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Calvin Harris o la historia de cómo un chico tímido de Escocia consiguió ser una multimillonaria estrella del electropop
Calvin Harris jamás imaginó que lograría ser lo que ha llegado a ser... o sí. Esta es la historia de cómo lo consiguió entre éxitos, fracasos y algún que otro escándalo.
01 Marzo 2019
|Calvin Harris no ha descubierto una vacuna, no es médico que salva vidas día a día, ni tampoco ha logrado otros grandes avances para la humanidad, pero no hay duda de que pasará a la historia, al menos a la historia de la música. Si en el pasado eran las bandas del rock y pop y los solistas quienes arrasaban y conseguían unir en un mismo son a millones de personas en todo el mundo, hace ya tiempo que se han visto obligados a compartir espacio con los DJ, esos hombres, porque sí, suelen ser hombres salvo honrosas excepciones (sigue siendo necesario avanzar) que sin saber cantar (algunos), han hecho de la música su forma de vida gracias a la electrónica. Y vaya vida, porque muchos de ellos o son ricos, o van camino de serlo en plena juventud. Pero no es momento de hablar de los DJ, o al menos de todos en conjunto, sino de uno en particular que puede presumir de ser de los mejor pagados, de los mejor valorados, y por qué no decirlo, también de los más seguidos, admirados, envidiados e incluso deseados. Se trata de Calvin Harris, un hombre hecho a sí mismo que puede presumir de haberse hecho rico haciendo lo que le gusta, que lleva la vida que desea y que tiene la libertad para hacer lo que quiere en su vida profesional.
¿Cómo lo ha conseguido? Hay que remontarse al lejano 17 de enero de 1984, fecha en la que vino al mundo como Adam Richard Wiles, su verdadero nombre. Es hijo de dos ingleses, David Wiles, bioquímico de profesión, y Pamela Wiles, que ha ejercido como ama de casa. Tiene dos hermanos mayores, Edward y Sophie. Nació y creció en Dumfries, localidad del sur de Escocia de unos 30.000 habitantes. En aquel tiempo, Calvin Harris admiraba tanto al futbolista Steve McManaman que quiso dedicarse profesionalmente a este deporte. No tardaría en darse cuenta de que su éxito llegaría por otros derroteros.
Aunque su familia era acomodada, se puso a trabajar en un supermercado para ganar su propio dinero y poder mudarse a Londres para luchar por su sueño de ser músico. En su adolescencia grababa demos de música en su habitación, lo que le llevó a pasarse mucho tiempo encerrado y a convertirse en alguien todavía más tímido, algo que en principio no casa mucho con lo que se espera de un artista de masas. El libro 'Calvin Harris: The 100$ Million DJ' de Douglas Wight reveló además que pasó mucho tiempo sin ir al colegio por un problema de salud relacionado con una fatiga crónica que acabó superando y que por supuesto no le vino nada bien a su ya no buena imagen entre sus compañeros. El bullying es una realidad que debería morir, ya que son muchas personas las que lo han sufrido, lo sufren, y desgraciadamente lo sufrirán. A su timidez, su poco agraciado físico, sus nulas habilidades sociales, su inseguridad y sus problemas de salud se le unieron algo tan tonto como el acento inglés heredado de sus padres, por lo que lamentablemente todos esos ingredientes no le hicieron demasiado popular en su etapa escolar.
Pero Adam Wiles estaba destinado a triunfar, aunque no fuera fácil. Empezó con las canciones 'Da Bongos' y 'Brighter Days' y escogió el pseudónimo de Stouffer, una marca de congelados de Reino Unido. Se ve que en aquel momento tenía talento como productor, pero no imaginación para elegir un nombre artístico adecuado. Por cierto, ¿Qué llevó a Adam Wiles a cambiar su nombre por el de Calvin Harris? La explicación la dio él mismo en una entrevista con Shortlist en la que ofreció una curiosa respuesta. "Mi primer sencillo fue más una canción de soul y pensé que Calvin Harris sonaba un poco más racialmente ambiguo. Pensé que la gente podría no saber si era negro o no". Claro, una vez que se identificó como Calvin Harris, ya no hubo escapatoria posible y se quedó con un nombre artístico que, dicho sea de paso, suena bien, y desde luego, mucho mejor que Stouffer.
