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20 teorías y leyes de 'Cómo conocí a vuestra madre' sobre las relaciones y el sexo que nunca pasarán de moda
'Cómo conocí a vuestra madre' no solo nos dejó temporadas y capítulos memorables, también una serie de teorías a lo largo de la serie sobre las relaciones, el sexo y la vida en general que, más de cinco años después de su final, siguen siendo igual de válidas.
| 05 Julio 2019
'Cómo conocí a vuestra madre' es mucho más que una serie de un grupo amigos en Nueva York o la sucesora de 'Friends' (que no es poco). Es la serie que ofreció a muchos, especialmente a una generación de jóvenes, una sucesión de enseñanzas sobre la vida, algunas más inverosímiles que otras, a la vez que nos hacía reír (y también llorar). Han pasado más de cinco años desde que se emitiera su último episodio, pero las teorías y leyes que nos mostraron, con Barney Stinson a la cabeza, son eternas e imperecederas, y conviene recordarlas de vez en cuando para evitar que caigan en el olvido.
Como queríamos hacerle un homenaje a la altura, hemos decidido no dejarnos prácticamente ninguna en el tintero. Estas son las 20 grandes teorías y leyes de 'Cómo conocí a vuestra madre'.
1 La teoría de las aceitunas (1x01)
Venga, admítelo. Si eres fan de la serie y has quedado a tomar algo con tu crush, o bien estás en una primera cita, y os ponen un plato de aceitunas de aperitivo, inmediatamente te viene a la cabeza la teoría de las aceitunas, presente en el primer capítulo de 'Cómo conocí a vuestra madre'.
Dicha teoría consiste en que, si a uno de la pareja le encantan las aceitunas y el otro las odia, formarán "el equilibrio perfecto". Simple, ¿verdad? También estúpido seguramente, pero da igual, pase el tiempo que pase lo seguiremos teniendo presente.
Ahora bien, ¿qué sucede si al comienzo de la relación las odias y luego te empiezan a gustar, o viceversa? Quizás sea una señal de que la relación está terminando... o quizás sea tu cerebro el que te está mandando la señal a ti: hay que terminar con esto ya.
2 Nunca ocurre nada bueno después de las 2 A.M. (1x18)
Mira que nos lo advirtió Ted, o más bien su abuela: "cuando sean las 2 de la mañana idos a dormir, porque las decisiones que tomes después de esa hora serán malas decisiones". Pues nada, que ahí seguimos, mandando ese audio del que nos arrepentiremos al día siguiente, sacando un tema que no viene a cuento y que se carga la magia de la noche o, como hizo Ted, aceptar la invitación de la chica que te gusta para ir a su casa cuando no era el momento ni el lugar.
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3 Continuo cita-tiempo
¿Llevas dos semanas con una chica y ya quieres regalarle unas entradas para un concierto de dentro de tres meses? Craso error. Todos hemos tenido impulsos de ese tipo. Cuando inicias una relación, solo piensas en hacer planes con ella, por muy lejanos que sean, lo que te lleva a incumplir el continuo cita-tiempo de Barney Stinson: nunca hagas planes con tu pareja para un período más largo del que lleváis saliendo.
Es decir, que si lleváis juntos 4 meses, el plan más lejano juntos no puede superar ese tiempo. Nada de cuadrar un viaje a París para dentro de 9 meses si lleváis 6, porque lo más probable es que tengáis que pedir una devolución del billete. Y no suele ser fácil.
4 Ojos de loca (2x07)
Al igual que estamos pendientes de si nuestra cita come aceitunas o no por culpa de la serie, 'CCAVM' también nos ha hecho mirar a la chica fijamente a los ojos para comprobar si tiene ojos de loca. Y creedme, cuando una los tiene, eso se nota.
5 Teoría de la autopista (2x12)
Para Barney, las relaciones son como las autopistas. A lo largo del camino vas encontrando vías de salida que puedes tomar o seguir recto hacia delante. Estas son todas las salidas que hay:
- 6 horas. La conoces, pasas la noche con ella y a primera hora te vas. Rápido y sencillo
- 4 días
- 3 semanas
- 7 meses
- Año y medio
- 18 años
- La muerte
Vale, quizás pasar del año y medio a los 18 años parece algo exagerado, hay muchas más salidas entre una y otra, pero por lo demás, ¿no habéis estado a punto de tomar la salida (gran crisis) o directamente lo habéis hecho (ruptura) en alguno de estos momentos? No sois los únicos.
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6 Los regalos de los ex de tu pareja te recuerdan a ellos (2x16)
Vale que fue una excusa para que Robin dejara de tener perros en la serie porque Josh Radnor (Ted Mosby) era alérgico a ellos en la vida real, pero la teoría que hizo posible este cambio en 'Cómo conocí a vuestra madre' tiene todo el sentido del mundo. Aunque no lo queramos, los regalos de los ex nos recuerdan a ellos. Y si no a nosotros, sí a nuestras parejas actuales, que empezarán a ver ese cojín con la forma de la chica con la que pasaste año y medio (una de las salidas de la autopista). Lo suyo sería darle normalidad al asunto, porque todos tenemos un pasado, y no dejarte llevar por los celos. Pero no todo el mundo puede, tampoco Ted.
