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Créeme, no querrás terminar ahí: las 7 cárceles más peligrosas del mundo
Hacemos un repaso por las prisiones más peligrosas e inseguras del mundo, tanto históricamente como en la actualidad.
15 Febrero 2022
|- Alcatraz (EEUU)
- Rikers (EEUU)
- Danlí (Honduras)
- Isla de Pyatak (Rusia)
- Bomana (Papúa Nueva Guinea)
- Maseru (Lesoto)
- Tacumbú (Paraguay)
Las cárceles siempre han sido protagonistas de grandes debates e intensas polémicas. Mientras que unos las ven como única solución para controlar a los criminales, otros la ven como una pena vengativa y con nulo carácter reformatorio. En definitiva, estamos ante uno de los temas relacionados con la criminología más complicados de analizar. Y si en general ya es difícil, cuando nos adentramos en las cárceles históricamente más duras y peligrosas del mundo, la cosa se complica aún más. Hoy vamos a adentrarnos en siete de ellas, algunas activas y otras ya cerradas, pero cuyo recuerdo y leyenda negra son inolvidables.
Alcatraz (EEUU)
La cárcel de Alcatraz se encuentra en la isla de Alcatraz, enfrente de San Francisco, en el estado de California. En este caso, estamos ante un símbolo de lo que es una cárcel conflictiva a nivel histórico. Pese a que se construyó en el año 1857, no fue hasta 1934 cuando se convirtió en una prisión federal que acogía a los criminales más peligrosos del país. El hecho de que se ubicase en una isla hacía que la huída fuera prácticamente imposible, por lo que era un sitio perfecto para aislar a los prisioneros. En 1963 fue cerrada, pero las innumerables películas y el aura que se creó a su alrededor ha hecho de esta cárcel una de las más emblemáticas de toda la historia.
Rikers (EEUU)
Pese a que la cárcel de Alcatraz sea la más conocida, la cárcel de Rikers, a las afueras de la ciudad de Nueva York, podría considerarse como la más conflictiva de Estados Unidos. Las palizas, los abusos, las guerras entre bandas y los motines son habituales en este lugar, donde la gran parte de los prisioneros son inmigrantes o personas en riesgo de exclusión social. Además, la actuación policial es abusiva y violenta, que en un contexto donde la peligrosidad es tan alta, su forma de actuar va en consonancia. Por ahora, esta prisión sigue activa, aunque existe un plan para cerrarla de forma definitiva en 2026, y poder construir cuatro prisiones más pequeñas en distintos barrios que suavicen el problema.
Danlí (Honduras)
Puede que las prisiones de EEUU sean más conocidas gracias a las películas y series, pero en otros países existen centros bastante más crueles y peligrosos. Si hay una que se lleva la palma es la de Danlí, en Honduras. El periodista Paul Conolly se introdujo en la cárcel ubicada en el departamento hondureño de El Paraíso para grabar un documental, y su vivencia terminaría formando parte de la recomendable docuserie 'Inside the World's Toughest Prisons' (Netflix).
En el caso de la prisión hondureña, las peleas y violaciones eran de tal grado que su ayudante y traductor se negó a entrar con él, y tan solo tuvo la protección de los coordinadores de la cárcel. Al salir de la prisión, Conolly afirmó tener una gran sensación de alivio, muestra del peligro real que se vive entre esas cuatro paredes. En un país con la mayor tasa de criminales del mundo, la cárcel de Danlí es considerada por muchos como "el infierno en la tierra".
Lo más visto
Su país vecino, El Salvador, tampoco se libra. En su territorio existe una prisión destinada exclusivamente a los miembros del clan Mara Salvatrucha, pero de ella hablaremos en otra ocasión.
Isla de Pyatak (Rusia)
Bienvenidos a la cárcel de Pyatak, la Alcatraz rusa. También conocida como la 'Isla de fuego', a esta prisión eran enviados los enemigos de la Revolución bolchevique en la guerra civil rusa, y en época estalinista sirvió de campo de concentración. Ahora la cárcel sigue activa, con centenares de presos cumpliendo cadena perpetua entre sus paredes. La cárcel de Pyatak destaca por ser uno de los regímenes más autoritarios y duros del mundo, ya que los presos pasan 22 horas al día encerrados sin ver a nadie y tan solo pueden recibir dos visitas al año.
Bomana (Papúa Nueva Guinea)
La cárcel es muchas veces sinónimo de pobreza, pero hay casos extremos. Uno de ellos es el de la prisión de Bomana, en Papúa Nueva Guinea, es el claro ejemplo de ello. No hay más que ver las condiciones en las que se encuentra.
Las condiciones de los presos no son mucho más favorables que las de la prisión. Se cuentan por miles las quejas por un trato denigrante, sin recibir apenas comida ni servicios médicos básicos. Todo esto, claro está, alimenta la tensión de un lugar que en cualquier momento puede explotar y amotinarse. Ya sucedió en 2017, en el que un intento de fuga se sofocó de forma sangrienta: los guardias asesinaron a 17 personas.
Maseru (Lesoto)
En la cárcel de Maseru, capital de Lesoto, a la extrema pobreza que vive el país (y por ende la cárcel) se le añade que más de la mitad de los reclusos están acusados por violación. La violencia sexual y la agresividad de los prisioneros crean un clima de peligro constante, en el que se puede sentir un temor real.
Tacumbú (Paraguay)
Terminamos con la que es considerada la cárcel más dura del mundo, la prisión de Tacumbú, en Paraguay. Una de las razones es que tiene una superpoblación desorbitada, de 3.000 a 4.000 presos. Los enfrentamientos violentos son casi constantes, pero con un claro matiz: en Tacumbú es donde más se notan las clases sociales. En un lugar donde las condiciones obligan a los reclusos a rebuscar en la basura y alimentarse de la manera que lo consigan, los prisioneros ricos toman las decisiones que ellos quieren en cuarteles enteros. Los asesinatos, los tratos de favor, los chantajes y el poder que otorga el dinero se entremezclan en una de las cárceles más peligrosas del planeta.