Al principio no le fueron bien las cosas, así que decidió que podía utilizar una plataforma llamada MySpace con la que podría darse a conocer. Todavía no había llegado YouTube a nuestras vidas, así que había que apañarse con lo que había, y vaya si lo hizo. Además, se notaba que el chico era bueno. Produjo 'In My Arms', una canción de Kylie Minogue que no tuvo el éxito esperado, pero que tampoco fue nada mal.
El caso es que dejó claro que valía para esto, así que no le costó sacar su propio álbum: 'I Created Disco'. Fue publicado el 29 de junio de 2007, era muy electro y con una influencia ochentera que se fue quitando con el tiempo. En 2008 se permitió el lujo de rechazar a una tal Lady Gaga, de la que no le gustó ni el nombre ni la canción que le propusieron. La cantante no era nadie todavía, y ni siquiera había cantado en el 'Ocho y medio' de Madrid en un concierto casi en petit comité. En agosto de 2009 sacó adelante su segundo disco, 'Ready for the Weekend', que llegó un año después de lo previsto porque dijo que le habían perdido el portátil en el aeropuerto y se había esfumado su música. Claro, claro...
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Pues no, resultó que todo era mentira y un montaje de Calvin Harris, que estaba muy nervioso por si no lograba superar las expectativas y se lo quito tomar con calma, solo que prefirió inventarse una trola antes de pedir más tiempo. Así es él. Lo importante es que el disco llegó y fue un exitazo. La leyenda de este productor ya era un hecho, tanto que con su 'I'm Not Alone' superó al 'Poker Face' de Lady Gaga, esa con la que no había querido trabajar y que ya era también una estrella. Por cierto, tuvieron sus diferencias en su momento, pero los años pasan, las cosas se van viendo de diferente manera y al final se acaban perdonando ciertos asuntos. Rencillas y reconciliaciones aparte, Calvin Harris no ha parado, y desde entonces sacó al mercado '18 Months' (2012), 'Motion' (2014), y 'Funk Wav Bounces, Vol. 1' (2017', dejando para la posteridad temazos como 'We'll Be Coming Back', 'I Need Your Love', 'Drinking from the Bottle', 'Thinking About You','Sweet Nothing', 'Under Control', 'Outside' o 'Feels', entre otros.
En la música lo estaba haciendo todo y quería que su imagen fuera acorde. Calvin Harris fue adaptando su estilo a sus gustos y consiguió calar entre el público y amasar una gran fortuna. A todo eso se unió cómo fue reformando su estilo y su apariencia. Si de pequeño y adolescente era un chico tímido, demasiado alto (mide en torno a 1,95), delgado y desgarbado, con el pelo teñido de negro, siempre despeinado y con un estilo de vestir con el que iba hecho un cuadro, conforme fue madurando y enriqueciéndose fue cambiando. Su altura podía ser una baza a su favor, así como su pelo rubio natural, que dejó de castigar con tintes sin sentido y al que ha logrado encontrar un peinado que le sienta bien. Empezó a hacer deporte asiduamente hasta descubrir la cantidad de músculos de los que podía presumir y desterró de su vida los malos hábitos. Se lanzó a la comida sana, a la que se aficionó cuando abandonó Reino Unido para instalarse en Los Angeles, y dejó el alcohol, o al menos redujo su consumo.
En cuanto a su estilo, es un icono de elegancia, luce trajes de marca y looks bien combinados en los que ya no hay espacio para las extravagancias que le acompañaron en sus primeros años. Sí, Calvin Harris enterró definitivamente a Adam Wiles para ser una estrella, con todo lo que se espera de ella. Lo importante es que no lo ha hecho solo presionado por los dictados de una sociedad que puede ser muy cruel, sino porque se siente mejor que cuando era muy joven y empezaba a abrirse un hueco en el mundo de la música.