7 Escala sexy/loca (3x05)
Una de las teorías más míticas y que todo el mundo recuerda de la serie. Dejando de lado los tópicos machistas de Barney (hemos cambiado mucho de la pasada década a ahora en ese sentido), todo fan que se precie de 'CCAVM' ha tenido en cuenta la escala sexy/loca a la hora de conocer a alguien o comenzar a quedar. Y cuidado con pasar la diagonal Vicky Mendoza...
Que nos explique mejor Barney en qué consiste esta teoría.
8 El cristal roto (3x08)
Cuando empiezas con una persona, sueles tardar en darte cuenta de los defectos. Todo te parece maravilloso... hasta que alguien, consciente o inconscientemente, se carga la magia y te avisa de una cosa desquiciante suya en la que tú siquiera habías reparado. 'Cómo conocí a vuestra madre' refleja de manera perfecta la sensación que se produce en ese momento en el octavo capítulo de la tercera temporada. Cristales rotos, y a tener que aguantar ese maldito defecto en el cual ahora no paras de fijarte. La chica con la que salía Ted por entonces hablaba por los codos, Lily hacía ruido al masticar, Barney reproducía eslóganes pasados de moda... Todos tenemos algo que hará al resto romper sus cristales particulares cuando se entere. ¿Qué es lo tuyo?
9 Regla de Platino (3x11)
De toda la vida, la regla de oro de la sociedad se ha regido bajo el mantra cristiano de "ama a tu prójimo". Pues bien, existe una regla de platino que anula a la anterior: "no ames a tu prójimo". La regla de platino consiste en rechazar cualquier tipo de relación con alguien de tu círculo cercano, ya sean compañeros de trabajo, vecinos, la camarera de tu bar, la del láser... Este tipo de relaciones atraviesan por ocho pasos o fases diferentes:
- Atracción. Hay feeling, os gustáis, eso se nota. Todo el mundo te dice que no, pero tú vas directo al segundo paso.
- Negociación. El tonteo de toda la vida. Estás pletórico, y quieres ir hasta el final. Total, si todo va a ir bien...
- Sumisión. Caíste. Disfruta del momento, porque no sabes la que te espera...
- Ventajas. Al principio todo es genial, y piensas que has tomado la mejor decisión de tu vida.
- Punto de inflexión. Compartir espacio de alguna forma termina pasando factura. La otra persona se está enamorando muy rápido y a ti solo te sale decir: "oh oh".
- Purgatorio. ¿Qué quedan de aquellas ventajas? Absolutamente nada. Ahora no hay vía de escapatoria.
- Confrontación. Decides hablarlo y poner fin a esto.
- Consecuencias. Ahora tendrás que ver todos los días a tu vecina, compañera de trabajo o camarera dolida y echándote todo en cara. No parece el mejor plan.
10 La cadena de los gritos (3x15)
Lo único que no tiene claro Barney sobre esta teoría es cómo llamarla. La cadena de los gritos (o el círculo, o la pirámide) es muy sencilla, y realmente ocurre. Si tu jefe te grita, tú lo pagarás con la persona con la que vivas, que a su vez gritará a otra y así sucesivamente. Es, ni más ni menos, que el ciclo de la vida. Debemos evitar quedarnos sin nadie a quien gritar, porque no nos sentiremos liberados hasta que descarguemos nuestra furia. Es más, la iremos acumulando. Así que, ya sabes, toca formar parte de la cadena de los gritos. O del círculo. O de la pirámide. Da igual, tú grita y listo.
11 El efecto animadora (4x07)
Real como la vida misma. El efecto animadora existe, y solo hay que darse una vuelta por la calle o a ir cualquier bar, discoteca o festival para darse cuenta. Cuando vemos a un grupo de chicas, como dice Barney, siempre pensamos que van a estar todas bien, y que qué suerte la nuestra por habernos topado con ese grupo. Pero lo único que tenemos que hacer es fijarnos individualmente (sin pasarnos) en cada una de ellas para darnos cuenta de lo equivocados que estábamos. Ver a varias chicas hablar o tomar algo juntas no significa que estén buenas, no caigas en el efecto animadora.
12 La prueba del porche (4x17)
¿Quién no ha hecho la prueba del porche alguna vez? Imaginarse en unos años tomando algo o jugando en un lugar tranquilo con la que seguiría siendo tu pareja, para ver cómo congeniaríais en ese futuro imaginario. Resulta que Lily lo hacía siempre con las novias de Ted, y en función de si le convencía o no ese universo paralelo en el porche hacía todo lo posible para que siguieran juntos o cortaran. Vale que eso está mal, pero no por eso la prueba del porche sigue siendo una ley fundamental por la que hay que pasar.
