Aly Dia: el jugador que debutó en la Premier League sin ser futbolista
La historia del engaño de Aly Dia todavía, 23 años después, tiene preguntas por resolver. El jugador debutó en la Premier en el año 1996 después de solo un entrenamiento. Sus compañeros, su entrenador, e incluso la afición sostienen que no era ni futbolista profesional, y su abrupta marcha del club tras aquel encuentro no ayudaron a su credibilidad.
08 Julio 2019
|El fútbol forja su leyenda en torno a grandes jugadores, que han conseguido logros inimaginables en forma de títulos, goles o paradas. Entrenadores, aficiones e incluso presidentes han colaborado para hacer al balompié lo que hoy es. Grandes remontadas, partidos trepidantes, equipos minúsculos venciendo a presupuestos multimillonarios son algunas de las cosas que hacen grande el fútbol. Pero en la importancia que tiene el fútbol en tanta gente no solo se debe a esto. También las pequeñas anécdotas e historias divertidas que a lo largo de los años hemos ido conociendo de los diferentes personajes que ha dado este deporte (que no son pocos).
Una de las historias más sorprendentes que se conocen del mundo del fútbol la protagonizó un tal Aly Dia un mes de noviembre de hace ya 23 años. No es la única, pero sí se encuentra entre los engaños más rocambolescos que se conocen. Un futbolista 'amateur', con unas condiciones muy atléticas, eso sí, consiguió debutar en la todopoderosa Premier League enfundándose la elástica del Southampton. Un logro difícil para los muchos jugadores con verdadera calidad que se quedan por el camino en la dura travesía de la cantera al profesionalismo, y aún más complicado para alguien cuyo bagaje futbolístico es mínimo.
De cómo un tipo que no era ni profesional terminó en la Premier
Está claro que si no sabes jugar al fútbol no vas a jugar un partido en la máxima categoría de ningún país con un nivel profesional aceptable (y cada vez son más los territorios donde el nivel futbolístico es inalcanzable para el jugador medio). Por lo tanto, para conseguirlo se debe recurrir al engaño, y en el caso de Aly Dia, a unas dosis de suerte impresionante. Avisamos también que, lamentablemente, en la actualidad es incluso más difícil conseguir lo que logró el senegalés en el año 1996, porque antes de llegar a cualquier club se ven cientos de horas de imágenes, aunque sean de jugadores de la cantera.
La temporada 96-97 no estaba siendo la más agradable para la afición del Southampton. El club situado en la zona meridional de Inglaterra se encontraba rondando los puestos de descenso, y con una plantilla realmente mermada por las múltiples lesiones que asediaban a su plantilla. Todo un caos en el que Graeme Souness, el entrenador de los Saints aquella temporada, intentaba poner calma y un rumbo positivo. Desde luego, jugadores para ello, tenía aquella plantilla.
La llamada
Pocos días antes de enfrentarse al Leeds United, en un partido que podía ser fundamental para sus aspiraciones de mantener la categoría, Souness recibió una llamada que podía solucionarle la falta de jugadores, y si todo salía bien, incluso aportaría un plus de rendimiento al equipo. George Weah, entonces Balón de Oro, y actualmente Presidente de Liberia, llamó al técnico escocés para ofrecerle probar a su primo, Aly Dia, un auténtico crack. Algo debieron sospechar si la supuesta estrella senegalesa tenía 31 años y no habían oído hablar de él hasta entonces. Pero Weah les dijo que había jugado con el PSG y con la selección de su país, y el míster decidió darle una oportunidad, con un contrato de prueba.
Llegada a Southampton
El primer entrenamiento de Aly Dia con el club fue un viernes, y el partido se jugaba el sábado, así que nadie contaba con que fuera a ir convocado al encuentro, por larga que fuera la lista de bajas. Tampoco demostró unas capacidades futbolísticas espectaculares. Cierto es que aguantó físicamente, y que sus compañeros se dieron cuenta de su gran velocidad, pero más allá de esos dos detalles, lo más que podía decir Souness sobre él es que era un chico amable y educado.
Lo más visto
Pese a todo, fue convocado al encuentro, y lo comenzó en el banquillo, para sorpresa de sus compañeros. Seguramente hubiera mejores jugadores en el equipo reserva del club, o incluso entre los juveniles, pero si este fichaje era consejo de Weah, algo bueno tenía que tener. El azar, de nuevo se puso de parte de Dia. La gran estrella de aquel Southampton, Matt Le Tissier, uno de los jugadores con más calidad de la Premier League en los últimos años del siglo XX, se lesionó, y llegó el momento de Aly.
Breve pero intenso
Minuto 32, con el dorsal 33 a la espalda, apareció por el terreno de juego Aly Dia. El jugador senegalés patrocinado por George Weah había conseguido su objetivo, debutar. Solo había un problema. Que su nivel futbolístico no estaba ni cerca del que decía tener. Y que la llamada de Weah nunca existió. Todo eso podría haberse olvidado si al minuto de entrar en el terreno de juego, el arquero no hubiera detenido su único disparo a puerta como futbolista profesional (qué bonito hubiese sido si lo marca). Pero no fue así. Marró la ocasión y sus siguientes intervenciones fueron desastrosas. Tanto, que cuando el Leeds se adelantó en el luminoso, Souness no aguantó más tal esperpento y le volvió a cambiar antes de que finalizara el encuentro.
Terminó en derrota, aunque, menos mal, estos tres puntos perdidos no hicieron bajar a segunda al club al final de la temporada. El jugador ha sido definido por sus compañeros, aficionados y entrenador como un pollo sin cabeza. Porque su capacidad de correr era tan abrumadora como su falta de criterio y calidad.
Su leyenda, envuelta en el misterio
Aly Dia se ha convertido en una leyenda entre la afición del Southampton, pero también de los millones de personas que nos encantaría debutar con nuestro equipo favorito aunque fueran 3 minutos. Su leyenda es aún mayor, si cabe, teniendo en cuenta que durante 20 años nadie del mundo del fútbol o de los medios de comunicación había conseguido encontrarlo. Se cuenta que al día siguiente del partido acudió al fisioterapeuta del club a tratarse una lesión, y aquella fue la última vez que nadie le vio.
Los compañeros de Bleacher Report han intentado dar con él en varias ocasiones, y parece ser que lo consiguieron. Aly Dia afirma que él sí que era futbolista, y que entrenó mes y medio en Southampton, no un solo día como se reporta. Pero sus compañeros desmienten lo que Dia ha dicho. También asegura haber jugado en el PSG. No se ha podido probar. Aunque visto lo visto, es posible también que ni siquiera se llame Aly Dia. Hasta que el propio Dia decida dar la cara ante los medios, presentar las pruebas pertinentes y asumir o desmentir la leyenda que consiguió hace 23 años, su historia seguirá envuelta en el misterio.
Aly Dia es probablemente el peor jugador de Senegal que ha pisado una máxima categoría europea, pero la vida es muy justa, y casi dos décadas después llegó a las filas del club Sadio Mané, uno de los mejores, actualmente el mejor jugador del país africano.