone, el irlandés mostró sus respetos al cowboy, e incluso más tarde se abrazó con la abuela de este, que subió al octógono a abrazar y a animar a su nieto.
Un momento extraordinario: tras la victoria de McGregor sobre Cerrone, la abuela de Cowboy se subió al octágono para consolar a su nieto y fundirse en un emocionante abrazo al irlandés. pic.twitter.com/LrMesPm4vy
— SportsCenter (@SC_ESPN) January 19, 2020
Y ahora, ¿a por Khabib?
Conor McGregor parece otro este 2020. Consciente de que solo así puede volver al trono de la UFC, tiene más cerca la esperada revancha con Khabib. Pero antes, él necesita seguir probándose. No quiere repetir errores del pasado, y considera que una pelea previa ante un duro rival le podría ayudar a estar 100% preparado ante el ruso. Jorge Masvidal podría ser el hombre, un contendiente que seguro pondrá a McGregor en serios aprietos. Lo más probable es que Dana White dé luz verde, y tengamos tres combates de Conor en 2020, con el duelo ante Khabib para cerrar el año. Hoy, Nurmagomédov es muy superior. Pero, con un McGregor en una segunda juventud, centrado y con las ideas claras, quién sabe. Nunca den por muerto a 'The Notorious'.