Ya os hablamos en su momento de comida saludable, y de los mejores perfiles de Instagram para saber por dónde empezar a cumplir ese propósito que siempre tenemos, sea Año Nuevo o no: el seguir una dieta sana. Ahora que ya sabéis lo básico, queremos dar un paso más allá, y que la falta de tiempo o la pereza no sea una de esas excusas que tanto acostumbramos a oír por ahí.
Hoy venimos a contarte una técnica con la que preparar las comidas semanales en solo una tarde. Con organización es mucho más fácil llevar una alimentación saludable, así que nunca es tarde para introducirse de lleno en el mundo del 'batch cooking'.
El objetivo del 'batch cooking' es facilitar el hábito saludable de comer comida cocinada con alimentos naturales, para que caer en la tentación de los ultraprocesados sea más difícil. Así, las dos claves del batch cooking son bien sencillas: planificar la semana y cocinar un solo día.
Sí, la primera clave de todo es la planificación. Aunque al principio cuesta sentarse a pensar menús, una vez que nos organizamos, todo va sobre ruedas. Además, gracias a que los menús ya estarán planificados, la compra será mucho más fácil de realizar, pues tendremos una lista hecha de antemano que nos permitirá salir del supermercado solo con lo que vayamos a cocinar. Esto también es importante porque la pereza no podrá con nosotros, y evitaremos llamar al restaurante de comida rápida para la cena del jueves. ¡No se deja nada a la improvisación!
La segunda clave es cocinar un solo día. Y estarás pensando ¡uf, qué rollo estar 3 horas cocinando! Pero si echas cuentas, sale rentable. Mínimo cada día de la semana dedicamos media hora a la comida y media hora a la cena. Haciendo 'batch cooking' de lunes a viernes ya nos habremos ahorrado 2 horas. Esas tres horas de cocina compensan llegar a casa a la hora de cenar y calentar la comida en 5 minutos.
Lo más importante a la hora de planificar un menú de 'batch cooking' es el tiempo de conservación de los alimentos. Teniendo en cuenta que a la hora de guardarlos deben estar en tarros bien cerrados para mantenerse mejor, empezamos.
No todos los alimentos que consumimos pueden conservarse adecuadamente en la nevera. Así, algunos platos podrán estar en la nevera durante 4 o 5 días y otros será necesario meterlos en el congelador para que todas las propiedades de los alimentos se mantengan en perfecto estado antes de consumirlos.
Lo mejor para iniciarse en el batch cooking es organizar recetas sencillas y repetir en algunos platos la base de alimentos, como verduras asadas a las que añadir un filete de pechuga de pollo o una ensalada de garbanzos.
Lo ideal de primer plato son las sopas y cremas. Aguantan unos cuantos días en la nevera y pueden ser muy variadas. ¿A quién no le apetece en invierno una sopa reconfortante para entrar en calor? Además, se les pueden añadir fideos, estrellitas, huevo cocido o jamón para ir variando y de paso, hacerlas más completas. Estos dos últimos ingredientes dan mucho juego, sobre todo en cremas frías como el salmorejo y el gazpacho, que solemos dejarlos olvidados durante el invierno y en cuanto llega el calorcito se convierten en un básico indispensable en nuestra nevera.
Las verduras asadas son perfectas para todo. Se pueden utilizar como acompañamiento, para hacer pisto, para hacer ensaladas e incluso para rellenarlas. Un poquito de atún, huevo cocido y pimientos asados pueden ser la mejor combinación del mundo... y ya si te lanzas a hacerlo paté, no querrás probar otra cosa. Además, son la cosa más fácil del mundo, picaditas según gusto al horno con un poquito de sal y un chorrito de aceite y lo único de lo que tendremos que encargarnos será de echarles un ojo para que no se nos quemen.
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Los hidratos de carbono, al igual que las legumbres de las que luego hablaremos, tiene que estar presentes en el plato en forma de acompañamiento de la comida principal. Solo es necesario hervir un poco de arroz, quinoa o cuscús en pequeñas cantidades que después calentaremos a la hora de servir.
Las legumbres son un imprescindible en la dieta. Aunque parecen de los platos más complicados, podemos utilizar legumbres en conserva, que nos sacarán del paso y en 5 minutos están más que listas. Abrir el bote, lavar con abundante agua, escurrir, echar a la olla junto con el resto de ingredientes y dejar cocinar.
La carne, el pescado y los huevos son la última parte a incluir en la dieta. Guisos o asados, en hamburguesas caseras o fiambre al horno, albóndigas o huevos cocidos son alimentos ideales para lanzarnos en la preparación de la comida.