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5 razones para darle una oportunidad al pádel si todavía no lo has hecho
El pádel es un deporte bastante joven (nació en México a finales de los 60), pero en sus años de existencia ha experimentado un continuo crecimiento, para explotar definitivamente tras el confinamiento. ¿Por qué nos tiene tan enganchados? Estas cinco razones quizás lo expliquen, y sirvan para que tú también te aficiones a él.
27 Mayo 2021
|No son muchos los ámbitos en los que la pandemia ha generado un impacto positivo, pero el pádel es, sin duda, uno de los más beneficiados. Si ya era el nuevo 'deporte del pueblo' antes, en la actualidad su presencia es tal que ya es el deporte más practicado por la mayoría. En este artículo homenaje al pádel, vamos a explicar cinco razones por las que se ha ganado al gran público, y que seguro servirán para aglutinar a nuevos adeptos.
1 Es apto para todo tipo de físico
Al igual que sucede con el fútbol, cualquiera puede practicarlo con cierta eficacia. No hay una estatura mínima requerida, ni es necesario gozar de un estado de forma descomunal para pasarlo bien y poder mojar la oreja a los amigos. Otras aptitudes como la colocación, la precisión, los reflejos o la comunicación con tu compañero pueden llegar a ser bastante más determinantes que la capacidad física. Esto permite que personas de edades avanzadas puedan practicarlo. No es raro pasar por unas pistas y ver jugadores que rondan los 60 años. Algunos, por cierto, podrían ganar sin despeinarse a cualquier joven inexperto con ínfulas de genio padelístico.
2 Es un deporte 'free covid'
No vamos a negar que la COVID-19 ha cambiado nuestras vidas en todos los sentidos, y el aspecto deportivo no iba a ser una excepción. Un partido de baloncesto o fútbol sala, por poner ejemplos de dos de los deportes de equipo con menos participantes, requieren de un mínimo de diez jugadores en la cancha. Si añadimos árbitro, suplentes y entrenadores, lo cierto es que el riesgo inherente a la pandemia en la que aún nos encontramos crece. Sin embargo, el pádel es un deporte en el que no hay contacto físico ni con el compañero, ni con los rivales. Además, son cuatro personas esparcidas en un espacio bastante grande, y muchas veces al aire libre. Por eso, aunque algunos vuelvan a sus respectivos deportes de equipo cuando todo esto acabe, es una alternativa más que interesante si sigues preocupado por el virus, y sobre todo, ha sido el principal ocio deportivo una vez salimos del confinamiento extremo.
3 No te vas a arruinar jugando al pádel
Lo más costoso de jugar al pádel es posiblemente la pala. Pero en el mercado las hay de todos los precios y, a no ser que le dediques un altísimo número de horas, no necesitas gastarte los 200-300 € que una pala puede llegar a costar. Entre 60 y 80 € podrás encontrar palas más que correctas y que se adapten a tu forma de jugar.
El alquiler de pistas varía mucho según si son instalaciones públicas o privadas, según la hora y el día, y según si están cubiertas o no. Pero, en general, al dividirse el coste entre los cuatro jugadores, suele ser asequible. Aunque, cuidado, la alta demanda está haciendo que cada vez sea más difícil encontrar pistas libres a las mejores horas. Tendréis que estar muy atentos.
Es conveniente comprar bolas nuevas con cierta regularidad (pues duran en buenas condiciones aproximadamente 4 o 5 partidos), y es aconsejable, aunque no imprescindible, utilizar un calzado especializado, que te ayudará a evitar resbalones en el peor momento. No obstante, todas estas inversiones las rentabilizarás sobremanera si juegas bastante.
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4 Es un éxito internacional
Como ya hemos comentado, el pádel nació en México, pero no tardaría en profesionalizarse, aunque este proceso se llevó a cabo en Argentina. Finalmente, se terminaría extendiendo por toda América Latina y España. En 2012, comenzó el World Padel Tour (equivalente al circuito de tenis profesional), y los principales ganadores hasta ahora han sido españoles (Lebrón, Galán, Paquito Navarro) y argentinos (Belasteguín, Juan Martín Díaz), con permiso del brasileño Lima.
Aunque las raíces son hispanoamericanas, de un tiempo a esta parte, países como Francia, Portugal, Italia o Suecia están empezando a contar con una mayor cantidad de jugadores y pistas en sus territorios, por lo que muy pronto conseguirán colar a algún jugador entre los mejores.
5 Conoces gente
Sí, sí. Jugando al pádel puedes entablar nuevas amistades. Aplicaciones como Playtomic te permiten organizar partidos contra desconocidos que tengan un nivel similar al tuyo. Además, cada vez hay más personas organizando torneos, también por niveles, en los que por un precio módico, podrás jugar varios partidos y pasar una tarde muy agradable. Ganes o pierdas.
Incluso podemos decir, con conocimiento de causa, que hay gente en las apps de citas (Tinder, Badoo, etc), cuya propuesta ya no es "amistad y lo que surja", sino "pádel y luego ya veremos". Ingenioso es, efectivo, no estamos tan seguros. Aunque si gracias a esta técnica, consigues encontrar compañeros, compañeras y rivales para jugar al pádel de vez en cuando, no pasa nada si el amor queda en segundo plano. El amor romántico dura lo que dura, la afición al pádel es para siempre.
Para terminar, cabe decir que es un deporte atractivo, emocionante y divertido, tanto para verlo como, sobre todo, para practicarlo. Y si encima cuenta con grandes valedores como Ibai (y sus torneos en la mansión), o Zlatan Ibrahimovic, que acabemos todos siendo ases de la pala es tan solo una cuestión de tiempo.