Un DJ que también canta
Una de las particularidades de Calvin Harris es que no se limita a ejercer de productor y DJ, sino que también canta. Se dio cuenta de que DJ y productores había muchos, y que ya que tenía capacidad, debía aprovechar la ventaja y ofrecer algo más, No en todos sus temas pone su voz, de hecho prefiere tirar de estrellas como Rihanna, Sam Smith o Dua Lipa, pero en otras ocasiones saca su talento vocal y demuestra que es un artista ecléctico que vale para todo, o para casi todo. En 2007 se atrevió con 'Acceptable in the 80's', donde por cierto y con todos mis respetos, estaba hecho un cuadro. Los años le han tratado bien y le han sentado mejor. Ese mismo año entonó 'The Girls', single que valía más que se le hubiera perdido por el camino por esa letra que tenía, aunque no todo el mundo debe pensar como quien escribe esto, ya que fue todo un éxito. En 2009 lanzó 'I'm Not Alone', donde también cantaba, pero seguía sin mejorar su imagen. Con la llegada del éxito mutó en DJ, pero también siguió cantando. En 'Flashback' ya había cambiado, y su voz seguía acompañando a su música. En 2011 pegó otro pelotazo con 'Feel So Close', donde cantaba, y lo hacía muy bien. Esta canción es todo un temazo que pasará a la historia de la música y que lo colocó ya en la cima de un éxito que estaba despegando y no tiene intenciones de parar. La siguiente vez que escuchamos la voz de Calvin Harris fue en 'Summer', otro temazo, teniendo que esperar a 2016 con 'My way' para que repitiera. Desde entonces prefiere quedarse solo como productor y DJ y dejar que canten otros. Tampoco le hace ya falta.
Modelo ocasional con un cargado currículum amoroso y una cuenta corriente muy abultada
¿Todo el mundo conocía a Calvin Harris? No... todo el mundo no. Quizás tú, que estás puesto en música electropop y que no solo te gustaban tus canciones, sino que te preocupaste por saber quién estaba detrás de todos esos temazos. Otras personas le pusieron cara... y cuerpo, cuando Armani le fichó para protagonizar la campaña primavera/verano 2015. Era finales de 2014 cuando se pudieron ver las primeras imágenes del DJ posando como modelo. En invierno de 2015 apareció como imagen de Armani Underwear, mostrando lo mucho que había mejorado su físico y convirtiéndose en uno de los pesos pesados de la industria musical más deseados y envidiados. Él aprovechó para elogiar a la casa que le había contratado y le había ayudado no solo a cultivar su narcisismo (no es una crítica), sino a darle más tirón y visibilidad, y sobre todo, a engordar su ya enorme cuenta corriente. "Es increíble trabajar con el señor Armani y su equipo para Emporio Armani. Siento una gran afinidad por el espíritu de esta marca. Siempre he admirado sus diseños", manifestó en su momento el DJ, y parece que la admiración era mutua y que ambas partes quedaron encantadas, pues Calvin Harris volvió a quitarse la ropa para la campaña otoño/invierno 2015/2016.
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Aquellos años fueron muy turbulentos a nivel personal, lo que también le hizo más famoso, con todo lo bueno y lo malo que eso conllevaba. En 2014 rompió con la cantante Rita Ora tras un año de amor. Su separación fue de todo menos amistosa, y la que salió perdiendo fue la británica debido a que se quedó sin el disco que le había producido Calvin Harris. Solo le dio tiempo a lanzar 'I Will Never Let You Down', todo un temazo que prometía un gran álbum que no pudo ser. Les costó mucho, pero esta expareja guarda ahora una relación cordial tras años de no querer verse.
En 2015 llegó el bombazo de los bombazos cuando se conoció que Calvin Harris salía con Taylor Swift. Es más habitual que las mujeres, aunque ya sean famosas, queden eclipsadas ante un novio conocido, pero en este caso fue al revés. Como la intérprete de 'Reputation' era más mainstream, hubo quien llegó a conocer al escocés como el novio de Taylor Swift. Su historia de amor fue retransmitida por las redes sociales y captada por los paparazzi, y hacía las delicias de los fans de ambos. Eran una pareja de guapos, con talento y ricos, dos estrellas de la música con millones de seguidores en todo el mundo, dos todopoderosos triunfadores que juntos podían ser invencibles... pero el amor se acabó, y antes de que llegara el verano de 2016, su amor se disolvió.
