Las películas de Hollywood son demasiado caras para ser rentables
Varias son las películas del 2022 que llegaron a los más de 100 millones de dólares en pérdidas. La situación es insostenible a largo plazo si se quiere preservar el negocio.
17 Enero 2023
|Ya comentamos que las últimas películas en las que aparecía Margot Robbie estaban sufriendo grandes pérdidas en su paso por los cines. Y esto no es culpa de Robbie, una de las mejores actrices de la actualidad. Pero es que ni la mejor sería capaz de revertir por sí sola la situación crítica y de pérdidas constantes de la industria del cine, salvo que la película estrenada sea una secuela o pertenezca a una saga.
Para nadie es un secreto que el mundo del cine no está pasando por su mejor momento. No ha conseguido recuperarse del impacto de la pandemia y del streaming, la asistencia a las salas es mínima, pocas películas acumulan la mayoría de la audiencia, cada vez más cines cierran...
Como es imposible ofrecer una receta que consiga repentinamente animar a millones de personas a acudir a las salas en masa y así aumentar drásticamente la recaudación, los productores necesitan adaptarse a los tiempos. El cine debe cambiar, antes de que sea demasiado tarde.
El cine de Hollywood es demasiado caro
Nada tiene que ver este artículo con la calidad de las películas. 2022, por ejemplo, fue de los mejores para la industria de la última década en lo que a calidad se refiere.
El problema está en si la calidad solo puede ir acompañada de un desembolso mayúsculo. Si el presupuesto de las películas no para de subir, y con él todo el sector, incluidas las entradas de cine, la rentabilidad de la industria se pone en un gran peligro. Si consultamos una lista de los 50 filmes más caros de la historia, vemos que de 38 de ellos son del año 2010 en adelante. Si se ajustan los precios a la inflación, 31 de las 50 películas más caras de la historia se han hecho después de dicho año, y solo 3 son previas al siglo XXI. Es evidente que cada vez es más caro hacer una película, solo que antes de la pandemia las salas se llenaban y se podrían cubrir gastos. Hoy es mucho más complicado.
Volviendo a las películas de 2022, es difícil saber cuántas de ellas presentan pérdidas en su paso por el cine porque, por lo general, las productoras no son lo más transparente con la cifra exacta que se han gastado, sobre todo en lo relativo a la publicidad y las copias generadas, gastos que en muchas ocasiones duplican el costo total de la cinta y que se suelen dejar de lado para cuadrar cuentas de cara a la galería.
Lo más visto
Aun así, si atendemos a los datos de taquilla mundial anual que proporciona IMDB, en 2022 hubo 22 películas que superaron los 200 millones de dólares de recaudación, aunque para algunas de ellas no fuera suficiente. Tal es el caso de 'Black Adam', 'Animales Fantásticos: Los Secretos de Dumbledore' y 'Lightyear', que, pese a haber generado grandes sumas de dinero, no cubren los gastos de producción y publicidad.
Si seguimos buceando en la lista de películas de 2022, no costará mucho toparnos con fracasos sonados que habrán dejado tiritando las arcas de las distribuidoras. Hablamos de 'Moonfall' (80 millones de dólares en pérdidas) 'Agentes 355' (93 millones), 'Ámsterdam' (97 millones), 'Mundo extraño' (147 millones), 'Turning Red' (167 millones)...
En años anteriores también hubo pérdidas en varias películas, pero a una escala menor. Si la dinámica sigue creciendo, nos encontraremos con películas cada vez más caras y una situación global completamente insostenible que acabará desbordándose por algún lado. Por lo que, para no llegar a ese punto, el presupuesto de las películas debe bajar. En España y en el resto del mundo se realizan producciones de altísima calidad con fracciones muy pequeñas del dinero del que dispone cualquier estudio de Hollywood, por lo que queda claro que no es necesario gastarse cientos de millones de dólares en una historia buena. Cuanto antes se dé cuenta Hollywood, antes podrá salvar su industria.
La insostenible situación global del cine
En España, según datos del Ministerio de Cultura y Deporte y de la web Taquilla España, en 2022 las salas recaudaron 375,3 millones de euros provenientes de 61,2 millones de espectadores. Esto significa un 21% más que en 2021, el cual aún se estaba resintiendo por la pandemia. Y si bien esto parecen buenas noticias, hay que mirar un poco más atrás para darse cuenta de que el panorama es ciertamente desolador. En 2019, la recaudación fue de 614,7 millones de euros, con 104,9 millones de espectadores, cerca del doble que en el presente año. ¿Se volverán a alcanzar estas cifras? Hoy en día parece una utopía.
Si nos alejamos de nuestras fronteras y miramos al mercado rey de la industria, la caída porcentual de espectadores y la subida de precio de los tickets no se aleja tanto de la española. Sin embargo, lo que más sorprende de la gráfica de EEUU es cómo el precio de las entradas se ha duplicado en 20 años.
Es decir, cada vez menos gente va al cine, cada vez las entradas son más caras, cada vez las películas tienen mayores costes de producción y difusión, cada vez las pérdidas en grandes proyectos son más acusadas y cada vez el margen de beneficio de las productoras es menor. Teniendo en cuenta que las entradas no pueden subir mucho más de precio porque ya acabaría por ahuyentar a gran parte del público, y que dudamos mucho que las bajen para atraer a más personas, lo único que queda para que el negocio siga siendo rentable es, como hemos dicho anteriormente, bajar el presupuesto de muchas de las películas que se producen actualmente.
Todo este artículo está centrado en los ingresos que consiguen las películas en su paso por las salas de cine, no se ha entrado en el análisis de lo que pueden generar en las plataformas de streaming ni en la venta de DVD, Blu-Ray o merchandising, el cual solo se debe tener en cuenta en las franquicias. Pero estando los formatos físicos en un gran desuso y las diferentes plataformas de Video On Demand pasando por un bajo momento en bolsa y viviendo grandes reestructuraciones en lo que respecta a su oferta y a sus modelos de negocio, no parece indicar que las cifras que estas generan tengan la capacidad de competir con las del mercado tradicional de las salas. Es decir, seguro que son capaces de maquillar algunos resultados, pero si una película obtiene grandes pérdidas en su paso por el cine, no generará grandes beneficios en su paso por el stream.