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Wasabi, pizza y otros extraños sabores de cervezas que no te dejarán indiferente
La población cada vez tiene unos gustos mas heterogéneos, lo que ha provocado en los últimos años el boom de las cervezas artesanales o con sabores diferentes para que todos se sientan cómodos bebiendo cerveza. Sin embargo, algunas compañías han ido demasiado lejos en eso de experimentar, con productos o sabores difícilmente compaginables con el trigo o la cebada. Estos son algunos de ellos.
| 12 Agosto 2018
Hace unos días se hacía viral la creación de una cerveza de pimientos de Padrón por parte de Estrella Galicia, utilizando así uno de los productos característicos de la tierra. En realidad, la compañía cervecera ya había lanzado esta curiosa línea en 2017, y su éxito fue tal que han elaborado ahora una nueva remesa que se vende online, y de la cual quedan pocas unidades.
La extraña combinación ha sorprendido a todos. Pero, ¿es esta la única cerveza del mundo con un sabor raro o elaborada con productos inverosímiles? Ni mucho menos. De hecho, cuando repaséis la lista vais a terminar viendo con buenos ojos los pimientos de Padrón. Allá vamos:
Donut de chocolate
Sentaos y disfrutad de una bonita historia. Frederick Alvin Briggs abrió en 1968 una tienda de donuts, que se convertiría en la más famosa de Rhode Island. Durante décadas, muchos vecinos se acercaban a Allie's Donuts a por su ración diaria. La empresa local Narragansett Brewing, para homenajear a este personaje, decidió crear la 'Allie's Donuts Double Chocolate Porter', una cerveza negra con un potente sabor a cacao y vainilla.
Leche
Milk+Beer=Bilk. ¿Por qué no se nos ha ocurrido a nosotros esta genialidad? El dueño de la empresa japonesa Abashiri leyó en las noticias que había superproducción de leche y que se iban a desechar muchos litros. Para evitar que eso sucediera, se hizo con los excedentes y comenzó a elaborar una nueva cerveza con ellos. La mezcla de levadura, lúpulo y leche se lleva a cabo en una temperatura por debajo de su nivel de ebullición para no repercutir en la calidad de esta última. Los que la han probado comentan que tiene un sabor afrutado, no sabemos bien cómo, aunque al parecer a lo que más sabe es a yogurt.
Si os interesan estas dos últimas cervezas, quizás la vuestra sea la Odell Lugene Chocolate Milk Stout, que tiene tanto una bonita historia (el nombre hace referencia a Lugene, un ganadero de Colorado conocido en el estado) como un sabor a chocolate con leche aplaudido por crítica y público. Y ojo, tiene un volumen de alcohol de 8,5%.
Crème Brûlée
Terminamos con las cervezas dulces con la Crème Brûlée Stout, una cerveza con el aroma de la receta tradicional francesa. Southern Tier, la compañía que ha gestado esta singular unión, asegura en su web que los dos requisitos imprescindibles a la hora de fabricar este producto han sido "la resiliencia y la delicadeza". Lo cierto es que los comentarios que recibe en RateBeer son bastante positivos, y la aconsejan para ganarte al resto en el postre.
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Pizza
Cerveza y pizza suele ser una de las cenas que más gustan a la gente de todo el mundo. "¿Por qué no unir ambas?", debieron pensar Tom y Athena Seefurth, hermanos que llevan una fábrica de cerveza en Illinois. El resultado, la Pizza Beer, que contiene ajo, albahaca, tomate y orégano. En Rate Beer, una página que puntúa las cervezas, le dan un aprobado justito, pero admiten que al probarla entran ganas de pedirse una pizza familiar y llenarte por completo. Además es vegetariana, así que todos pueden echarle un trago.
Avena
¿Obsesionado con el gimnasio? Nada mejor que la Convict Hill, una cerveza texana con copos de avena de la marca Independence, perteneciente a Heineken. A pesar de que de primeras no parece demasiado atractiva, su color oscuro, su sabor amargo y su cremosidad la han convertido en una de las cervezas más interesantes para, precisamente, hacerse el interesante.
Wasabi
Incluso para los amantes de la comida picante, tomar wasabi es duro. Ese color verde ya te indica que algo se cuece ahí dentro, sospecha que se torna en realidad cuando entra en tu boca. Sin embargo, es uno de los componentes estrella de Japón, lo que ha motivado que una compañía cervecera del país nipón se lance a producir una cerveza de este tipo. La Miyamori Wasabi Ale es verde, y al probarla el wasabi de su interior te da un primer golpe, aunque finalmente el picor se diluye entre el resto de vegetales que lo acompañan. Y menos mal...
Pelos de barba
Entramos ya en terreno vedado. Cuidado con las que vienen a partir de ahora, que no son aptas para todos los públicos ni estómagos. La primera de ellas es la Beard Beer, que sí, como su propio nombre indica, está bañada en pelos de barba. En concreto, la del maestro cervecero John Maier, que lleva sin afeitarse desde 1978.
Tal y como lo oyen, la barba de este señor entra en contacto con la cerveza en pleno proceso de fermentación. Aunque parezca algo desagradable (más que otra cosa porque lo es), la tradición de remover la barba en cerveza por parte de estos maestros está instaurada desde hace siglos, solo que nosotros, ni nuestros antecesores, teníamos ni idea. No sabemos muy bien por qué, pero la empresa Rogue, encargada de su comercialización, lleva años vendiendo el producto, que ha resultado ser todo un éxito.
Vagina
A ver cómo explicamos esto. Una empresa polaca comercializa cerveza con el flujo vaginal de dos modelos. Bueno, tampoco ha sido tan difícil al final. The Order of Yoni se llama el producto en cuestión, que utiliza "las bacterias del ácido láctico de las partes femeninas" para darle un sabor especial a la cebada. Se puede comprar en la propia web, aunque muchos de los que la han probado les han reprochado que a lo que sabe realmente es a champán. Gracias por la aclaración.
Excremento de elefante
El premio gordo se lo lleva la empresa Sankt Gallen, que ha decidido probar cómo sería una cerveza con excremento de elefante, la cerveza Kono Kuro. En realidad, la receta cuenta con agua, cebada, lúpulo y granos de un café especial llamado Black Ivory. El problema es que estos granos no los meten de primeras en el proceso, sino que antes se los dan a los elefantes de una reserva protegida tailandesa. Una vez los defecan, se recogen (pobre de aquel que lo haga) y se incluyen en la bebida. Si todavía tenéis dudas, la misma botella recoge con ilustraciones todo el camino del café. Al igual que la de pimientos de Padrón, la Kono Kuro fue una remesa especial, solo que esta ¡se agotó en segundos! ¿Habrá más? Os mantendremos informados.