13 La regla de los tres días (4x21)
Si Jesucristo tardó tres días para resucitar, tú debes esperar tres días para llamar a una chica que te dé su número. Es la regla de los tres días, posiblemente la más incumplida de todas las que enseñamos en este capítulo.
Si eres de los pocos que la sigue a rajatabla, enhorabuena, no quedarás como un tipo desesperado. ¿Que puede que se haya olvidado ya de ti en este mundo en el que cada vez es todo más instantáneo? Pues es probable.
14 Gremlins (5x01)
Barney empezaba la quinta temporada con una lección sobre cómo saber si una chica se ha convertido en tu novia. En este caso, las reglas para comprobarlo son las mismas que se usan con los Gremlins:
- Que no se mojen. Es decir, que no se duchen en tu baño.
- Mantenlas alejadas de la luz del sol. Solo verlas por la noche.
- No darles de comer más allá de la medianoche. No desayunar con ellas (tampoco brunch, como sugerirá Ted).
Si incumples las tres, ya puedes llamarla novia. Eso es así.
15 Pernocta sin sexo (5x04)
Al pobre Ted le ha pasado de todo, también convertirse en un pernocta sin sexo. Conoces a alguien en un bar o en una discoteca, que casualmente vive muy lejos, y viene a tu casa. Tú crees que vas a triunfar, pero la única realidad es que te ha utilizado para tener dónde pasar la noche. Se dormirá nada más llegar (o se hará el dormido o la dormida) y a primera hora se irá agradeciéndote el detalle. Pues lamento comunicarte que eres otro pernocta sin sexo.
16 Ambicioso y conformista (5x13)
En toda pareja hay un ambicioso y un conformista, una persona que cree que no puede aspirar a más y otra que le vale con lo que tiene, pero que es consciente de que podría explorar otras opciones más interesantes, al menos desde el punto de vista físico. Si conocéis vuestro rol, perfecto. Si cada uno dice una cosa diferente, la cosa se complica. A nadie le gusta ser el ambicioso, pero es lo que hay.
17 Pato o conejo (5x15)
Prestad atención a esta foto.
¿Qué es? ¿Conejo o pato? Puede que al principio veáis solo un conejo, pero un día, de repente, quizás vuestro cerebro empiece a visualizar un pato. Como dice Marshall, la zona del cerebro en la que odiamos a alguien está muy cerca de la del amor incondicional. Muchas veces, la persona a la que empiezas odiando o te cae fatal de primeras termina gustándote de manera irracional, y pasa de ser conejo a pato. ¿Tiene alguna explicación? Los sentimientos nunca la tienen.
18 La teoría del anzuelo (5x16)
Todos hemos estado en el anzuelo alguna vez, no pasa nada por asumirlo. También hemos sido los que hemos tirado el anzuelo en otras ocasiones; es una cadena (o círculo, o pirámide) similar a la de los gritos. La frase para detectarlo: "no puedo estar contigo... ahora mismo". No falla.
Salir del anzuelo es muy difícil, porque la otra persona jugará contigo para no perder su presa y tenerte en el banquillo eternamente. No sé por qué lo hacemos, pero lo hacemos. Siempre nos gusta tener a alguien detrás nuestra y manejar los hilos sabiendo qué decir en cada momento para mantenerla enganchada.
Si eres tú el enganchado, creerás que por hacer un plan a solas o incluso romántico podrás empezar por fin la relación, pero nunca llegará ese momento. Seguirás pillado hasta que te des cuenta por ti mismo e intentes salir de la trampa. Podrás recaer, pero al final lo conseguirás, y la experiencia te servirá para advertir al próximo que caiga en un anzuelo.
19 La ceguera de la graduación (6x20)
Cuando vamos a tomar una decisión drástica, como por ejemplo romper con tu novia, lo más probable es que, antes de dar el paso definitivo, nos entre la ceguera de la graduación. ¿Qué significa esto? Que, sin nosotros preverlo, lo que tanto nos sacaba de quicio de ella, el día en el que tenemos pensado dejarla no nos parece tan grave, e incluso lo vemos como algo mono.
Es una última reacción de tus sentimientos, o al menos el resurgimiento de los sentimientos que había en algún momento, que te dicen: "¿de verdad vas a hacerlo? Si no es tan horrible". La ceguera de la graduación ha hecho a mucha gente dar marcha atrás. El problema es que, una vez la ceguera desaparezca, volverá a irritarte todo lo que ya te irritaba hace unos días.
20 Teoría de la langosta (8x09)
La última es la más clásica. Nos gusta lo prohibido, lo difícil. Cuanto más complicado esté, más interés pondremos en revertir la situación. Es probable que, una vez lo consigamos, volvamos a desinteresarnos, pero hasta entonces iremos con todo.
A Robin le dijeron que era alérgica a la langosta y que no podía comerla, y por la noche ya se estaba hinchando (literalmente). Robin vio que la puerta con Barney se cerraba definitivamente y la quiso derribar, cuando antes había estado rechazándole. No podemos evitarlo, no podemos controlarlo. Ni queremos.