Se dijo que había sido él quien había tomado la decisión, aunque ella no tardó en dejarse ver con el actor Tom Hiddleston... Calvin Harris se lo tomó mal, pero muy mal, pero no la ruptura, sino lo que vino al haber mezclado una vez más trabajo y placer. Pocas semanas después de la ruptura, el DJ, que tiene tendencia a explotar en las redes sociales y a decir lo que piensa en cada momento, lanzó dardos en forma de tuits hacia su ex. El exitazo de 'This Is What You Came For' de Calvin Harris y Rihanna intentó ser opacado por Taylor Swift, que a través de su equipo manifestó que la canción había sido coescrita por ella a través de un pseudónimo.
El escocés respondió que él había escrito la música, producido la canción y hecho los arreglos y las voces, aunque es cierto que en un primer momento Swift cantaba un poco. "Lo que me duele es que ella y su equipo hayan ido tan lejos para intentar hacerme quedar mal. Creo que si eres feliz en tu nueva relación, deberías centrarte en eso en vez de tratar de hacer daño a tu exnovio para tener algo que hacer. Por favor, céntrate en los aspectos positivos de tu vida porque te has ganado tener una muy buena". Adiós ruptura amistosa y hola a persecución mediática máxima y a que su faceta personal eclipsara a la persona. En 2017, Calvin Harris reconoció que se había equivocado al haber sido tan impulsivo y que lo pasó mal al verse tan expuesto, porque aunque sea una estrella, sigue siendo un chico tímido. Su vida sentimental logró pasar a un segundo plano y consiguió que se hablara de su música.
En 2015, poco antes de salir con Taylor Swift y cuando ya había posado para Armani, llegó otra gran noticia: fichaba por Hakkasan Group para tener una residencia permanente en Las Vegas. Podía pinchar por medio mundo, por supuesto también en Ibiza, pero ya estaba atado y bien atado a Las Vegas. En 2018 renovó su contrato hasta 2020, embolsándose una generosa cantidad que le convierte no solo en multimillonario, sino en el DJ mejor pagado del mundo. Y mira que se paga bien a los DJ, o si no que se lo pregunten a míticos como David Guetta, Steve Aoki o Armin van Buuren. Desde entonces pincha para una multitud enloquecida que paga su entrada para ver (poco) y escuchar (mucho) a un DJ irrepetible que no tiene el talento que tenía Avicii, pero una vez desaparecido el sueco puede presumir de ser el mejor. En Las Vegas está muy a gusto, le queda relativamente cerca de casa y siempre llena en Omnia, un club que por cierto es responsable de fiestas sexistas en las que los hombres pagan bastante más por su entrada (que es siempre anticipada), cosificando así a las mujeres. Quiero pensar que Calvin Harris no está al tanto de estas cosas.
Consagrado en los Brit y felizmente enamorado
Si Leonardo DiCaprio era el eterno nominado a los Oscar hasta que se lo llevó en 2016 por 'El Renacido', a Calvin Harris le pasaba lo mismo con los Brit Awards, los galardones más importantes de la música de Reino Unido. Se había llevado premios en los MTV Video Music Awards, en The Music Producers Guild Awards, en los Grammy o en los Billboard Music Awards, pero como suele pasar a veces, se le resistía la distinción en casa.
Tuvo que llegar la gala de 2019 para que se subiera al escenario no una sino dos veces, dos Brit que supieron a gloria y reconocieron su talento y su esfuerzo para haber tenido el honor de ser (y seguir siendo) no solo el dj mejor pagado del mundo, sino uno de los músicos con más talento, al menos del electropop. Además de obtener el premio a Mejor Productor Británico, se hizo con el Brit a Mejor Single Británico por su canción 'One Kiss' junto a Dua Lipa, otra cantante convertida en toda una estrella interplanetaria.
Por cierto, no tiene nada que ver, pero como dato relevante, a Calvin Harris le gusta mucho el jamón y le gusta mucho España. Y así, colorín colorado, este cuento sobre cómo un chico tímido de Escocia consiguió ser una multimillonaria estrella del electropop, se ha acabado.