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Bienvenido a la vida adulta. ¿Y ahora qué? 5 claves para superar el fin de la universidad
Ninguno sabe qué se le viene encima después de acabar la universidad. Es una época de cambios y de crisis existenciales. Sin embargo, lo mejor es no agobiarse, ya que todo el mundo pasa por una situación parecida... ¿Cómo podemos llevarlo mejor?
22 Febrero 2019
|Cuando acabamos el colegio sabíamos que íbamos a pasar al instituto. En general, la mayoría de nosotros teníamos pensado hacer bachillerato cuando acabásemos la ESO, o un grado medio. Y después, al acabar alguno de esos estudios, era bastante evidente que teníamos que seguir estudiando: o grado superior o carrera.
A lo largo de la adolescencia tomamos ciertas decisiones en lo que a nuestro futuro profesional se refiere, pero siempre dentro de un camino marcado que en la mayoría de los casos era el siguiente: instituto, universidad (o grado). Rara era la idea de dejar de estudiar para ponerse a trabajar, y era más la realidad de muchos cuyas familias no podían costear la universidad que el deseo de querer dejar de estudiar para 'vivir la vida'. Spoiler: no sabíamos lo que se nos venía encima.
Pudimos decidir si queríamos ir por ciencias o letras, coger latín o estadística o unas matemáticas más sencillas o más complicadas. Al acabar bachillerato, tuvimos que decidir en qué gastaríamos nuestros cuatro o cinco próximos años. Magisterio, periodismo, veterinaria, derecho y un largo etcétera de opciones.
Después de descubrir que estudiar 'lo que queríamos' no era tan ideal como pensábamos y que la universidad no era tan perfecta como nos habían dicho, terminamos la carrera. Ya desde hacía meses teníamos el estómago revuelto... Y ahora, ¿qué?
Muchos de nosotros íbamos a optar por un máster. Posiblemente la mayoría. Hoy en día, aunque no sea de facto, el máster 'completa' la carrera. Como estas apenas tienen grado de especialización, nos vemos obligados a hacer un posgrado que se adapte al camino que, dentro de lo que hayamos estudiado, queramos seguir.
Independientemente de elegir máster o no, se acaba nuestra etapa 'prefijada'. Ya no hay más que hacer. Tenemos nuestros títulos y, ale, a buscarse la vida. Lo cierto es que este sentimiento de incertidumbre nos puede amargar la existencia. Preguntas como ¿qué es lo que toca ahora? ¿qué va a pasar? y el sentimiento de 'nunca encontraré trabajo' (más habitual en nuestras generaciones) permanecen día y noche en nuestra cabeza. Como somos muchos los que hemos estado o estamos en una situación diferente, en MENzig queremos ayudaros con cinco consejos que te harán verlo todo de otra forma.
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1 Mantén la calma
Es el primer paso para asimilar todo lo que está pasando. Desde que tenemos uso de razón hemos tenido el camino marcado y es difícil no saber qué va a pasar en el momento. Hay quienes lo tengan muy claro y quienes lo tengan menos. Al contrario que en el instituto, aquí no hay que dejarse llevar por las opiniones de los demás. A partir de ahora, por mucho que nos sirvan los consejos de las personas de nuestro alrededor, nuestra vida depende única y exclusivamente de nosotros mismos.
2 Ten paciencia
Todo, hasta ahora, nos ha ido 'rodado'. Un año tras otro, un curso tras otro... Ahora todo eso ha terminado, no esperéis encontrar la forma de encontrar vuestro lugar en un par de meses. Paciencia para buscar cosas, para insistir con llamadas, para prepararse diferentes opciones y barajarlas todas. Este punto posiblemente sea en el que más nos cueste. Acostumbrados a tener todo a un click o a una búsqueda en Google, es difícil pararse a pensar en lo abstracto. Pero de verdad que es necesario hacerlo. Sin paciencia, solo conseguiremos alterarnos y acelerarnos sin llegar a ningún punto concreto.
3 Muévete
No podemos esperar a que las cosas nos lluevan del cielo. Tenemos que ser activos, hablar, relacionarnos, interesarnos o preguntar. Y muchas veces, salir de nuestra zona de confort. Puede que esto sea uno de los aspectos más importantes de esta nueva etapa. Ahora, ¡quién sabe si tendremos que mudarnos o trabajar de noches! Necesitamos tener una mentalidad abierta y, sobre todo, no acobardarnos frente a lo que se nos viene encima. Todo el mundo ha pasado por lo mismo, podemos enfrentarnos a ello.
4 Es la etapa de la madurez, aprovéchala
Igual tenemos que madurar antes de lo que nos gustaría, pero es lo que toca. La vida de estudiante, se acabó, y eso tenemos que metérnoslo en la cabeza. Incluso cursando un máster, el formato, las clases y la forma de verlo tiene que ser totalmente distinta (y quien haya hecho un máster, lo sabrá). Ni que decir tiene que madurar no es convertirse en un viejoven extremo, pero sí buscar un punto más intermedio y teniendo siempre presente el punto de nuestra vida en el que estamos.
5 No te estanques
Que todos estos cambios no nos quiten las ganas de vivir. Sigamos rodeándonos de quien nos quiere (por muy cliché que sea esto) y divirtámonos. No hay que dramatizar y pensar que aquí se ha acabado la flor de la vida. Nos queda mucho por delante... y algunos años usando el bono joven del metro.